Los dientes sanos son importantes para la salud general de su bebé, ya que estos ayudan a comer y a formar sonidos y palabras. También afectan la forma en la que crece la mandíbula. Por ello, tener los cuidados necesarios de los dientes es vital para evitar infecciones, enfermedades u otros problemas dentales. Además, es ideal enseñar a sus hijos el cuidado oral para establecer buenos hábitos conforme su crecimiento.
La aparición del primer diente en el bebé provoca emoción para los padres, así como cuando continúa el brote de las demás piezas. Un diente está compuesto por varios tejidos: una vena o arteria que puede dar origen a la dentina, el tejido mineralizado del nervio del diente, más el esmalte, el tejido más duro del cuerpo humano, explica Esthefani Solís, dentista pediátrica.
Las primeras piezas es común llamarlas “dientes de leche”, ya que la cultura popular los relaciona con el color blanco de la leche y un tono azulado, característicos de la leche pura. Estos comienzan a aparecer entre los cuatro y siete meses, aunque cada bebé es diferente y crece a su propio tiempo.
Los primeros dientes en aparecer son los incisivos inferiores, también conocidos como incisivos centrales. Luego, entre 4 y 8 semanas, siguen los cuatro dientes incisivos superiores (centrales y laterales). Aproximadamente un mes más tarde, aparecerán los incisivos inferiores laterales (los dos dientes ubicados a ambos lados de los incisivos inferiores centrales).
Los siguientes dientes que salen son los molares de leche (o muelas, ubicadas en la parte posterior de la boca, que se utilizan para triturar los alimentos) y, por último, salen los caninos superiores (los dientes puntiagudos de la mandíbula superior).
Signos
Cuando a los bebés les empiezan a salir los dientes es posible que babeen más y que quieran morder más objetos. Hay bebés, a quienes la dentición (período en que comienzan a tener dientes) no les resulta dolorosa. Otros experimentan breves períodos de irritabilidad, y hay otros que muestran inquietud de varias semanas de duración, con episodios de llanto y alteraciones de los patrones de sueño y alimentación.
A pesar de que unas encías sensibles, doloridas e inflamadas durante la dentición puedan hacer que la temperatura del bebé aumente ligeramente, la salida de los dientes no debería causar fiebre alta ni diarrea. Si su bebé presenta estos síntomas es probable que haya algo distinto que le está provocando la fiebre.
“La dentición puede ser un proceso molesto, si su bebé está muy irritable, tiene fiebre o diarrea lo mejor es hablar con el médico para que lo chequee y así se determine la razón de su incomodidad y los síntomas”, dice Juan Carlos Romero, pediatra.
Si no es necesario acudir al médico, pero su bebé no deja de llorar o se queja de la molestia en las encías, estas son algunas recomendaciones para hacer más llevadera la dentición:
- Limpie constantemente la cara de su bebé con un paño suave para quitarle el exceso de babas y que no se le irrite la piel.
- Dé al niño un anillo de dentición frío o una toalla fría para masticar o chupar, esto ayudará a desinflamar las encías. Déjela en el refrigerador por 30 minutos o antes de que se congele. Esta no debe estar muy dura, para evitar que las encías del bebé, que están hinchadas, tengan que hacer presión y se lastimen más. También puede optar por dar algo que pueda morder, asegurándose que sea lo suficientemente grande para evitar que se lo trague.
- Algunos padres de familia suelen dar alimentos fríos, como helados, durante el proceso de dentición. Esta es una buena opción solo si el niño ya come alimentos sólidos. No olvide observar atentamente al niño mientras come, para comprobar que el helado no se haya roto en fragmentos muy pequeños que podrían suponer un riesgo de atragantamiento.
- Lávese muy bien las manos y frote las encías con un dedo limpio. Hágalo despacio y suave. Al terminar no olvide lavarse las manos.
- Antes de dar cualquier medicamento a su bebé, consúltelo con su médico. Incluso, pregúntele al dentista o pediatra si puede darle paracetamol o ibuprofeno para aliviar las molestias.
- No coloque una aspirina sobre los dientes del bebé, si frote las encías con alcohol, esto podrían causar problemas en la salud de su hijo.
¿Cuándo cepillar los dientes?
Los especialistas coinciden en que el cuidado dental comienza antes de que salgan los primeros dientes, ya que, aunque no los veamos, los dientes ya están allí. Estos se comienzan a formar en el segundo trimestre del embarazo. Así que cuando nace ya tiene 20 dientes de leche, algunos de los cuales completamente desarrollados dentro de su mandíbula.
Los dientes de leche son importantes, porque además de ayudar a masticar y hablar, estos guardan espacio en las mandíbulas para cuando salgan los dientes permanentes que están creciendo debajo de las encías. Cuando se cae una pieza demasiado pronto, los dientes permanentes pueden moverse hacia el espacio vacío y hacer difícil que otros dientes encuentren su sitio.
Antes de que empiecen a salir los dientes puede pasar un paño húmedo, después de cada comida, por las encías para eliminar cualquier bacteria nociva. Esto ayudará a mantener su boca limpia.
Cuando ya empiecen a salir los dientes, cepílleselos con un cepillo de dientes para lactantes. Utilice agua y una pequeña cantidad de pasta de dientes, aproximadamente del tamaño de un arroz. Esto debido a que es vital la cantidad de pasta que traga su bebé. A los dos años, aproximadamente, el niño debería aprender a escupir mientras se cepilla, así evitará darle agua para que se enjuague porque puede facilitar que trague pasta de dientes.
Puede utilizar pasta de dientes que no contenga flúor, ya que es más segura si su bebé la traga. Sin embargo, consulte a su médico cual es la más recomendable según las características de los dientes y encías de su bebé.
Hasta que los dientes se comiencen a tocar entre sí podrá utilizar hilo dental para pasarlo entre dientes adyacentes. Hágalo suave y despacio, para que el bebé no se incomode y llore.
Alimentación y dentición
“Hay que tomar en cuenta que, si no se tienen buenos hábitos alimenticios los bebés también puede desarrollar caries. Es común que los pequeños se queden dormidos succionando del biberón, pero esto puede dañar su dentadura porque si los azúcares de los jugos o la leche quedan adheridos a los dientes durante varias horas podrían corroer el esmalte dental y provocar una afección llamada boca del biberón o caries del lactante”, dice Andrea Bonilla, nutricionista.
Cuando se tienen dientes de leche es importante consumir lácteos, alimentos ricos en grasas mono-poliinsaturadas como las nueces, avellanas o almendras y alimentos precursores de vitamina D como cereales, frutas y verduras. También se recomienda evitar azúcares y carbohidratos fermentables.
“Para mantener una buena alimentación que ayude al crecimiento y salud de los dientes debemos incluir en las comidas de los niños proteínas, calcio, vitaminas A, C, D y K ya que estas ayudarán a mantener las encías saludables y a desarrollar el esmalte de los dientes”, enfatiza la especialista.
Visita al dentista
La Asociación Dental Americana recomienda empezar a llevar a los niños al dentista alrededor de su primer cumpleaños. En la primera visita, el dentista le explicará las técnicas adecuadas para cepillarle los dientes y para utilizar el hilo dental con su bebé mientras él esté sentado en su regazo, explica el portal Kidshealth.
Esthefani Solís, dentista pediátrica, comenta que no es necesario esperar hasta el primer año. La visita al médico se puede hacer desde el momento en que salen los dientes, ya que la visita podría ayudar a detectar problemas tempranos, a guiar a los padres a cuidar la salud bucal de sus hijos y al bebé le ayudará a acostumbrarse a visitar al dentista.