Con el Riesgo País superando los 2000 puntos, en una jornada fatídica para los operadores bursátiles, y la creciente preocupación de los inversores por la montaña de pesos que el Gobierno debe pagar en un corto plazo condujeron, junto con otros factores externos, a que el presidente Alberto Fernández debiera abstraerse de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles y monitorear de cerca lo que estaba ocurriendo el jueves en la Argentina.
Antes de pronunciar un encendido discurso con críticas a los Estados Unidos, el primer mandatario estuvo en comunicación constante con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Ya esta mañana, Fernández reconoció que se atraviesa un momento "tormentoso" a nivel global, con datos de inflación al alza en los Estados Unidos, pero sugirió que este escenario ya se barajaba en el Gobierno.
Fernández descartó que la situación pueda empeorar en la plaza bursátil. "Hemos decidido estar cerca del tema para monitorearlo, para intervenir si es necesario", dijo a El Cronista, durante una entrevista con medios argentinos que viajaron hasta Los Ángeles.
El Presidente también se refirió a la reciente aprobación de la primera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, aunque descartó grandes cambios en las erogaciones, admitió que el programa podría sufrir revisiones, a instancias del organismo multilateral de crédito y atendiendo el contexto internacional marcado por la elevación del nivel general de los precios.
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- Esta semana los bonos privados se derrumbaron y el riesgo país está en franca subida. ¿A qué atribuye esta reacción negativa de los mercados, justo después de aprobarse la primera revisión del FMI? ¿Están el Banco Central y Economía tomando cartas en el asunto?
- Ayer [por el jueves] hablé con Miguel Pesce y Martín Guzmán. Nosotros esperábamos que sobre esta época del año esto pudiera pasar, porque muchas empresas se desprenden de títulos para cumplir con obligaciones. Creo que la cosa se va a ir ordenando. Hemos decidimos estar cerca del tema para monitorearlo, para intervenir si es necesario. No creo que tengamos mucho más que eso por ahora.
- El FMI aprobó la primera revisión del programa, y se habla de posibles modificaciones en las metas trimestrales. ¿Qué balance hace? ¿Es posible una reasignación de partidas para mayor gasto social en un momento tan sensible para muchos?
- Nosotros no estamos pensando en acotar ningún tipo de gasto en materia social. En la Argentina hay un ritmo de crecimiento realmente muy importante. No tenemos intención que ese ritmo de crecimiento, este tren, se desacelere. Estamos monitoreando día a día, sabiendo que el crecimiento demanda dólares para los insumos y que, a pesar de que las exportaciones crecen mucho, por momentos se vuelve insuficiente para la cantidad de dólares. Es un tema que iremos corrigiendo poco a poco.
El Fondo ya ha dicho que es necesario recalibrar todo [el programa] por la inflación que se ha generado en los alimentos. Es un tema de preocupación en el mundo y por lo tanto, cualquier acción de recalibración que tengamos que hacer sobre lo que hemos programado tiene más que ver con una iniciativa del Fondo, que nosotros compartimos.
- Presidente, acerca de su su relación con la Vicepresidenta: en una semana muy particular, con recambio en el gabinete y reencuentro, ¿pudieron hablar de temas como el proyecto de renta inesperada?
- El proyecto de renta inesperada es algo que ya veníamos preparando con Martín [Guzmán] desde el día que anunciamos los bonos para los sectores más postergados.
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Era una decisión que yo ya había tomado elevar el texto al Congreso. Ahora el Congreso lo analizará y se verá. El Presidente soy yo y tengo un rol institucional; la Vicepresidenta es ella, y ocupa un rol institucional. Yo siento que hablamos cuando hace falta que hablemos.