Este martes 7 de febrero, cuando se cumplen dos meses de detención de Pedro Castillo en Perú, justo después de ser destituido por el Congreso que inmediatamente colocó en el poder a Dina Boluarte, El Salto publicó una entrevista exclusiva en la que el político, quien asegura que quiso desobedecer a «grupos de poder económicos sociales… poner al pueblo por encima de todo».
Vale recordar que desde el momento de su detención iniciaron en Perú las protestas que suman más de 60 fallecidos sólo producto de la represión ordenada por Boluarte y que sumen al país en una profunda y violenta crisis política e institucional, los descontentos se manifiestan desde varias zonas de la nación andina y se trasladan a la capital, Lima, exigiendo la renuncia de la jefa de Estado impuesta por el Parlamento, elecciones adelantadas y una Asamblea Constituyente que había prometido Castillo.
Ese 7 de diciembre de 2022 se agravó la crisis política que mantuvo estancado el Gobierno de Castillo con el cambio forzoso de cientos de ministros, persecución legislativa y judicial contra el Ejecutivo que encabezaba el maestro de escuela rural que llegó a la presidencia a través de los votos y que representó el primer mandato de alguien ajeno a las élites de la historia peruana en casi 200 años.
El equipo de El Salto entrevistó en exclusiva a Castillo en Barbadillo, el penal de máxima seguridad donde se encuentra recluido también Alberto Fujimori, siendo este último expresidente del Perú condenado por crímenes de lesa humanidad por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.
Durante la entrevista que se realizó a través de preguntas que llegaron a Castillo mediante la visita que realizaron abogados entre ellos los argentinos Eugenio Zaffaroni, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y Guido Croxatto, director de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de Argentina, el político recluido en una cuestionada medida preventiva y acusado de sedición, señaló que él se considera aún presidente de Perú.
Vale destacar que Zaffaroni y Croxatto fueron acompañados por el equipo legal del presidente, a saber, la abogada Indira Rodríguez Paredes y el abogado Wilfredo Robles y la entrada de los abogados argentinos fue, según denuncia El Salto, entorpecida por el Instituto Nacional Penitenciario de Perú, que se centró en poner trabas e inconvenientes para que dicho encuentro no se llevara a cabo.
«La reunión finalmente pudo darse: de este encuentro han salido las notas que constituyen esta entrevista, realizada de forma oral y manuscrita entre los últimos días del mes de enero y la primera semana de febrero. Todos los aparatos de grabación, incluidos los móviles, estaban prohibidos expresamente», señala la entrevista.
Castillo teme por su vida frente al odio y el racismo
Consultado respecto a su seguridad, Castillo señaló que teme por su vida desde que pasó a la segunda vuelta en las elecciones que finalmente lo designarían como presidente el 28 de julio de 2021 y que la incitación al odio y el racismo desde la derecha constituye un riesgo para él, para su familia y para toda la militancia de izquierda en el país.
«Sí, temo por mi vida en este momento. En Perú no hay ningún tipo de seguridad ni jurídica, política ni civil. Debo decir que no temo por mi vida desde ahora, temo por mi vida desde la segunda vuelta de la campaña para ser presidente», denunció.
«Hubo persecución política desde que estaba en campaña, la derecha se ensañó conmigo y mi familia, sobre todo con mis hijos menores y mi esposa. Nos difamaron, nos terruquearon [acusación de terrorismo a militantes de izquierdas], no nos dejaban desarrollarnos de manera personal ni tampoco en mi Gobierno. El acoso fue constante, diario y perturbador. Estas acciones incitaban al odio y racismo.
Señaló además haber «recibido amenazas de muerte de números desconocidos».
«Mis hijos y esposa también. Por eso es que procuré, en todo momento, que mis hijos tengan seguridad, ya que son lo más preciado que tengo. Seguridad para mi hija pequeña, para mi hijo joven, para mi hija mayor y para mi esposa», exigió.
