Alberto Fernández, presidente argentino, tras reuniese con el canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró que ni su país, ni ningún otro de la región latinocaribeña “está pensando en enviar armamentos” a Ucrania, ni a ningún otro conflicto, y que el interés es alcanzar «el fin de las hostilidades lo antes posible».
Vale destacar que previamente, el 25 de enero pasado, el Gobierno de Gustavo Petro, en Colombia, señaló que su nación no enviará material bélico a Ucrania en contra de Rusia, mientras que cinco días antes, el presidente de brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, dejó claro en una reunión del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil con el alto mando militar de esa nación, que su gobierno rechazó una solicitud del Gobierno Alemán para enviar armas a Ucrania en contra de Rusia, según recogió el pasado 20 de enero Folha de Sao Paolo.
Otro dato relevante es cómo el Pentágono (ministerio de Defensa de EEUU) admitió haber entablado conversaciones con varios gobiernos latinoamericanos para que éstos últimos enviaran sus armas de fabricación rusa a Ucrania a cambio de sus similares estadounidenses, confesión que hizo la generala estadounidense Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EEUU; flota que despliega ese país norteamericano en aguas latinocaribeñas y que son percibidas por los gobiernos progresistas como un método de intimidación.
¿Paradoja? Fernández: Scholz quiere frenar el conflicto
Fernández, en la rueda de prensa, también destacó «el daño que está causando en el hemisferio sur» la guerra entre Rusia y Ucrania y enfatizó en las repercusiones del conflicto en «los precios de los alimentos y el hambre».
El jefe de Estado argentino dijo además, contestando a los periodistas reunidos en la rueda de prensa conjunta que protagonizó junto al jefe de Gobierno Alemán ala salida de su reunión en el Palacio San Martín, que ambos coinciden en la necesidad de frenar hostilidades y perdidas de vida. «En esto estamos absolutamente de acuerdo en trabajar juntos», expresó.
Sin embargo, Berlín aprobó el envío de vehículos blindados de asalto Leopard 2 a Ucrania, con lo cual desbloqueó la posibilidad de que terceros países que hayan adquirido esa tecnología alemana de guerra también envíen unidades al teatro de operaciones en Ucrania, lo que analistas y Moscú estiman como una manera de perpetuar el conflicto al apertrechar a Kiev, lo que ralentizaría una salida negociada.
La aseveración de Fernández de que el canciller alemán quiere finalizar el conflicto, resulta paradójica en el contexto de que esté buscando más armas para continuar la guerra.
En esa misma lógica, Scholz refirió este 26 de enero ante el Bundestag (Parlamento de su país) que su Gobierno quiere «evitar la escalada de este conflicto y prevenir una guerra entre Rusia y la Otan (Organización del Tratado del Atlántico Norte)», mientras, frente a la presión de los más entusiastas de la guerra, justificaba el retraso para enviar tanques explicando que esa debía ser una decisión en estrecha cooperación con los socios Otan.
Tras finalizar su visita Argentina, Scholz inició este domingo su primera visita a Chile y luego, este lunes, viaja a Brasil.
Petro: Constitución colombiana tiene por mandato la paz
El pasado miércoles, Petro informó que Washington le había hecho la de la entrega de el equipo militar de frabricación rusa a Ucrania, ante lo cual les respondió que «la Constitución colombiana tiene por mandato la paz», y por eso «ningún arma rusa que esté en Colombia va a ser usada en Ucrania».
«No estamos de parte de nadie. Estamos de parte de la paz. Por eso, ni una unidad del equipo militar ruso, esté en las condiciones que esté en nuestro territorio, se utilizará en ese conflicto», dijo.
«En una de las conversaciones, la general [Laura] Richardson y otros representantes de Estados Unidos me dijeron que ante la imposibilidad de Colombia de mantener el armamento ruso en estado activo, lo harían ellos y lo enviarían a Ucrania», declaró Petyro a a TASS.
Lula no participará en la guerra
En el caso de Lula, éste dejó claro el rechazo a la solicitud de Scholz para el envío de munición de carros de combate a Ucrania en una reunión del PT con las Fuerzas Armadas brasileñas y el ministro de Defensa, José Múcio
Folha de Sao Paolo señaló que negativa se presentó la víspera de la destitución del comandante del Ejército de Tierra, general Júlio César de Arruda, a raíz su posición tras los ataques golpistas del 8 de enero.
Alemania habría pedido a Brasil entregar a Ucrania los tanques Leopard 1; con un antiguo cañón de calibre de 105 mm que sólo se opera en el país amazónico.
La solicitud alemana de involucrar a Brasil en el conflicto contra Rusia coincide cpon el anuncio, en noviembre pasado, del ministro de Defensa de Ucrania, Oleksi Reznikov, de que pediría al Gobierno de Brasil municiones para los tanques antiaéreos Gepard.
«Enviaré una señal a su gobierno porque tiene la oportunidad de proporcionarnos municiones para Gepard», dijo Reznikov en esa oportunidad.
Incluso el Gobierno del expresidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro se declaró neutral en la guerra de Ucrania, y fue presionado por las derechas europeas y de EEUU cuando se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú, apenas iniciado el conflicto bélico en febrero de 2022.
Lula quien mantiene la neutralidad cuestionó anteriormente el «espectáculo» del mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, al fomentar la guerra en su propio país. Lula también reprochó al ucraniano haber cambiado la mesa de negociación por los parlamentos europeos, recoge Europapress.