Se trata de Juan Marquestau, quien mató a golpes a Nicole Peña en Mar Chiquita a fines del año pasado. Está con prisión preventiva a la espera del juicio.
Un hombre que está detenido en la Unidad Penal 15 de Batán por un salvaje femicidio ocurrido en Mar Chiquita, a fines de diciembre del año pasado, genera indignación en las redes sociales. El asesino confeso sube videos diarios a TikTok donde le cuenta a sus seguidores su día a día en la cárcel. Esto, mientras espera por el inicio de su juicio por femicidio.
Se trata de Juan Marquestau, el autor del crimen de la mujer de 29 años, Nicole Peña, a quien mató brutalmente a golpes.
El femicida comenzó a ser un usuario activo de la red social en febrero, y desde entonces publica diariamente contenido. Tiene poco más de 80 seguidores. En la mayoría de los videos se lo ve bailando, con una boina, y a veces hace participar a otros reclusos de sus posteos.
"Hola chicas, seguidoras, ¿cómo les va? Me estoy por dar un baño. Soy medio vergonzoso, pero bueno. Quiero mandarle un saludo a todas las amigas, a la que me siguen", se lo escucha en uno de los videos subido a la red social desde la ducha de la cárcel.
Este y otros tantos videos del recluso repercutieron más allá de TikTok con un rechazo masivo.
Marquestau está imputado de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio)”. Y permanece encarcelado desde fines del año pasado, luego de confesar de haber asesinado a la joven de 29 años en General Pirán, una localidad ubicada en el partido de Mar Chiquita.
El femicidio de la joven de 29 años
Nicole Peña fue reportada como desaparecida el 23 de diciembre del año pasado en General Pirán. Luego de una serie de investigaciones, se dio con el campo "La Providencia", lugar donde trabajaba Marquestau.
El femicida, que había sido pareja de la mujer asesinada, tenía una orden de restricción por violencia de género para con la mujer desaparecida.
Tres días después de la desaparición de Peña y por las pistas policiales, se realizó un allanamiento al establecimiento rural.
En el lugar se encontraron prendas de vestir, un par de ojotas de Peña, y en medio de un monte, un celular roto, propiedad de la víctima. También se encontró una bicicleta totalmente rota que era de la mujer desaparecida.
El femicida confesó. Y señaló un aljibe donde se encontró el cuerpo de la mujer buscada: estaba semidesnuda, atada de pies y manos, y con serios indicios de golpes. Sobre todo en su rostro.
La autopsia brindó un dato más atroz: la víctima murió ahogada. Es decir que cuando fue arrojada al interior del aljibe estaba aún con vida.
El protocolo carcelario sobre el celular
Luego de que las redes mostraran su indignación, los fiscales Diego Benedetti y Ramiro Anchou enviaron un oficio al director de la Unidad Penal para que le retuvieran el celular al recluso.
El preso puede tener un teléfono, pero sólo para comunicarse con la familia. Además, está prohibido usarlo libremente dentro de la cárcel y su uso está restringido sólo a un ámbito que no sea de alojamiento.
El protocolo “debe llevarse adelante con criterios de razonabilidad”, explicaron fuentes judiciales al medio 0223.
