Argentina
This article was added by the user . TheWorldNews is not responsible for the content of the platform.

¿Quién ganará el Premio Nobel de Literatura 2022? Todo lo que hay que saber sobre el proceso de nominación y selección de candidatos

Este jueves, a las 13 en punto en Estocolmo (8 de la mañana en Argentina), Mats Malm –secretario permanente de la Academia Sueca– leerá el fallo del jurado que concederá el Premio Nobel de Literatura 2022. No por repetido el ritual resulta menos emocionante. Cada lector en el mundo tiene su ganador en mente. Todos queremos ver triunfar a los escritores que nos han conmovido con sus libros, abriéndonos universos impensables, porque ese impacto de la lectura es imborrable.

El triunfo del eximio narrador tanzano Abdulrazak Gurnah el año último parece dejar con pocas chances al continente africano, pese a la profusa riqueza de la literatura que se viene produciendo. Pero, ya se sabe que la Academia Sueca siempre está dispuesta a sorprender.

Sobre todo, tras la depuración sufrida por un escándalo de abuso sexual y de filtraciones de nombres que obligó a suspender la entrega en 2018, a elegir dos candidatos en 2019 (Olga Tokarczuk 2018 y Peter Handke 2019), y a sellar desde entonces, a cal y canto, las candidaturas que llegan a la recta final.

Abdulrazak Gurnah, ganador en 2021. Foto EFE
Abdulrazak Gurnah, ganador en 2021. Foto EFE

A lo largo de los años hay nombres que se repiten y entran en esa etiqueta de "eternos al Nobel", como el japonés Haruki Murakami, el rumano Mircea Cartarescu, el francés Michel Houellebecq, la canadiense Margaret Atwood, la francesa Annie Ernaux, el checo Milan Kundera, o el español Javier Marías, recientemente fallecido.

Entre los nombres que se escuchan en las apuestas o en las redes sociales, hay también un argentino: César Aira, que en 2019 quedó en el puesto número 22 de una importante casa de apuestas británica.

Claro que nada impide que, con el ojo puesto en la actualidad geopolítica y teniendo en cuenta las regiones que llevan tiempo sin ganar un Nobel, las apuestas echen a circular nombres de escritores europeos, asiáticos y en menor medida latinoamericanos.

La escritora francesa Annie Ernaux. Foto EFE/CATI CLADERA
La escritora francesa Annie Ernaux. Foto EFE/CATI CLADERA

Sobre todo, si son autores de países que han quedado fuera de las apuestas hace algunos años: los bálticos, los escandinavos, Portugal o Brasil, Ucrania o India, Grecia o Rumania, Australia o Corea, por nombrar algunos.

El lunes arrancó la carrera del Nobel con el de Medicina y el jueves se develará el ganador del Nobel de Literatura. Pero ¿cómo es el proceso de nominación y selección?

La selección

Según se detalla en el sitio web del Premio Nobel, que abarca todas las disciplinas, son las academias, sociedades e instituciones literarias, los críticos, catedráticos de literatura, lingüistas y personas “calificadas”, según los reglamentos, quienes pueden postular a un escritor con una carta de argumentación, siempre que hayan sido invitados por el Comité del Premio Nobel de Literatura, que tiene representantes en diferentes regiones del mundo.

En nuestro país, una de las instituciones es la Academia Argentina de Letras. También los anteriores laureados con el premio pueden postular nombres.

La Academia Sueca, responsable de la elección de los galardonados, está compuesta por 18 miembros (solo seis mujeres). Pero es el Comité del Nobel de Literatura –compuesto por unos cinco miembros– el que hace el farragoso trabajo previo de evaluación de las nominaciones y formula sus recomendaciones a la Academia. Vale aclarar que no se admite ninguna “auto-postulación”.

