Costa Rica
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Sebastián Yatra hizo locuras e inyectó a Costa Rica energía pura

Si hay algo que tiene Sebastián Yatra es un poder absoluto para irradiar energía. Cualquiera se contagia de la fuerza que despliega en escena, tal como sucedió este viernes 2 de diciembre, en su concierto debut en el Estadio Nacional.

Asomándose por una cerradura gigante -ubicada en el centro del escenario- y preguntando en seguida por sus fans en Costa Rica, el colombiano hizo su entrada triunfal al recinto de La Sabana. Al mismo tiempo, de fondo, se escuchaba sonar Melancólicos anónimos, su más reciente sencillo.

“Pura vida, Costa Rica”, gritó eufórico el cantante colombiano, provocando que su público le respondiera con una eufórica ovación.

A las 8 p.m., Sebastián Yatra salió al escenario del Estadio Nacional. (Rafael Pacheco Granados)

En la oscuridad del recinto, decenas de coronitas luminosas -unas que se han convertido en el producto estrella de los vendedores ambulantes-, comenzaron a brillar y a robarse el show de Yatra. Cuando su afamado tema Tacones rojos hizo su aparición, la coronitas parecían danzar al ritmo del naciente espectáculo.

Segundos antes el cantante, quien es oriundo de Medellín y tiene 28 años, adelantaba que el Estadio Nacional iba a vivir una verdadera fiesta y que él iba a convertirse en el animador. De inmediato preguntó a sus fans si estaban preparados para ello, recibiendo por respuesta un huracán de gritos emocionados.

¡Sí, Yatra!, los ticos venían dispuestos a gozar.

De repente, el pop con el que empezó el espectáculo cambió radicalmente al reguetón, pues era el turno de escuchar Sutra, Por perro y Traicionera; mientras familias completas bailaban y cantaban por igual.

Esa es otra cosa que tiene Yatra: el poder de atraer un público joven… muy joven. Las decenas de niños sobre los hombros de sus papás fueron prueba de ello.

Una oscuridad repentina se apoderó del escenario y, de nuevo el cambio de ritmo fue radical. Ahora le tocó el turno a las baladas y Cómo mirarte, su primer gran éxito, fue la primera de ese segmento. En ese momento, una luz blanca iluminó al intérprete, quien tocaba el piano mientras cantaba apasionado.

“Hay amores que se van pero que en realidad nunca son”, dijo Yatra tras finalizar el tema, para introducir Devuélveme el corazón.

Posteriormente hizo una pausa en el show, tomándose unos segundos para explicar por qué su gira se llama Dharma Tour.

Dharma significa aceptar la vida tal cual es y, al aceptarla, puedes empezar a valorar la vida, a amarla y agradecer. Yo agradezco por ustedes”, afirmó Yatra, para de inmediato cantar el tema que le da nombre a su gira.

En ese instante la euforia del público era tal que Yatra, como queriendo agradecerles, no dudó en saltar del escenario y abalanzarse sobre el público.

“¿Qué hice para merecerlos?”, se preguntó el joven colombiano, que por primera vez se presentaba en el Estadio Nacional.

Mientras cantaba Amor pasajero en las pantallas se reflejó la bandera de Costa Rica. Para Sebastián, sin duda, era clave reflejar lo importante del reencuentro con los ticos, tras una pandemia que los separó de forma irremediable.

Ya no tiene novio desató la locura en el Estadio Nacional y no era para menos. Tras una breve ausencia del escenario, el artista apareció con una camiseta de La Sele que tenía el número 15 en la espalda y la palabra “Yatra”.

-“Qué viva La Sele”, “Te amo San José” y “Costa Rica no sabes cuánto te quiero”- fueron tres de las frases que el colombiano pronunció en cuestión de minutos, provocando los aplausos y gritos de una fiel fanaticada.

De pronto, llamaradas y humo salieron del escenario para calentar la fría noche, una que minutos antes del concierto -ante la amenaza de lluvia- obligó a los fans a colocarse una capa.

El cantante colombiano Sebastián Yatra dio un show de aproximadamente dos horas. (Rafael Pacheco Granados)

Por fin te encontré y Runaway continuaron en el repertorio y Yatra siguió haciendo lo que le dio la gana: de repente se tiraba en el piso, luego brincaba sobre unas escaleras colocadas en el centro del escenario y segundos más tarde estaba abalanzándose sobre el público.

El colombiano es un show y su simple presencia sobre el escenario es un derroche de energía. Él sabe que su público aprueba cualquier cosa que haga, así sea tocar el piano, los platillos y la guitarra acústica, o bien bailar una coreografía con sus bailarines o quitarse la camiseta.

Dos oruguitas, el tema de la cinta animada Encanto, de Disney, y con el que a inicios de este 2022 el colombiano estuvo nominado a un Óscar, también fue parte del espectáculo.

Decenas de niños se emocionaron con “las oruguitas enamoradas”, para luego dar paso a Cristina y No hay nadie más, sin duda, los temas más coreados hasta ese momento.

Y como con Yatra todo son sorpresas, la frase “Róbale un beso” apareció en el pantalla central del escenario y la famosa Kiss Cam comenzó a hacer de las suyas: a buscar parejas y a presentarlas en la gigantesca pantalla para obligarlas a besarse. Yatra, como el más animado, decía: “beso, beso”, y a sus víctimas no les quedaba más que hacer lo que le pedía.

Pero la fiesta no se detuvo. La Kiss Cam, más allá de embarcar a las parejas, fue la excusa perfecta para que sonara Robarte un beso, pieza que puso a bailar al Estadio Nacional en pleno.

Yatra aprovechó la euforia del momento para bajarse por segunda vez del escenario, con el fin único de saludar a su público. Segundos más tarde volvió a cantar Tacones rojos, pidiéndole a los fans que brincaran y no se detuvieran.

El tema Chica ideal hizo sospechar al público que el concierto estaba por terminar y sí, así fue. Sin embargo, la pieza se convirtió en el cierre perfecto para una velada perfecta.

“Qué noche la que me regalaste, Costa Rica”, dijo Yatra. Posteriormente se persignó, besó el suelo y se fue como todo un rockstar, con llamaradas sobre el escenario diciéndole adiós.