El Gobierno cambia su estrategia fiscal, y pone en marcha rebajas fiscales para clases medias y bajas mientras, al mismo tiempo, eleva los impuestos a las clases más altas. Lo más destacado es la tasa a las grandes fortunas. Bautizada por María Jesús Montero como “impuesto de solidaridad”, será un gravamen temporal para 2023 y 2024 que afectará a los contribuyentes con una riqueza neta superior a los 3 millones de euros.
Así lo ha confirmado la ministra de Hacienda en rueda de prensa. El impuesto a los millonarios contará con tres tramos: del 1,7% para los patrimonios entre 3 y 5 millones de euros; el 2,1% para los patrimonios entre 5 y 10 millones, y el 3,5% para aquellos con patrimonios superiores a los 10 millones.
Según ha avanzado, el potencial recaudatorio de la medida asciende a 1.500 millones de euros durante los dos años, y afectará a 23.000 contribuyentes potenciales, lo que supone un 0,1% del total de contribuyentes en España.
Como han detallado desde el Ministerio de Hacienda y Función Pública, se evitará la doble imposición, dado que la cuota abonada por el Impuesto de Patrimonio será deducible en el nuevo impuesto. Es decir, si un contribuyente paga en su comunidad autónoma la tasa de Patrimonio, la cantidad a pagar se resta de la cuota del 'impuesto de solidaridad'.
IRPF
El segundo de los focos de la ‘reforma fiscal’ que pondrá en marcha el Gobierno el próximo año pasa por el IRPF. A partir de ahora, todos aquellos trabajadores que ganen menos de 15.000 euros estarán exentos de pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Además, Hacienda eleva la reducción por rendimientos derivados del trabajo para todos los trabajadores por debajo de 21.000 euros. Esto supone, dice Montero, que afecta acerca de la mitad de los trabajadores, ya que el salario mediano en España es de 21.000 euros. El impacto alcanzará los 1.881 millones de ahorro en dos años.
El Gobierno ha puesto un ejemplo para ilustrar esta medida. El de un trabajador sin descendientes que gana 18.000 euros, que “se ahorraría 746 euros al año y tributaría un 40% menos”.
Siguiendo en el IRPF hay más medidas. Se modifica también el epígrafe de rentas del capital. De este modo, aquellas rentas entre 200.000 y 300.000 euros aumentan su gravamen en un punto hasta el 27%. Aquellas rentas de capital superiores a los 300.000 euros el tipo se eleva dos puntos, hasta el 28%.
El objetivo del Gobierno es “reducir la brecha de tributación entre las rentas del trabajo y las del capital”. Según sus proyecciones, afectará a 17.814 contribuyentes, y su impacto será un aumento de 204 millones en 2024.
Autónomos
También, dentro del IRPF, hay una rebaja adicional del 5% en el rendimiento neto de módulos para los autónomos. Y se eleva del 5% al 7% la reducción para gastos deducibles de difícil justificación en la tributación en régimen de estimación directa simplificada de los autónomos.
Los beneficiarios serían 577.688 autónomos en la rebaja de módulos y 956.452 autónomos en régimen de estimación directa simplificada. El impacto de las dos medidas suma 184 millones de euros.
Sociedades
El tercer pilar anunciado por el Ejecutivo es el Impuesto de Sociedades. Con una rebaja del tipo nominal del impuesto del 25% al 23% para las pequeñas empresas. El Ministerio ha definido pequeñas empresas como aquellas con una cifra de negocio inferior a un millón de euros. Esto beneficiaría a 407.384 empresas, con un impacto de 292 millones de ahorro.
Igualmente, se limita en un 50% la posibilidad de compensar las pérdidas de las filiales en los grupos consolidados, algo que “afectará a grandes empresas y con carácter temporal”. Afectaría a 3.609 empresas, el 0,2% de los declarantes de Sociedades, y el impacto será previsiblemente de 2.439 millones entre 2023 y 2024.
