Colombia
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Reporteros de guerra

En los campos de guerra, la vida de los ejércitos y de los civiles siempre está en juego. En Ucrania, invadida por Rusia el pasado 24 de febrero, donde ya han muerto más de dos mil civiles, la de todos está ante una brutal ‘ruleta rusa’. Ya han comenzado a caer los reporteros de guerra.

Esta vez, en la ciudad de Irpín, noroeste de Kiev, entregó su vida uno de los más veteranos del oficio, el estadounidense Brend Renaud, de 51 años, cuando al cruzar un puesto de control junto con su compañero, el fotógrafo colomboestadounidense Juan Arrendondo, les dispararon. Solo querían contar las historias de los refugiados que partían de esa ciudad, para la revista Time. Una bala lo hirió de muerte en el cuello. El fotógrafo y el conductor resultaron heridos.

Arredondo es otro veterano del oficio, nacido hace 45 años en Pereira. Es profesor adjunto de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, y sus trabajos han sido publicados en varios medios de los Estados Unidos. Por suerte, hoy está a salvo.


Pero el hecho doloroso es que ha caído en el campo de batalla uno de esos periodistas valientes, de los tantos que, armados con cámara y libreta, caminan entre humaredas y olor a pólvora y a muerte, solo por esa pasión y esa responsabilidad de informar, de ser testimonio y documento. Es decir, de retratar la historia. Brend Renaud se sabía mover en este infernal escenario de fuegos cruzados, pues ya había documentado las guerras de Irak, Afganistán y Libia. Pero es sabido que allí las vidas están en el hilo de una torpeza o de un oscuro interés.

Las fuerzas locales culpan a la fuerza invasora del crimen. La organización Reporteros sin Fronteras pidió investigación para esclarecer las causas. Y la Unesco condenó el hecho. Todos debemos hacerlo y enaltecer a los reporteros de guerra, por quienes sabemos más cada día de los horrores de los conflictos. Y el mundo entero debe seguir repudiando esta invasión, que solo deja luto y ruinas.

EDITORIAL

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