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Pinamar en zapatillas: tres senderos desconocidos para descubrir este verano

Sea para un día nublado o para bajar las rabas del mediodía, Pinamar tiene una propuesta de senderos que pocos conocen y que pueden abrir un plan de verano alternativo, en modo deporte, paseo o aventura.

Eso sí: a calzarse las zapatillas, cargar agua, ponerse protector solar, considerar los desafíos que planteará el camino y tener el celular con batería.

Es que varios son huellas informales pisadas por los pinamarenses y no están señalizados, aunque son fáciles de recorrer.

Cariló hacia la Frontera Sur

La vista desde los médanos vale la subida. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
La vista desde los médanos vale la subida. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

“Hay un sendero, que creo que solo los pinamarenses conocemos”, cuenta a Clarín un habitué de la zona que prefiere el anonimato. Y sigue: “Atraviesa Cariló hacia la frontera Sur y es alucinante. Termina en la subida de un médano empinado que te deja sin aliento, pero te das vuelta y es impresionante, porque ves todo el bosque desde arriba”.

--¿Pero dónde está? --pregunta Clarín.

--¿Lo vas a poner en una nota?

--Y sí.

--No, entonces no te puedo decir.

La vegetación se vuelve más frondosa tras la bifurcación. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
La vegetación se vuelve más frondosa tras la bifurcación. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

En realidad no hay tanto misterio, y se pueden encontrar las pistas en Google Maps. El camino comienza en donde termina la calle Carpintero hacia el Sur, a unas cuatro cuadras del mar y está tan marcado por los cuatriciclos que se ve a simple vista.

El suelo es más bien arenoso, por lo que es más fácil para caminar que para correr o hacer en bici, y está rodeado de una vegetación con fuerte presencia de pinos, pero también con algunos eucaliptus y álamos.

El ambiente es bien frondoso, tanto que desde el aire no se distingue el camino, pero hay que tener cuidado de no distraerse mirando la copa de los árboles y las enredaderas que trepan por los troncos, porque hay bastantes raíces en el suelo.

Hay que prestar atención a no tropezar con las raíces del suelo. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
Hay que prestar atención a no tropezar con las raíces del suelo. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

A diez minutos de caminar hay una bifurcación, que conviene seguir para la izquierda. La huella se angosta y hasta hay que pasar por encima de troncos caídos. Mucho cuidado con el suelo, de nuevo. “Es que es un camino que abrieron los bomberos para tener por donde pasar en caso de tener que apagar un incendio”, explica otra fuente a este diario.

Finalmente, solo a unos minutos, arranca la duna, y la vista es todo lo prometido. Verde, algunas flores rojas y violetas, y del otro lado los médanos y el mar.

En la otra Frontera, existen varias huellas marcadas entre las dunas boscosas ubicadas en donde termina la zona urbanizada de Pinamar Norte, pero la mayoría son recorridas a gran velocidad por motos, cuatriciclos y UTV, por lo que la opción segura para ir caminando es seguir camino por la playa o aprovechar los test drive gratuitos que ofrecen algunas empresas.

En los médanos. Ahí varias automotrices realizan travesías, como las que organiza Renault. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
En los médanos. Ahí varias automotrices realizan travesías, como las que organiza Renault. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

Por ejemplo, en el caso de Renault, los jueves y domingos a las 9 se puede participar de la clínica de manejo en médanos y la travesía de dos horas a La Frontera Norte, tanto con 4x4 propios, como con los modelos Alaskan, Duster Oroch y Duster.  En el stand ubicado en el parador Kota Beach, también hay clases de surf, yoga y shows en vivo. 

Un baño de bosque por Cariló

Un paseo para relajarse en un día nublado en Pinamar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
Un paseo para relajarse en un día nublado en Pinamar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

El comienzo de este sendero de tierra y arena, en la intersección de Gomero y Zorzal, no está tan a la vista, pero basta con internarse unos diez metros para verlo serpenteando entre los pinos.

