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Dos sonrojos en el área y una advertencia de Luis Enrique: "Tenemos el tiempo que tenemos"

España 1 - Suiza 2

Borja Iglesias y Nico Williams se estrenaron con el combinado nacional. Es la séptima derrota del seleccionador en 38 partidos.

Luis Enrique se lamenta tras una acción del partido.
Luis Enrique se lamenta tras una acción del partido.Toni GalánEFE

"No recuerdo tantos jugadores tan imprecisos en mi etapa como seleccionador". Luis Enrique reflexionaba sobre el desacertado primer acto ante Suiza. El preámbulo de su séptimo tropiezo en 38 partidos con España. "Esta derrota no me genera ninguna duda", sostenía el asturiano. Ahora el billete para la segunda Final Four consecutiva pasa por ganar en Portugal. Por ganar esa final.

Un par de horas antes, mientras España trataba de igualar el ritmo y la energía de Suiza, además del marcador, La Romareda comenzó a gritar un nombre. El de un viejo conocido que, un lustro atrás, les arrancó un puñado de sonrisas. Se trataba de Borja Iglesias, el tipo que marcó 23 goles en 43 partidos con el Zaragoza y que puso a la afición mañana a sus pies. También, lógicamente, porque la apuesta de Luis Enrique, con Asensio, Sarabia y Ferran Torres, apenas inquietaba a Sommer. Asensio, por cierto, disputó más minutos anoche (63) que los que ha sumado en lo que va de temporada con el Real Madrid (47).

Porque España se encontró a los 20 minutos por debajo en el marcador. El juego aéreo de los suizos, y la potencia del delantero Embolo, mantenían a Luis Enrique sentadito en el banquillo. La cabeza de Akanji, el central que Pep Guardiola reclutó este verano para su Manchester City, previo pago de 17,5 millones al Borussia Dortmund, sacó por primera vez los colores a la zaga española.

Nada más arrancar la segunda mitad, cuando la lluvia ya empapaba la hierba de La Romareda, el público estalló al ver que Borja Iglesias saltaba a calentar en compañía de Nico Williams y Yéremy Pino, que acabaría lesionado. Luis Enrique iba a mover ficha y el ídolo, nacido en Santiago de Compostela, parecía ser una de las soluciones, para delirio local. Para entonces, el seleccionador se agitaba como él acostumbra por su área técnica.

Dos estrenos

Y a pie de césped festejó con rabia el gol de Jordi Alba, el décimo en 86 partidos como internacional, después de una colosal arrancada de Asensio, que no quiere perder de vista el Mundial de Qatar, pese a su escasa repercusión en su club. "Marco me gusta siempre", le alabaría después el seleccionador.

Y con las manos en los bolsillos, con rostro serio, encajó Luis Enrique un nuevo sonrojo a balón parado, esta vez de Embolo, que ponía por delante de nuevo a Suiza. Dos bofetadas en dos jugadas a balón parado. Un aviso ante el inminente Mundial.

Llegó el minuto 63 y La Romareda echó a arder. Tras Nico Williams, irrumpió, al fin, el anhelado Borja Iglesias, debutante, igual que Nico, ya a sus 29 años. Ninguno pudo evitar la primera victoria de Suiza en suelo español. "El míster me dijo que fuera el mismo que cuando juego en el Athletic", reconocía Nico. "Dependemos de nosotros y hay que demostrar que estamos capacitados para jugar partidos de este nivel", sostenía Borja, a propósito de esa final en Braga del martes.

"Me gusta la fe que ha tenido el equipo. Iremos a Portugal a jugar una final. Hay que mejorar y tenemos el tiempo que tenemos", sentenciaba el seleccionador nacional.

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