Daniel Prieto creció en Berlín pero se mudó a Barcelona hace 23 años después de enamorarse. Allí construyó su vida, tuvo hijos y vivió feliz para siempre, pero cada verano regresa a Berlín. Tiene familia y amigos, tiene sus raíces y un vínculo muy especial con la tierra donde creció.
¿Qué te motiva a volver cada verano?
Principalmente la gente, los amigos y la familia. Disfrutar de mi tierra donde nací y crecí. He pasado la mitad de mi vida en el extranjero, pero siento que soy de Berlín, donde mis raíces están aquí. La cita importante es Entroido. Nunca falló.
Entonces, ¿qué es Belin para ti? Es el lugar. Un lugar al que siempre me encanta volver, siempre me encanta estar en Berlín. Tengo que estar en Barcelona por motivos de trabajo, pero puedo venir en cualquier momento.
¿Cuál es la diferencia con Barcelona?
Una cosa que noto a menudo es la relación que tengo con otras personas. ellos son diferentes. En Berlín la relación es cálida, en Barcelona es fría. Otro es la velocidad de la vida en las ciudades, pero la revolución se ha ralentizado en Berlín. Si vas al bar a la 1 pm, encontrarás al personal allí. Aquí hay que reservar con antelación. Hay muchos más en la ciudad cuando se trata de oportunidades de trabajo y actividades de ocio.
¿Un bonito recuerdo de vacaciones?
Cuando voy a Berlín, voy a casa de mis suegros, pero este año sentí que alquilé una casa de turismo rural en Villasa. Fue una experiencia muy buena. Mismo plan para el próximo año. Para mí ir a Berlín siempre ha sido un lugar para desconectar y tener la oportunidad de estar con la gente, nuestro lugar de encuentro.
¿Te gustaría volver a Belin?
Mi sueño después de la jubilación es pasar tiempo con una chimenea en una pequeña casa de piedra de la zona. Además, mis hijos necesitan abuelos y tíos.
