Lapatilla
Savannah es una de las ciudades más atractivas de Georgia elogiada por su arquitectura colonial, la belleza de sus bosques y riqueza cultural. En el corazón de esta urbe, cerca de las vías del tren, una esplendorosa casa color amarillo de dos pisos edificada en 1915 conduce a los norteamericanos a un mundo de sensaciones, aromas y texturas donde el café es el protagonista. La icónica fachada se llama “Troupial”, inspirada en nuestra ave nacional, gracias a la propuesta culinaria de una joven oriunda de Mérida.
El concepto ideado por la ingeniera María José Laprea Rodríguez pasó de ser una experiencia nostálgica de una pequeña cafetería a convertirse en el restaurante más popular de la región por su menú refinado y a la vez tan hogareño. Al mejor estilo tradicional de la pisca andina, pancitos de guayaba, arepas y golfeados, pinceló el sueño que siempre anheló. El proceso de producción fue extenuante, pero se tomó cada sorbo sin prisa y con orgullo contó a La Patilla el esfuerzo detrás de este tesoro gastronómico con sabor a Venezuela.
Por: Elizabeth Gutiérrez | lapatilla.com
Majo, como todos la conocen, tiene herencia andina e italiana, y desde que era niña el café recién hecho de cada mañana en su hogar le impregnó una pasión que más adelante se convertiría en su esencia predilecta.
“Es parte de mi sangre materna y paterna. Mi familia materna, los Rodríguez son una familia grande y muy unida oriunda de Tovar, Mérida. Todos crecimos con recuerdos de fincas, cafetales y trapiches aunque por muchos años la tierra dejó de ser productiva. De mi lado paterno, hay amor al ‘espresso’. Mi papá nació en San Fernando de Apure y se crió en Mérida pero las raíces de los Laprea son italianas. Nadie ama un ‘espresso’ como lo hacen los italianos”, relató.
En 2012, al graduarse como Ingeniera en Electrónica en la Universidad Rafael Belloso Chacín en Zulia, luego de intentar estudiar Física en la Universidad de Los Andes, María José fijó rumbo hacia Argentina y comenzó una nueva vida con muchas metas por cumplir.
“Terminé mi carrera y partí al lugar que me haría reconocer desde la nostalgia que mi amor por el café era mucho más que una taza por la mañana. Fue donde descubrí que era mi pasión para siempre”.
Una nueva historia en Savannah
Laprea reconoció que más pronto que tarde decidió armar las maletas nuevamente y dirigirse mucho más hacia al norte, a Estados Unidos, para reencontrarse con su familia en una histórica ciudad costera de Georgia.
“Estados Unidos, especialmente Savannah, fue el lugar de encuentro con mi familia materna ya que gran parte de ella se mudó a esta zona hace unos 25 años. Para mí era más simple coincidir con todos allá que en Argentina -aunque amo Argentina con la misma pasión de un porteño por el fútbol- pero mi amor a ese lado mayoritario de la familia me puso aquí”, recordó.
María José destacó que su decisión se basó en los sentimientos más profundos que habitaban en su corazón. “Savannah es afortunadamente una cuna de artistas que permite vivir alimentando los sueños. Creo que eso también influyó en mi decisión de echar semillas en este hermoso lugar”.
Troupial siempre fue una idea sin colores ni forma pero con mucho aroma desde el año 2012, según comentó Majo. Para ella, todo surgió ante la nostalgia de descubrirse deprimida porque no tomaba un buen café.
“En Mérida siempre hubo un café -aunque comercial- fresco, de origen, con sabor y trazabilidad. En aquel momento, en Argentina no y entonces quien era mi compañera de vida, mi prima Maya García, me llevó al lugar que cambió mi vida y por el que di un giro drástico para redireccionar mi vida hacia mi verdadera felicidad”.
Es por ello que decidió instalar una especie de cafetería, pero que también presentara un poquito de nuestra gastronomía local, aquella que deleita paladares en cualquier rincón del mundo. “Porque el café es mi religión. Es el ingrediente que me conecta con la tierra, conmigo, con mis amigos, mis familiares, con todo lo saludable del silencio”.
Dispuesta a volar alto
El nombre de la marca que decidió impulsar en Estados Unidos hace referencia a nuestra ave nacional, el Turpial, aunque escrito en inglés, y así María José trató de ganar la atención de los pobladores locales que desconocían las tradiciones y la gastronomía venezolana.
“El nombre surgió con mi primo Nicolás mientras era bartender en un restaurante familiar que tiene mi tío acá en Savannah llamado Rancho Alegre, un local clásico que lleva más de 21 años ofreciendo servicio gastronómico y apoyando el Jazz local”.
La casa amarilla es una antigua propiedad que se encontraba totalmente destruida y fue todo un reto transformarla para convertirla en el espacio perfecto donde actualmente disfrutan los lugareños y turistas. Majo admitió que aún sigue frente a uno de los mayores desafíos ya que Troupial ha crecido agresivamente en los últimos nueve meses desde que se abrieron las puertas en la sede principal el 29 de marzo de 2022.