El peruano Mario Vargas Llosa obtuvo el Nobel en 2010. Foto AFP / JONATHAN NACKSTRAND
El peruano Mario Vargas Llosa obtuvo el Nobel en 2010. Foto AFP / JONATHAN NACKSTRAND

El proceso de nominación y selección de candidatos comienza en septiembre del año anterior con la invitación a organizaciones, academias y personalidades “calificadas” a proponer nombres. En febrero de 2022 empieza la labor dinámica. Se confecciona la lista con las postulaciones de todas partes del mundo aterrizadas en Suecia al 31 de enero. La nómina de 220 candidatos se somete a la aprobación de la Academia.

En abril ya está la lista preliminar con un promedio de entre 15 y 20 seleccionados. Todo es realizado en un total secretismo. A mayo llega una “short list” (lista corta) de cinco candidatos, cuya poda también la hace el Comité y lo eleva a consideración de la Academia.

Entre junio y agosto, durante el tórrido verano boreal, los miembros de la Academia Sueca se prodigan con la lectura de las obras de los cinco que llegaron a la recta final. El Comité del Nobel prepara a su vez reportes detallados de los candidatos y sus trabajos. Pero como los candidatos escriben en distintas lenguas, los académicos –políglotas en su mayoría– también leen distintas traducciones de los postulados en la “short list”.

Gabriel García Márquez lo ganó en 1982. Foto AP
Gabriel García Márquez lo ganó en 1982. Foto AP

Un mes antes de anunciarse el ganador, en septiembre, los miembros de la Academia se reúnen a debatir los méritos de los candidatos y los valores de sus obras, así como las contribuciones que éstos han hecho tanto en la literatura como en sus entornos de influencia.

Finalmente, el primer jueves de octubre, se abre la puerta de la Academia Sueca, y ante un grupo de periodistas acreditados, se lee el texto central del fallo y el nombre del afortunado ganador del Nobel de Literatura, mientras se escucha en directo el murmullo de los reporteros y de inmediato comienza a circular el nombre del ganador en redes y medios.

Realmente algunos ganadores se han visto sorprendidos con su elección en situaciones divertidas. En 2007 a la fallecida Doris Lessing el llamado de la Academia la sorprendió volviendo de las compras y, abrumada por la noticia, atendió a los medios británicos sentada en los escalones de su casa.

En octubre de 2010, Mario Vargas Llosa pensó que era objeto de una broma cuando le anunciaron desde Estocolmo que había ganado el Nobel. En ese momento estaba en Nueva York preparando su clase para el curso Filosofía de la escritura en la Universidad de Princeton.

La notable narradora bielorrusa Svetlana Alexievich estaba planchando y haciendo algunos quehaceres del hogar cuando la sorprendió la noticia desde la Academia Sueca. La periodista que ha conmovido al mundo con su obra franca y profunda recibió atribulada a los periodistas que se presentaron en su “pequeño departamento”.

Olga Tokarczuk y Peter Handke ganaron el Nobel de Literatura de 2018 y 2019, en una premiación simultánea. / Foto: Clarín
Olga Tokarczuk y Peter Handke ganaron el Nobel de Literatura de 2018 y 2019, en una premiación simultánea. / Foto: Clarín

La Academia Sueca tiene además otra premisa en su reglamento. Hasta pasados 50 años de su última candidatura no se puede saber por qué escritores superlativos como Borges o James Joyce o Virginia Wolf jamás fueron elegidos. En el caso de Borges el plazo se cumplirá en 2035.

El miembro más antiguo de la institución, creada en el siglo XVIII por el rey Gustavo III de Suecia, se sentó en su sitial permanente en 1997 y los más recientes en 2020, luego de la “depuración” realizada para recuperar la credibilidad puesta en jaque en 2018.

Dada la convulsa geopolítica internacional no hay que descartar que, por muy puristas que sean, los miembros de la Academia se sientan tentados a fastidiar a algunos gobiernos autoritarios o a complacer a otros, según han hecho en el pasado.

Así ocurrió, entre otros, con el chino Mo Yan (Sorgo rojo) en 2012, cuya elección enojó al gobierno de su país; con Aleksandr Solzhenitsyn (Archipiélago Gulag) en 1970, que irritó a la “nomenklatura” soviética, y con Nadine Gordimer (Mejor hoy que mañana) en 1991, quien denunciaba el apartheid y cuyo triunfo molestó al gobierno sudafricano.

