Dra. Ana Yendry Morales Blanco
El culto al cuerpo y a la imagen que existe desde hace tiempo en la sociedad ha supuesto la aparición cada vez de más casos de trastornos psicológicos relacionados con la imagen. La imagen se ha idealizado por muchos hasta el extremo de pensar que es un medio esencial para alcanzar el éxito laboral y social. Muchos de nosotros vemos algo de nuestra apariencia que no nos gusta, ya sea sobrepeso, poco cabello, una nariz grande, pero esto no afecta a nuestra vida diaria ni al concepto que tenemos de nosotros mismos. Sin embargo, hay personas a las que sus defectos reales o imaginarios, les afectan gravemente en su vida cotidiana.
Entre los trastornos psicológicos más comunes relacionados con la imagen podemos destacar los siguientes:
• Anorexia nerviosa: trastorno mental que consiste en una pérdida de peso derivada de un intenso temor a la obesidad. Afecta sobre todo a mujeres adolescentes. Sus síntomas:
• Escasa ingesta de alimentos.
• Miedo a ganar peso.
• Sentimiento de culpa al comer.
• Cambios en el estado de ánimo.
• Imagen corporal distorsionada.
• Pérdida de la menstruación.
• Bulimia nerviosa: La persona que sufre una bulimia nerviosa come una excesiva de alimentos y luego purga su cuerpo utilizando laxantes, diuréticos y/o vomitando. Al igual que la anorexia, suele afectar también a mujeres jóvenes. Los síntomas son los siguientes:
• Comer compulsivamente.
• Preocupación en relación al peso de forma constante.
• Ingesta excesiva de fármacos como laxantes o diuréticos.
• Cambios en el comportamiento.
• Vómitos autoprovocados.
• Vigorexia: Las personas están obsesionadas por sus músculos, se miran continuamente al espejo y se ven poco musculosas, esto supone que inviertan horas y horas en gimnasios para aumentar su musculatura. Son personas que se pesan varias veces al día y que se comparan con otros compañeros de gimnasio de forma constante. Algunos de los síntomas:
• Abandono de las actividades cotidianas para encerrarse en un gimnasio muchas horas al día.
• Obsesión con la dieta, sobre todo con la ingesta de hidratos de carbono y proteínas.
• Abuso de hormonas, anabolizantes o esteroides.
La vigorexia no es realmente un trastorno relacionado con la alimentación, pero sí comparte con la bulimia y la anorexia la preocupación obsesiva por la figura y una imagen distorsionada del cuerpo.
• Dismorfia corporal: Este trastorno supone tener una obsesión con una parte del cuerpo hasta el punto que impide tener una vida normal. Suelen ser personas que invierten muchas horas de su tiempo en pensar en su defecto hasta el punto de derivar en depresión, ansiedad, fobias. Algunos de los síntomas son:
• Pensar durante horas en el defecto corporal que se cree tener.
• Mirarse en exceso al espejo.
• Interrogar a otros sobre el aspecto.
• Recurrir a la cirugía estética y a otros tratamientos sin conseguir mejorar.
Si considera que en alguno de estos trastornos hay una identificación personal, es necesario que acuda con un/a psicólogo/a para que le brinde las herramientas que necesita con el fin de hacerle frente, así como también para que le apoye en este gran proceso.
Contáctenos: Dra. Morales Blanco, (506) 8872-0670, Psicóloga Clínica.
