Los conmocionados habitantes de Gaza limpiaban este lunes los escombros, y enterraban a sus muertos, durante la tregua tres días de enfrentamientos entre la Yihad Islámica e Israel.
La tregua, obtenida gracias a la mediación de Egipto, entró en vigor a las 23H30 (20H30 GMT), pero tanto la Yihad Islámica como Israel se guardaron el derecho de replicar en caso de futuras agresiones.
La calma volvía progresivamente a la Franja de Gaza, mientras los habitantes retiraban los escombros y buscaban sus pertenencias.
"Recibimos con alegría la noticia del alto el fuego, y volvimos a nuestros trabajos", explica un comerciante de la Franja de Gaza, Hazem Douima.
"No queremos más derramamientos de sangre", añadió.
Desde el inicio de la operación israelí el viernes murieron 46 palestinos, entre ellos 16 niños, y 360 resultaron heridos, según el último balance del ministerio de Salud del enclave, gobernado por el grupo islamista Hamás.
Una familia enterró a cuatro de sus miembros, menores, en un funeral con cientos de asistentes en Jabalia (norte).
Las autoridades israelíes afirmaron que algunos de los palestinos muertos fallecieron a causa de cohetes fallidos lanzados por la Yihad Islámica contra Israel desde el interior del enclave palestino.
En Israel, tres personas resultaron heridas por disparos de cohetes desde el viernes, según los servicios de emergencias.
El primer ministro israelí afirmó durante un mensaje televisado que el bombardeo "asestó un golpe devastador al enemigo" y que "fue atacado con éxito toda la cúpula militar de la Yihad en Gaza".
Israel presentó el ataque como una operación "preventiva" contra la Yihad Islámica, que, según dijo, estaba planeando un ataque inminente.
En respuesta, el grupo armado, respaldado por Irán e incluido en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, disparó cientos de cohetes hacia Israel.
En total, el brazo militar de la Yihad Islámica en Gaza afirmó haber perdido a 12 de sus miembros, entre los que se encuentran los principales jefes, Taysir al Jabari y Jaled Mansur, así como varios combatientes del grupo.
Además, Israel detuvo a unos 40 miembros de ese grupo armado en los últimos días en Cisjordania ocupada.
"La situación es trágica y difícil" en Gaza, dijo a la AFP Mohamed Alai. "Hay muchos muertos y heridos, mucha destrucción y devastación", agregó este vecino del enclave de 362 km2, donde viven 2,3 millones de palestinos.
Suhail al Bauab, una gazatí de 56 años, vivió "con miedo" durante tres días. "No queremos una guerra cada seis meses", dijo.
Los cruces fronterizos entre el Estado hebreo y la Franja de Gaza, que Israel cerró la semana pasada, volvieron a abrir "por motivos humanitarios", anunció en un comunicado el Cogat, el servicio del ministerio israelí de Defensa que supervisa las actividades civiles en los territorios palestinos.
Un periodista de la AFP vio entrar camiones cisterna por el paso fronterizo de Kerem Shalom, en el sur del enclave, que se encuentra bajo bloqueo israelí desde hace más de 15 años.
Poco después, la única central del micro-territorio, que tuvo que cerrar el sábado por falta de combustible, volvió a "generar electricidad", dijo a la AFP un portavoz de la compañía eléctrica.
El acuerdo de tregua incluye, entre otras cosas, "el compromiso de Egipto de trabajar por la liberación de dos prisioneros" de la Yihad Islámica en manos de Israel, dijo el grupo palestino.
El presidente estadounidense Joe Biden acogió con satisfacción la tregua y pidió que se investigaran las circunstancias de la muerte de civiles.
El responsable de la diplomacia de la Unión Europea (Josep Borrell) afirmó que era "crucial trabajar para consolidar el alto el fuego".
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto celebrar el lunes una reunión de emergencia para discutir la situación en Gaza.
Este enfrentamiento entre Israel y la Yihad Islámica es el peor desde el que estalló entre Israel y el Hamás -- el movimiento islamista -- en mayo de 2021.
En once días murieron 260 palestinos, entre ellos combatientes, y 14 israelíes, entre ellos un soldado, según las autoridades locales.
Hamás, que ha librado varias guerras contra Israel, se mantuvo de momento al margen de las hostilidades.
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