Resaltó que sufrió maltratos desde la derecha desde donde lo señalaban de ser un ‘terrorista’. «Me han querido herir, yo diría que hasta asesinar. Por ejemplo, en Tacna sufrí una situación en la que varias personas de extrema derecha me golpearon con pernos y fierros [piezas de metal], fui herido pero no denuncié. Ese es uno de los recuerdos más vivos que tengo de la campaña de la segunda vuelta», dijo.
«También he recibido amenazas públicamente, por ejemplo, de Rafael López Aliaga [empresario de extrema derecha y alcalde de Lima], quien pedía que me mataran abiertamente. Él decía en su mitin: ‘Muerte a Castillo'», denunció.
También señaló que no ha podido comunicarse con su familia y que teme por la seguridad de ellos, explicó que las agresiones contra él y contra su familia llegaron al extremo de impedirle estudiar a su hijo en un colegio cuando descubrieron su parentesco y destacó el acoso que sufrió su hija pequeña luego de que se filtraran imágenes de una fiesta de cumpleaños que le organizaron y que aún rodeada de seguridad la niña era insultada por las calles «le gritaban: “Eres hija del burro”, y ella lloraba y se sentía mal. Atacaron a mis hijos menores para atacarme a mí», señaló Castillo.
Castillo repudió como «el racismo histórico que ha vivido y sigue viviendo el Perú, así como el clasismo y la desigualdad social y económica son la razón por la que hoy se vive una masacre y múltiples violaciones a derechos en Perú», Luego aseguró los crímenes contra el pueblo peruano «los abogados con firmeza y valentía llevarán a instancia internacional».
Boluarte y el fujimorismo
Consultado respecto a la relación de Boluarte con el fujimorismo y la oligarquía peruana, Castillo contestó quequien fuera su compañera de fórmula para la vicepresidencia y luego designada mandataria interina tras el derrocamiento «trabaja con el Fujimorismo, todos ellos organizaron el complot».
«Ella (Boluarte) tiene el apoyo y lo sé muy bien. Todo estaba preparado con la policía y las fuerzas armadas. Ella, la Fiscalía, la derecha peruana, sobre todo el Fujimorismo», denunció.
Explicó en la entrevista que que ahora sabe que Boluarte «tenía acercamiento con la derecha peruana desde antes del 7 de diciembre del 2022. Ella tenía y tiene amistad con la derecha. Se han aliado, conversado y eso fue desde antes, según sé ahora», dijo.
«Ella contrató a personas del Fujimorismo en el Ministerio, nunca le dio la oportunidad a quienes son del pueblo y las regiones. Y ahora ha quedado expuesta, ha llamado a toda la derecha más violadora de derechos humanos a un gabinete. La lista es conocida. Ella solo aparentó ser demócrata hasta que ahora ya es evidente su verdadera personalidad», aseguró y la tildó de dictadora.
Es el momento de la Constituyente
Pedro Castillo señaló también en la entrevista a El Salto que «es el momento constituyente. No vamos a buscarlo, la historia nos busca. Cambiar la constitución es el sentir del pueblo, salir del legado fujimorista. Me reafirmo en que necesitamos una Asamblea Popular Constituyente».
Destacó respecto a la negativa del Parlamento a adelantar elecciones que «el Congreso está deslegitimado» y sus acciones son ajenas a la voluntad popular por que no está «en sincronía con los pueblos», y que «la mayoría (en el Parlamento peruano) sigue los guiones en medios de comunicación.
«Por ejemplo, ¿por qué no hacen un pleno en una región? A ver, que vayan a Ayacucho, Puno, Apurímac, Ica, Cusco, regiones con asesinados a manos de la policía y las fuerzas armadas. El pueblo les dirían lo que piensan. Que salgan de la burbuja del Congreso y vayan a conocer lo que piensa el pueblo realmente», espetó.