Escribo la presente colaboración consternado y triste por las terribles imágenes y videos que mostraban la barbarie en la que se convirtió el estadio Corregidora en Querétaro, en el marco del partido entre Gallos Blancos y el Atlas. Dantescas, tristes, inhumanas, pero, sobre todo, vergonzosas. Urgen acciones sin precedente del presidente de la Femexfut, Yon de Luisa, así como del presidente de la Liga BBVA Mx, Mikel Arriola, urgen. Ya basta.
Imágenes de supuestos seres humanos golpeando a congéneres inertes en el piso a patadas, golpes, sillazos, desgarradoras, pues. Algunos supuestos aficionados que, en realidad, por lo visto, son hampones, delincuentes, que no valoran la vida de los demás, golpeando a seres inertes. Fueron decenas de imágenes increíbles, pues la saña con la que agredieron a los “rivales” es de personas sin principios, sin valores, sin amor. Me queda claro que son seres podridos por dentro. Al momento de escribir esta colaboración no se han reportado oficialmente fallecimientos, sólo heridos graves, sin embargo, por la salvaje manera en que muchos atlistas eran golpeados con saña asesina por supuestos seguidores de los Gallos, el rumor generalizado es que hay varios muertos, una tragedia mayúscula.
Hace años que llegaron las imitaciones a las barras sudamericanas, en mala hora, desde que el Pachuca, un club muy importante por su trascendencia no sólo en la cancha, sino en muchos otros aspectos, decidió traer de Argentina a líderes de las barras de aquel país para formar grupos de animación, terrible error del equipo hidalguense tan lleno de aciertos y trascendencia. Lo más preocupante aún es que muchos clubes en nuestro balompié, casi todos, no sólo han seguido el modelo de animación, sino que los financian, los apoyan, les regalan entradas y son un verdadero peligro, pues no son reales aficionados, son, en su mayoría, hampones, delincuentes y, en muchos casos, narcomenudistas. Lo sabemos todos, quizá sólo los dueños del futbol lo desconozcan.
Siempre he criticado a esas barras, tan lejos de nuestras tradiciones futboleras y tan cerca del ilícito, de la violencia, de hechos lamentables. Llevo años por todos los medios a mi alcance señalando el peligro de apoyarlos, y siempre me había cuestionado en estas líneas cuántos muertos se necesitaban para que se tomaran acciones de fondo.
Hoy estamos tristes, pero aún más lo están en las casas de los agredidos.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, ha prometido en sus redes sociales que en su estado no hay impunidad, ojalá, ojalá que los responsables de tal violencia y agresión paguen tras las rejas su salvaje comportamiento.
Ya basta…
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