Sorprenden las noticias que se publican en los medios en las que el “super” ministro está estudiando entregar un bono consuelo a los jubilados y pensionados legítimos del Anses que cobren el mínimo haber jubilatorio. Acá hay dos situaciones: 1) Cuando se crearon las cajas previsionales se estableció que un trabajador debía realizar un ahorro mensual del 11% de su sueldo para que al cabo de cierta cantidad de años aportados y de años de edad, ese trabajador tuviese el júbilo (la alegría) de seguir viviendo sus últimos años con la misma calidad de vida, sin trabajar y disfrutando de sus ahorros que la ley garantizaba en un monto no menor al 82% de lo que fuera su sueldo al jubilarse y manteniéndose actualizado según los aumentos del mismo. Lamentablemente esa ilusión legal se desnaturalizó con el correr del tiempo por parte de los políticos. Recordemos que CFK cuando fue presidenta vetó la ley que por unanimidad el Congreso garantizaba ese porcentaje. 2) La otra situación está relacionada con la administración de los fondos de las cajas de ahorro de los trabajadores aportantes que sumaran miles de millones de dólares. Un fondo jugoso para los políticos. Cabe aclarar que los fondos previsionales no son ni de los políticos ni del Estado; son ahorros privados. Conclusión: Hoy los jubilados y pensionados legítimos son considerados dentro del universo de “beneficiarios” de planes sociales de toda laya, pretendiendo que el pueblo aplauda al “super” por la magra dádiva que le bonificarán con su propio dinero. .
Luis Vides Almonacid
