El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica y el colombiano Ernesto Samper destacaron este jueves la necesidad de "empoderar" e "institucionalizar" la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en un encuentro en Buenos Aires de dicho organismo, que estimaron debe crear más “músculo” para ser la principal instancia de integración regional.
“Esta es una batalla muy larga, no hay ninguna integración a la vuelta de la esquina, supone un cambio cultural, entre otras cosas, de los latinoamericanos”, aseguró Mujica durante el encuentro en el Centro Cultural Kirchner (CCK) organizado por la presidencia pro témpore a cargo de Argentina.
Pidió que la integración no sea un tema de las dirigencias, sino que éstas hablen con “los pueblos en las calles”, porque las masas “no ligan intelectualmente el fenómeno de sus intereses con una política defensiva de integración”.
Mujica consideró que esto no va en contra de la independencia de los países, sino que “es por la independencia” y “es una causa de ser o no ser”, y apuntó: “Si nos atomizamos (...) lo único que vamos a hacer es pulverizarnos”.
Pidió institucionalizar la Celac, pero dijo que esta debe crear mecanismos flexibles para “salir y volver”, porque hay que recordar “que los gobiernos son de corto plazo” y que por más sueños de integración que tengan, terminan absorbidos en las necesidades locales, mientras que “lo estratégico, de largo plazo, va quedando de lado”.
Ambos mandatarios disertaron en el panel Panel América Latina y el Caribe, diversidades y consensos para la integración, del seminario internacional sobre "El futuro de la integración: Unidad en la Diversidad", organizado por Celac en conjunto con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
A su turno, Samper remarcó la “incapacidad de los mecanismos multilaterales de parar las amenazas” actuales y enfatizó en la necesidad de “cambiar el sistema”.
“Tendrá que ser un sistema más dinámico conformado por bloques, vamos a un sistema multilateral por bloques, el europeo, el asiático, el africano, pero el latinoamericano no está, porque hoy no estamos unificados como bloque”, consideró.
Adelantó que los asistentes elaboraron tres documentos sobre la integración y pidió centrarse en el fortalecimiento de la Celac, que hoy es el único organismo en el que participan más de 30 países de la región.
Por eso, estimó que la Celac debe ser un “organismo sombrilla” o “cúpula” y aseguró: “Necesitamos una Celac más empoderada”.
Samper dijo que este organismo debe tener apoyo técnico y financiamiento propio, es decir, debe tener “músculo para asumir las responsabilidades que tiene que asumir”.
Finalmente, descartó los acuerdos de libre comercio como un mecanismo de integración y llamó a no multiplicar las instancias regionales.
En el panel, moderado por el canciller argentino Santiago Cafiero, expusieron también el excanciller brasileño Celso Amorim (virtual), la senadora mexicana Beatriz Paredes (Partido Revolucionario Institucional-PRI), y el director general de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), Didacus Jules.
“El mundo es mucho más complejo y peligroso que el que se dibujaba en la primera década del año 2000”, dijo Amorim, en referencia a las distintas “amenazas” que vive el planeta y entre las mencionó a la pandemia, el cambio climático y la desigualdad.
Agregó que la guerra en Ucrania “es una amenaza real para la humanidad” y, por eso, estimó que Celac pueda contribuir con su vocación de paz.
Respecto a la integración, aseguró que es necesario “comprender que tiene que ser en más de una velocidad” y que “algunas cosas se pueden hacer en el Mercosur, otras que no”, al igual que en otras instituciones regionales.
El excanciller, quien estuvo presente en forma virtual desde Brasil, agregó que el presidente de su país, Jair “Bolsonaro, no habla con nadie”, para despejar especulaciones sobre su trato bilateral con Argentina.
Jules, por su parte, valoró el rol de la región y pidió “darle un músculo más fuerte a la Celac”, reconociendo la diversidad de Latinoamérica.
A su turno, Paredes pidió “simplificar mecanismos migratorios”, propuso un programa de becarios latinoamericanos que recoja la experiencia del programa Erasmus de la Unión Europea, integrar las cadenas productivas y de infraestructura, además de no olvidar a Haití.
