No usar cables era imposible en el pasado. La compañía Ericsson empezó a estudiar alternativas para comunicar los teléfonos móviles con otros dispositivos. En 1996, tres líderes de la industria, Intel, Ericsson y Nokia, se reunieron para planificar la estandarización de esta tecnología de radio de corto alcance para respaldar la conectividad y la colaboración entre diferentes productos e industrias.
Durante esta reunión, Jim Kardach de Intel sugirió Bluetooth como nombre de código temporal. Esto en honor de Harald Gormsson, apodado Bluetooth, rey de Dinamarca entre los años 958 y 986, y de Noruega, cuando la conquistó a partir del año 970.
Se citó a Kardach diciendo: “El rey Harald Bluetooth… fue famoso por unir a Escandinavia tal como teníamos la intención de unir las industrias de PC y celulares con un enlace inalámbrico de corto alcance”.
En la historia de esta tecnología se menciona que el nombre se popularizó rápidamente y antes de que pudiera cambiarse, se extendió por toda la industria, convirtiéndose en sinónimo de tecnología inalámbrica de corto alcance.
Alberto Marroquín, director de ingeniería en telecomunicaciones e ingeniería en mecatrónica en la Universidad Galileo, menciona que desde su orígen esta forma de comunicación a distancia corta no requería demasiados protocolos y facilitaba esa comunicación entre equipos.
En el año 2000 fue cuando la tecnología se aplicó por primera vez en teléfonos móviles y computadoras, luego empezó a utilizarse en otros aparatos como impresoras y portátiles. Apenas dos años más tarde llegó a otros aparatos como receptores de GPS, teclados y otros.
En el futuro
A lo largo de los años han aparecido diferentes versiones de la tecnología Bluetooth, desde la 1.0 que fue la primera versión lanzada en 1999 y que es recordada por algunos problemas de seguridad y conectividad. En el 2002 surgió la 1.1, la primera actualización.
De esta manera fueron apareciendo más hasta llegar a otras como 4.0, una de las más importantes porque con ella se empezó a combatir el consumo excesivo de batería mediante la tecnología Bluetooh Low Energy. La 4.1 empezó a dirigirse sobre todo al mundo del IoT (Internet de las cosas) al permitir la conexión entre dispositivos pequeños sin intermediarios, según el portal especializado Xataka.
Otra de las grandes revoluciones fue en 2016 con el Bluetooth 5.0, la cual aumentaba el alcance y permitía una mayor cantidad de datos transferidos. El Bluetooth 5.2, también conocido como Bluetooth LE Audio mejora la calidad de sonido y la eficiencia energética en todos los dispositivos, mientras este año está disponible ya la versión 5.3, la cual tiene características como un menor consumo al utilizarse y mejor seguridad en las conexiones. Marroquín agrega que también tiene una mejor transferencia de datos con menos interferencias.
Cada año, Bluetooth Market Update proporciona las últimas tendencias y pronósticos de la tecnología Bluetooth. Con proyecciones de mercado e información de la industria de ABI Research y varias otras firmas de analistas.
Una de las últimas noticias que circula es la transmisión de audio a tantos receptores como se desee gracias a la próxima especificación de audio de transmisión Auracast de Bluetooth.
Marroquín agrega que el Bluetooth seguirá evolucionando. El IoT o Internet de las Cosas permite que muchos aparatos se conecten a Internet y envíen información lo cual hace que aparezcan nuevas modalidades de interacción. Todavía queda tiempo para seguir explorando posibilidades, agrega. Entre algunos aspectos que están presentes y seguirán evolucionando están las relacionadas con el monitoreo de la salud.
Los rastreadores de actividad física y bienestar con Bluetooth experimentarán un crecimiento de 1,2 veces en los próximos cinco años, aumentando de 87 millones este año a 100 millones de envíos anuales en 2026.
El futuro parece prometedor. Actualmente Bluetooth SIG es una comunidad global de más de 36 mil empresas que sirven para unificar, armonizar e impulsar la innovación en la amplia gama de dispositivos conectados que nos rodean. Se estima que solo en 2022 se enviarán 5 mil millones de dispositivos habilitados para Bluetooth y se espera que esta cantidad crezca a 7 mil millones en 2026, según ABI Research.
Cuidado con la seguridad
Marroquín explica que los protocolos hacen que los teléfonos o dispositivos anuncien o transmitan información de estar disponibles para el intercambio de información y esto en ocasiones no es demasiado seguro, “los ladrones están evolucionando y pueden reconocer información valiosa del usuario y robarla, aunque estos estándares se tratan de mejorar”, agrega.
“Lo más interesante bajo mi punto de vista es la comunicación que se puede dar en las redes de área personal que se utiliza para aplicaciones de deportes, equipo médico y wearebles, entre otros en donde se intercambia información de manera inalámbica”, dice Marroquín.
En general los wearables o tecnología ponible (objetos tecnológicos que se pueden llevar puestos) como son conocidos estos gadgets monitorean la salud e incluso llegan a controlar los hogares inteligentes. Son una extensión de lo que se conoce como dispositivos de la Internet de las Cosas que intentan que la vida diaria sea más saludable y cómoda al reducir el tiempo de exposición a la pantalla de los teléfonos.
Es un mercado que se espera que en los próximos años tenga un crecimiento de 12,5% anual, para superar los 118 billones de dólares en 2028. No obstante, si bien los wearables están siendo parte de la vida cotidiana, también recopilan más datos y se conectan a un número cada vez mayor de otros sistemas inteligentes.
“Los actores de amenazas tienen múltiples formas de monetizar los ataques a los wearables inteligentes y al ecosistema relacionado de aplicaciones y software. Podrían interceptar y manipular datos y contraseñas y desbloquear dispositivos perdidos o robados. También existen posibles preocupaciones de privacidad sobre el intercambio encubierto de datos personales con terceros”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
ESET comparte que hay múltiples elementos que forman parte del dispositivo que son susceptibles de recibir ataques si la seguridad y la privacidad no han sido consideradas adecuadamente por el fabricante.
Para minimizar los riesgos, ESET comparte que es importante tener ciertos cuidados como cambiar la configuración para evitar cualquier emparejamiento no autorizado, elegir proveedores de wearables de buena reputación, así como examinar con frecuencia los ajustes de privacidad y seguridad para asegurarse de que están configurados correctamente. También sugiere no sincronizar dispositivos portátiles con la puerta de la casa