En este caso, se trata de un camino que une la parte urbanizada de Cariló con la ruta 11, pero casi no se escuchan los autos. Lo que suena es el mar y las hojas de los pinos que se mecen.

Por el camino, entre la pinocha y las piñas del suelo, aparecen algunas “barbas de viejo”, lo que habla de la pureza del aire. Es un lugar mágico que muchos recorren de mañana, cuando todavía no hace tanto calor.

Algo que pocos saben es que una buena inmersión en el bosque puede "activar el sistema nervioso parasimpático, que es el del reposo y la relajación, el que se activa después de hacer el amor o comer con placer”, según explicó a Clarín la guía Rocío Ferraro (@shinrinyokuargentina en Instagram).

Se pueden apreciar los pinos típicos de la zona. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
Se pueden apreciar los pinos típicos de la zona. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

Todos los viernes por la mañana, siempre que haya buen clima, Ferraro realiza un “baño de bosque” por este sendero, en una experiencia que emplea la técnica de “Shinrin Yoku” -baño de naturaleza en japonés-.

La práctica, creada en el país oriental, apunta a combatir la depresión y la ansiedad, entre otros problemas, a través de una inmersión en la atmósfera natural.

“En nuestra vida evolutiva, los seres humanos vivimos un 99% en la naturaleza y sólo un 1% en las ciudades. De modo que en un baño de bosque lo que hacemos es despertar, desovillar ese hilo rojo que tenemos con el mundo natural, que es refugio, que es hogar, alimento y cobijo”, detalló la guía.

Baño de bosque en Pinamar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
Baño de bosque en Pinamar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

Sugerencia: al salir de esta caminata, se puede hacer una visita al jardín de colibríes del Pinamar Cariló Golf y sentarse con un libro o el mate a mirar estos pajaritos y los céspedes brillantes alrededor.

El jardín tiene plantas, como salvias y aljabas, que florecen en distintos momentos del año y que fueron seleccionadas por el interés que generan a los simpáticos pajaritos, además de mariposas y otros polinizadores. Hay visitas guiadas organizadas por la paisajista Nancy Gargiulo (En Instagram, @jardinesmagicos).

Camino del parque de los Pioneros

Ideal para la correr o andar en bicicleta. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
Ideal para la correr o andar en bicicleta. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

Se trata de un sendero de material que atraviesa un boulevard boscoso en medio de dos calles de arena poco transitadas. Es ideal para correr, andar en bicicleta o caminar en cualquier horario del día por la sombra de los árboles.

Fue realizado por la empresa Pinamar S.A., que posee varios de los barrios cerrados que rodean este sendero, como La Herradura, Bosques y Pioneros, y donado al municipio de Pinamar.

Para marcar el inicio, una estrategia fácil es buscar en Google Maps “Obra ‘Permanencia de un sueño’ de Alberto Bastón Díaz. Parque Escultórico de Pinamar", una instalación de acero de 8,50 metros de altura con forma de piña desgranada. Es un punto selfie obligado, ya que estamos de paso.

Sendero del camino de Los Pioneros, en Pinamar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial -
Sendero del camino de Los Pioneros, en Pinamar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial -

Desde allí, en Av. Bunge y Av. Verde de Circunvalación, el sendero sigue por alrededor de 8 kilómetros, con pequeñas subidas y bajadas. El camino no tiene tampoco mucha dificultad, pero hay que estar atentos a los ciclistas.

Si arrancaste temprano, podés continuar la caminata por los pintorescos barrios de Pinamar Norte hasta el centro comercial Pinamar Norte y parar unos minutos a almorzar o a tomar un helado.

Flores silvestres crecen entre los pinos. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
Flores silvestres crecen entre los pinos. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial

Un dato más: para los runners, todos los años Pinamar cuenta con dos importantes maratones, la del Desierto, en la zona de La Frontera, y la Night Race, una carrera nocturna con linternas en la cabeza, que recorre tanto el bosque como la ciudad.

Pinamar. Enviada especial

AS