Turistas ignoraron la norma de no acercarse al animal y por ello autoridades decidieron sacrificarla
Un hecho bastante injusto que encendió las redes, sucedió el pasado domingo en Noruega; una morsa fue sacrificada por considerarla riesgosa para las personas que visitaron el fiordo de Oslo, un espacio turístico que atrajo a propios y visitantes a propósito de las vacaciones de verano.
Una vez más un inocente animal sufre las consecuencias de una humanidad que se considera dueña y señora de todo lo que le rodea: animales, ecosistema, minerales, etc. Cuando la pura verdad es que somos bastante invasores y nada respetuosos del planeta que nos nutre y del cual formamos parte.
Esta mirada individualista y antropocentrista, heredada de generación en generación fue la excusa idónea para que las autoridades de Noruega se hicieran del derecho de sacrificar a un animal de 600 kilos, que su único delito fue posarse a tomar el sol en una de las embarcaciones cercanas a su habitat natural: el mar.
Lea la información completa en Tumascota.life