“El proceso creativo fue muy fácil, era yo sola pincelando lo que mi memoria sensorial añoraba, pero sobre todo lo que sentía le hacía falta al mercado local. El momento más difícil es ahora. Nos tomó más de 15 meses iniciar la renovación de la casa victoriana construida en 1915, que es Patrimonio Histórico de Savannah, pues el Covid-19, si bien significó una oportunidad para mí, retrasó todo el proceso de renovación de esta casa que en mi mente veía como el nido amarillo del Turpial. Recopilamos mobiliario de la época comprado en subastas y luego reparado para también recuperar el alma de esa vivienda que fue construida justo cuando el ‘Art Déco y Nouveau’ escribían la historia del período artístico más hermoso y elegante”.
Majo, además de ser la creadora de todo el concepto de Troupial, también es la barista principal, chef y panadera. No obstante, está encargada del marketing de su emprendimiento. Sin embargo, reconoció que hay un equipo maravilloso que la apoya día a día para ofrecer al público el mejor servicio.
“Esperanza Aguilera, mi tía y mano derecha es uno de los pilares de Troupial. Miguel Rodríguez, mi tío y hermano menor de mi mamá quien me apoya desde la producción hasta el diseño web. Natasha Torres y Moisés Bernal, caraqueños, quienes son la cara saludable e inagotable que reciben día a día orgullosos de nuestro proyecto a nuestros clientes, Laura Morales (boricua) y Marivi Márquez (merideña) a cargo de la producción de panadería, José Manuel Aguilera (llanero traído directo de Apure) al mando de nuestros pasapalos, Nicolás Moscosa (mi primo norteamericano) como asistente de servicio, auxiliar de Barista, anfitrión y todo lo que sea necesario. Zhazhee Rabbit mi amiga local que ama Troupial y forma parte de lo que haya que hacer para que nuestro proyecto se mantenga vivo”, mencionó.
Asimismo, dejó claro el respaldo de otros integrantes de su familia que se han unido al proyecto. Pero como el crecimiento de esta popular cafetería no se detiene, planea ofrecer nuevas experiencias a sus comensales con el auténtico toque criollo.
“Actualmente Oscar Abaunza (de Puerto Ordaz) está al mando de una muestra de comida callejera auténtica que estamos ofreciendo tres veces por semana en la ciudad. Estoy esperando la llegada de Luis Camacaro con quien tendré el placer de diseñar la experiencia nocturna que sueño en un lugar tan elegante e inspirador como lo es nuestra casa amarilla. Por supuesto, con sabores venezolanos”.
Identidad, sabor y tradición
Troupial ya es parte de la identidad de los norteamericanos en Savannah, pues la taza de café no puede faltar en su menú diario, ni las arepas, tequeños, pastelitos andinos, golfeados y otros platillos más. “Manejamos cinco masas con las cuales trabajamos panes dulces como el de guayaba, guayaba y queso que yo lo llamo Tovar en mi carta por un recuerdo de mi niñez visitando a los abuelos, masa rústica con la que hacemos nuestro pan francés, masa suave para cachitos, masa especial para golfeados, de yuca para nuestras almojábanas y por supuesto maíz para nuestras arepas. Horneamos pan de jamón todo el año”.
Figurar en los primeros lugares para que los estadounidenses se atrevan a degustar una pisca andina durante el primer bocado del desayuno es cuestión de buena sazón y dedicación, virtudes que Majo fusiona de forma innata. “Nací en Mérida. Necesito tener pisca en mi menú de desayuno. Al público le encanta. Sale acompañada con un café negro filtrado bajo el método alemán llamado Chemex”.
En este camino, los coterráneos se suman a los fieles seguidores de Troupial. “La mayoría de los venezolanos en Georgia agradecen el esfuerzo enorme que hacemos por emprender y mantener nuestro concepto que está basado principalmente en la calidad. Muchos otros comentan que no sabe lo que sabía en Venezuela, y tiene sentido, se hace con ingredientes locales. Los perfiles de las tierras son totalmente distintos”, aseveró.
Pero más allá del sabor a nuestras raíces, María José conoce y comparte el secreto de un buen café. “Debe haber consistencia, técnica y sobre todo trazabilidad. Hablando desde lo emocional, el secreto de un buen café radica en la energía, momento, que promueve en cada uno de nosotros”.
Aquel proyecto que nació desde el corazón, inicialmente era una pequeña cafetería de especialidad, hoy día es un reconocido restaurante. Majo indicó que más allá de los bosquejos que trazaron la idea, Troupial proyecta consolidarse como el mejor servicio gastronómico que promete gratas experiencias en la zona “levantando la bandera venezolana en este 2023”.
María José, muy apegada al tricolor que lleva en sus venas, añora subir las montañas de Mérida y el aroma de los mercados callejeros que antes no apreciaba. Sin dejar a un lado, el susurro del río Chama y los sabores de las comidas locales, pero atada a ella existe algo aún más valioso. “Por supuesto, la alegría del venezolano, pero esa la llevo conmigo y la alimentamos todos los días en nuestro local“, puntualizó.