El funcionario porteño afirmó que "el límite es la violencia" y emitió duras críticas hacia el Gobierno nacional.
En medio de un clima tenso por el acampe que realizan frente al Ministerio de Desarrollo Social las agrupaciones que conforman el denominado bloque Unidad Piquetera, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, advirtió este jueves que "la Ciudad no es una anarquía".
"Quieren transformar un reclamo social en un tema de seguridad, pretenden que esto lo solucione la Policía. Tiene que haber una solución política", enfatizó D'Alessandro en diálogo con TN.
En ese marco, el funcionario porteño afirmó que "las reglas de convivencia se tienen que cumplir" y cuestionó a los integrantes del Gabinete nacional: "¿Dónde están los ministros nacionales para que den la cara?".
"La Ciudad no es una anarquía. Nos vamos a poner firmes, porque nuestro límite es la violencia. Esto es una consecuencia de la inacción del Gobierno nacional", apuntó.
Al referirse a los incidentes que se registraron este mediodía cuando la Policía desalojó a los piqueteros de la autopista 25 de Mayo, puntualizó: "Esto no hay que tomarlo como un hecho aislado sino ponerlo en un contexto. Venimos de una semana de prender fuego a la Gendarmería y tomar terrenos, de que el sindicato de neumáticos tome el Ministerio de Trabajo, de ver cómo bloquean a las empresas para que no trabajen, la toma de los colegios"..
"Ahora vemos la falta de respuestas a una situación que no se puede arreglar con la policía, que es la pobreza. Ayer dieron las cifras y dos de cada tres chicos están en la indigencia. La inflación no para más y lejos de haber un plan lo que hay es anarquía y falta de responsabilidad", disparó.
D'Alessandro cruzó al Ejecutivo nacional por pretender que el conflicto social "se solucione con la policía", dado que "hay un 40% de pobres, la inflación por las nubes y no les están llegando las raciones de comida" a los comedores populares.
"Uno puede entender la situación porque las cifras son abrumadoras y duelen, pero una cosa es que se manifiesten con todo el derecho del mundo y otra cosa es que hagan lo que quieran. Nosotros dialogamos con los manifestantes, pero nuestro límite es la violencia", argumentó.
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