La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (Nasa, por sus siglas en inglés) ha descubierto el segundo planeta similar a la Tierra en una zona habitable del sistema planetario TOI 700.
Ya se sabía que este sistema tenía al menos tres planetas circulando a su alrededor, uno de ellos también en la zona habitable. Ahora, los especialistas descubrieron el TOI 700, que podría contener agua líquida en su superficie y, al igual que la Tierra, es el tercer planeta de su sistema, de acuerdo con una diagramación divulgada por la Nasa.
El planeta tarda 28 días en orbitar su estrella (su sol). Es un exoplaneta con 95 % el tamaño de la Tierra y es probable que sea rocoso. Los datos fueron obtenidos por el satélite de sondeo de exoplanetas en tránsito que forma parte de una misión exploradora de astrofísica de la Nasa y es operada en Cambridge, Estados Unidos, por el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Algunos expertos citados por la prensa internacional en los últimos días suman a este descubrimiento su optimismo porque aseguran que de este exoplaneta se puede aprender mucho sobre su formación.
Señalan también que, considerando que el TOI-700 e es el segundo planeta del tamaño de la Tierra que ha sido descubierto en una zona habitable, esto se traduce en un potencial mayor debido a que puede ser capaz de sustentar vida.
El astrónomo chileno José Maza explicó al medio Meganoticias que el TOI 700 e y TOI 700 d al estar en la zona de habitabilidad, podrían albergar alguna forma de vida.
“Hay una pequeña duda porque están relativamente cerca de su estrella, que es más chica que el Sol, y aparentemente recibirían más radiación ultravioleta que lo que recibimos nosotros en la Tierra, pero están en la zona correcta para tener alguna forma de vida”, puntualizó.
Sistema. Este hallazgo permite estudiar de forma detallada este exoplaneta que no es tan lejano, ya que el sistema TOI 700 se ubica en unos 100 años luz de la Tierra, lo que permite que pueda ser rastreado en cualquier momento.
En ese sentido, su privilegiada posición ayuda a que los expertos puedan entender su potencial habitable, así como el de los otros exoplanetas a su alrededor que ya han sido identificados como TOI 700 b, el material cercano a la estrella, el TOI 700 c, el segundo en posición, y TOI 700 d, que se ubica en la zona habitable después del e, similar a la posición de Marte en el sistema solar.
El planeta d, por ejemplo, fue el primero que identificaron en la zona habitable y es similar en tamaño a la Tierra, pero un 10 % más grande que TOI 700 e.
Emily Gilbert, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, acotó que este es uno de los pocos sistemas con múltiples planetas pequeños en zonas habitables, y lo que saben hasta ahora del sistema TOI 700, es que su sol es pequeño y frío, lo que se conoce como una enana roja de clase espectral M.
Por otra parte, el análisis preliminar de los astrónomos indica que es probable que TOI 700 e siempre mire hacia la estrella, como lo hace la Luna con la Tierra, a causa de que esté bloqueado por mareas.
Otros candidatos. Han sido varios candidatos como planetas potencialmente habitables, que en síntesis son aquellos que se encuentran en la zona habitable de su estrella y que tienen la posibilidad de albergar agua líquida en su superficie.
En los últimos años, los avances en la tecnología de detección de planetas han permitido a los astrónomos descubrir cientos de planetas fuera del sistema solar. Un ejemplo es Kepler-186f, un planeta más o menos del tamaño de la Tierra que órbita alrededor de una estrella enana roja a una distancia que le permite tener agua en estado líquido.
Otro es Kepler-438b, un exoplaneta que fue descubierto en 2015 por la misión Kepler de la Nasa y se encuentra a unos 640 años luz de la Tierra en la constelación de Lyra.
Una de las características más notables de Kepler-438b, además de encontrarse en una zona habitable de su estrella, es que también es similar en tamaño y masa a la Tierra, lo que aumenta las posibilidades de que tenga una estructura interna similar.
Pese a que todos estos planetas son prometedores, todavía se necesitan realizar más investigaciones para determinar si realmente son aptos para albergar vida tal como la conocemos.
En ese sentido, los astrónomos están utilizando telescopios y otros instrumentos para estudiar la composición de la atmósfera y la superficie de los planetas.