Quizá, solo quizá, un autor o autora ucraniano o disidente de los autoritarismos que asolan nuestro tiempo sea el próximo Nobel de Literatura 2022.

Las apuestas​

En una conferencia de prensa que dio cuando recibió el Premio Formentor de las Letras en el año 2021, Aira se había mostrado escéptico ante la posibilidad de recibir el Nobel de Literatura y había subrayado que "esos premios hay que justificarlos y la justificación es no literaria. Nunca se ha dado un premio por lo buenos que son los libros sino por la defensa que se hizo de esto o de lo otro".

Otro escritor que siempre suena como posible al Nobel de Literatura es Salman Rushdie pero este año tras el atentado que sufrió en Nueva York cuando fue acuchillado en medio de una conferencia, su nombre lidera los rankings, al menos el de la casa de apuestas Unibet.

Rushdie es un referente de la libertad de expresión porque ha vivido en carne propia la experiencia de la censura y la persecución, desde que el ayatolá Jomeini libró en el año 1989 una "fatwa" por la cual pedía matar al novelista y prometía recompensar a su asesino con US$3 millones.

El escritor Salman Rushdie. Foto Evan Agostini/Invision/AP
El escritor Salman Rushdie. Foto Evan Agostini/Invision/AP

El reciente atentado que sufrió y lo dejó en "estado crítico", activó las alertas en torno a los cruces entre realidad y ficción, y por tal motivo se inició una campaña para que sea laureado con el galardón sueco, como una forma de dar un mensaje global también para la libertad de expresión y creación. De hacerlo, el comité de Letras de la Academia Sueca incorporaría un giro político y coyuntural, haciéndose eco de las embestidas contra la libertad de pensamiento.

Tras Rushdie, por orden de apariciones hasta el momento, Unibet ubica en el ranking en segundo lugar al francés Michel Houellebecq, seguido por el keniano Ngũgĩ wa Thiong'o, el estadounidense Stephen King, la francesa Annie Ernaux, la estadounidense Gabrielle Lutz, el francés Pierre Michon, la poeta canadiense Anne Carson, la china Can Xue, el japonés Haruki Murakami, el estadounidense Robert Coover, la francesa Hélène Cixous, el noruego Jon Fosse, la rusa Liudmila Ulitskaya, la canadiense Margaret Atwood, la guadalupeña Maryse Condé y la escritora nacida en Antigua y radicada en Estados Unidos, Jamaica Kincaid.

Noé Jitrik, candidateado

A principios de este año, un grupo de artistas, escritores e intelectuales postularon al escritor y crítico literario Noé Jitrik. En la carta que enviaron a la Academia Sueca destacaron su "escritura original y sorprendente", su obra literaria que "ha combinado, de modo seminal y alumbrador, una ética social con un compromiso político" y su voz "inconfundible por la abrasiva suavidad de su escritura". El escritor sufrió a principios de septiembre un ACV durante un viaje a Colombia. 

El argentino Noé Jitrik.
El argentino Noé Jitrik.

La postulación del crítico fue iniciativa de un grupo de escritores encabezado por Adrián Desiderato, Luisa Valenzuela, Roberto Ferro, Mempo Giardinelli y Juan Chaneton, a la que luego se sumaron nombres como la mexicana Elena Poniatowska, el pintor Luis Felipe Noé, la escritora chilena Diamela Eltit y el crítico mexicano Adolfo Castañón, entre muchos otros firmantes de distintos polos del arco social y cultural, incluyendo entre ellos al biólogo Alberto Kornblithh o al exministro de Ciencia Roberto Salvarezza.

Entre sus consideraciones, los firmantes aseguran que la escritura de Jitrik "desplegó en la narrativa, la poesía, el ensayo o la crítica literaria, géneros que, con eficacia y plenitud, el escritor nos brinda con la feliz disposición subjetiva de quien, en suma, ennoblece y justifica, con su literatura, la vida humana", señala el texto.

Con información de agencias

VA/PC