El destacado cultor del aeromodelismo valluno, Juan Alfredo Romero, practica este deporte hace 65 años (desde que tenía ocho años), primero como participante de diferentes pruebas nacionales y locales y desde hace 50 años, también como dirigente.
Romero le relata a Los Tiempos el origen de esta disciplina en el país y su presencia en varios torneos nacionales y sudamericanos.
¿Cuándo comenzó a practicarse el aeromodelismo en Bolivia?
R. A principios de la década de 1940 con el auge de la minería en nuestro país. Oruro fue una de las primeras ciudades donde comenzó a practicarse este deporte. Posteriormente, llegó a difundirse en otras ciudades.
En 1950, llegaron varios pioneros de la ciudad de Pagador, como Alfredo y Jorge Kano, Alberto Camacho, Julio Collazos, Félix Cachicatari y Hugo Rodríguez (que construyó su propio motor, ya que era tornero) y otros; pero fue grande su sorpresa, ya que en los valles ya se practicaba el aeromodelismo desde hace varios años y se realizaban vuelos en los predios del aeropuerto Jorge Wilstermann, detrás de los hangares.
El misionero evangélico norteamericano, Mauricio Hammonds, con mucho entusiasmo, creó el club de aeromodelismo “Sky Pilots”, siendo una escuela para muchos jóvenes.
¿Quiénes se formaron en esta primera escuela?
R. Rescatamos de esta primera etapa de formación a Hugo Covarrubias, Rodolfo Luján, Carlos Montecinos, Tomislav Drpic, Freddy Lafuente, Víctor Lafuente, Miguel Ríos, Antonio Dajbura, Ramiro y Alberto Estrugo y muchos otros.
Con el transcurrir del tiempo de los años 50, 60 y llegando a los años 70, perdura la existencia del famoso club y se fundan nuevos equipos, como Aero Másters, y Águilas Negras, este último que formó a jóvenes aeromodelistas, y que fundan en 1970 otro club que posteriormente sería el semillero del aeromodelismo local y nacional: ACU (Aero Club Unidos) que fundamos, Gastón Zurita, Iván Ayala, Víctor Loayza, Jorge Vargas, Héctor Taborga y mi persona, pero que no solo tenían que practicar aeromodelismo, sino también, aladeltismo, velerismo naútico y acuarismo, teniendo actual vigencia en la asociación local y municipal de Quillacollo, cuyo presidente es Edgar Villarreal que participa y organiza los torneos nacionales y locales, además de competir en sudamericanos, como uno de los clubes más grandes y activos actualmente en Bolivia.
Posteriormente, en la década del 80 se forman nuevos clubes y se afilian a la asociación, el club LAB, Alas Doradas y Cochabamba. De estos queda sólo el último, que únicamente práctica la categoría de U/control, que preside Manuel Sánchez.
¿La asociación tiene un escenario?
R. Desde su creación, no contaba con un terreno propio, para que sus afiliados puedan realizar sus prácticas.
Algunas veces se usaban los predios del aeropuerto Jorge Wilstermann, luego se utilizaron los campos del hipódromo Patiño; después, se solicitaron las plataformas de la Base Aérea, donde se volaba muy restringidamente y, después de algunos años, se trasladó a la zona sur de la laguna Alalay, frente a la actual Feria Internacional.
De los años 50 a los 80, transcurrieron casi tres décadas de largo y triste peregrinaje de nuestra asociación para practicar este deporte.
A fines de la década del 70, nos desplazamos hacia el este, frente al Country Club, habiéndonos ubicado en los terrenos, donde ahora es el complejo del club Aurora.
En conversaciones con los directivos de esta entidad, como Wálter Ferrel, Arturo Estívariz y Jaime Cavero, les dimos esa área y nos desplazamos al norte.
¿Cómo consiguieron el actual predio en la laguna Alalay?
R. En esa época la laguna tenía, basurales y barriales que despedían una fetidez insoportable, entonces abarcamos más al norte, frente al Country, cuando era presidente de la asociación Carlos Sánchez Berzaín, el año 1982. Se logró que la Alcaldía nos de en comodato por 30 años y construimos una pista de 100 metros de largo por ocho de ancho, con la cooperación de los aeromodelistas Rolando Garnica, Roberto Chávez, Luis Torrejón, Tomislav Drpic, se consiguió además gracias a las gestiones que hice, y con el apoyo de Guido Díaz, jefe de mantenimiento de la Alcaldía de Cochabamba, se consiguió la maquinaria para construir la pista, pero como el terreno era fangoso se utilizaron más de 100 volquetas de ripio como base y se cubrió la superficie con plástico, ya que la tierra era muy salitrosa.
Además se puso fierro y vaciado de cemento de 15 centímetros de grosor, se utilizaron unas cinco volquetas de cal para colocar el césped, fue un trabajo titánico, también contamos con la ayuda de Moisés Revollo, director del IDD (Instituto
Departamental de Deportes), que nos proporcionó 50 bolsas de cemento.
Los dirigentes del club Wilstermann, al ver que los campos del aeromodelismo estaban bien cuidados, lograron ocupar el área, pero con el apoyo de la Asamblea del Deporte que presidía Kurth Hoffmann, logramos que el Concejo
Municipal nos otorgué en comodato, por 30 años, el 50% del área y ahora practicamos en nuestra pista de la laguna Alalay.
Actualmente el presidente de ADAC (Asociación Departamental de Aeromodelismo) es Ronny Saavedra.
¿Cuándo comandó ADAC?
R. Yo fui titular de esta entidad durante siete gestiones, desde 1998 a 2010, logrando mejorar el nivel del aeromodelismo valluno.
También fui presidente de la Federación durante muchos años y actualmente soy vicepresidente de la Asociación Municipal de Quillacollo y titular vitalicio del ACU, que fundé hace 50 años, y socio honorario de la Asociación de Cochabamba.
Fui además miembro de la Asamblea del Deporte desde sus inicios cuando el director del IDD, era José Casto Méndez (“El Secre”), en la década de 1980.
¿Cuántos títulos ha obtenido?
R. Por lo menos cinco nacionales y muchos departamentales. Recibí muchas medallas por todos mis logros.
¿Hasta cuándo le gustaría poder practicar este deporte?
R. No puedo saber hasta cuándo competiré, pero será hasta que este en buenas condiciones físicas.
ROMERO Y LA GUERRILLA DE ÑANCAHUAZÚ 1967
“Soy excombatiente, instruido por los veteranos ‘Boinas Verdes’, del Ejército de Estados Unidos que participaron en las guerras de Corea y Vietnam”, recordó Alfredo Romero, quien además participó activamente como soldado en la Guerrilla de Ñancahuazú de 1967.
Cuenta que la historia de nuestro país formó parte de su vida, ya que fue uno de los cuatro soldados que capturaron a Ernesto “Che” Guevara en el combate con este en El Churo, la Higuera, durante las guerrillas del año 1967, cuando el presidente de Bolivia era René Barrientos Ortuño.