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Los indignados

El pobre señor Guterres, secretario de las Naciones Unidas, apareció indignado en un youtube. Adusto el rostro, ceñido el entrecejo y enardecido (habrá que suponerlo) su corazón de Portugal, masticó un inglés bravo para decir que no podíamos esperar más frente al cambio climático. Pero también se indignó por el sistema financiero global. Un sistema corrupto (dijo) que castiga a los más pobres y favorece a los ricos. Y claro, sobre la guerra: desde los Balcanes hasta el Cáucaso, desde la República Centroafricana hasta Chipre y la República Democrática del Congo, desde Irak hasta la península de Corea y Líbano, desde Mozambique hasta Somalia, desde Sudán del Sur hasta Venezuela y el Sahara Occidental...

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Esta estupidez no tiene límites. Los secretarios de las Naciones Unidas llegan a ese alto cargo, especie de pontificado de la diplomacia internacional, ya viejos. Y tal parece que el cargo trae consigo la indignación como postura, como si ese hubiera sido el propósito: un organismo para la indignación y no para la acción, no para la negociación, como ocurre hoy. Hay un momento en la historia de los temas que a todos nos preocupan –y que a muchos indignan de verdad– en que los secretarios nos interpretan. Dicen por nosotros (como el Papa) lo que cada uno, quizá, hubiese querido decir. Aún recuerdo al buen Ban Ki-moon, tan apacible que le quedaba difícil indignarse, pero lo lograba.

Pongo su nombre en YouTube con la intención de encontrarlo indignado, pero lo que me aparece es un ‘detrás de cámaras’ del día de la felicidad: Be happy!, dice en varios idiomas el venerable. Esto quiere decir que llegan al cargo preparados para lo que haya que hacer.

Tengo la tentación de ir más lejos, y buscar, por ejemplo, a Maurice Strong o a Mustafá Tolba. De los tiempos, estos, en que yo me indignaba por los problemas globales. Recordé la Carta de la Tierra, 1987, Comisión Brundtland. Fui a buscarla. Lo que hallé supera “toda humana previsión”. Strong responde una entrevista con suave indignación. Habla de la Carta, cuyo preámbulo dice: Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. Anoten eso. En el youtube puede verse que mientras el secretario habla, un muñequito de esos chinos que mueven la cabeza incesantemente, asiente y asiente. Por favor véanlo: https://www.youtube.com/watch?v=O5rf6NTVHMU

MANUEL GUZMÁN HENNESSEY@GuzmanHennessey

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