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El plan de Darias de jubilación activa para médicos de primaria acogido con dudas y escepticismo

El programa dejubilación activa para médicos de primaria ha sido acogido con dudas y escepticismo entre los profesionales. A la incertidumbre por la falta de concreción sobre cómo será el régimen especial de los facultativos (hasta ahora esa medida no se aplicaba a los trabajadores públicos) y las condiciones, se une la idea de, si no se limita la sobrecarga actual, la medida no va a ser atractiva para los profesionales. Además, aunque la falta de profesionales es urgente en primaria, también hay partidarios que ofrecer el programa a otras categorías.

A tenor de lo anunciado por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que participó junto a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la reunión de la Comisión de Recursos Humanos, por primera vez se desarrollaría para los trabajadores públicos un programa de jubilación activa y de jubilación parcial.

Concretamente, médicos de Familia y pediatras de atención primaría podrían acceder a la jubilación activa manteniendo un trabajo a tiempo completo o a media jornada con un régimen mejorado de compatibilización de la pensión con la actividad laboral, siendo del 75% en lugar del 50% general. Escrivá lo describió como un "programa piloto" de tres años de duración y que fue acogido satisfactoriamente por las autonomías.

Fuentes de la reunión señalan que las comunidades pidieron celeridad en el desarrollo de la medida y señalaron que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, que tiene planificadas diferentes reformas, probablemente modificaría la Ley de Seguridad Social y de Clases Pasivas aprovechando otros desarrollos normativos.

Cuestiones por aclarar

Aún queda que los sindicatos del Ámbito de Negociación conozcan al detalle el proyecto, pero ya algunos se han pronunciado acerca de la medida.

El sindicato médico CESM señala que "es una opción que constituye un parche que no pone solución a la falta de médicos" y ha pedido una reunión urgente con el ministro Escrivá. El anuncio "aún tiene muchos puntos que no se han aclarado por una redacción confusa sobre cómo funcionará esta opción", como cuáles serán las retribuciones finales en ese trabajo al 50%, la carga de trabajo que se deberá realizar, o si esa compatibilización irá acompañada de un aumento de la pensión. Además, CESM apunta que este tipo de medidas, aunque sean temporales, debería aplicarse a todas las especialidades donde exista déficit. Considera, por tanto, que existen otras alternativas, como puede ser un aumento de la pensión de jubilación una vez que se pase a esta situación.

Por otro lado, recuerda que aún no se ha desarrollado la jubilación parcial a pesar de aparecer ya en el Estatuto Marco ni tampoco una jubilación flexible desde los 60 años sin pérdida retributiva hasta los 70 años o incluso hasta los 72, como lleva años reclamando CESM.

Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (Simeg) y autor de informes periódicos sobre demografía médica, se muestra un tanto ambivalente con una medida que, según él, "necesita mucha mayor concreción". De entrada, Matas cree que "puede aliviar un déficit médico que, en el caso de primaria, es ya muy acuciante, sobre todo en algunos sitios", pero matiza que "no deja de ser un parche temporal, al que ahora nos vemos obligados por una deficiente planificación a corto, medio y largo plazo".

Matas puntualiza que "más allá de que la jubilación activa sea a jornada completa o a jornada parcial, lo interesante es que la aplicación de la medida fuera flexible, de forma que se pudiera adaptar a las necesidades del profesional o a la cobertura puntual de situaciones en lugares concretos. Se podría optar, a lo mejor, por media jornada todos los días, por hacerlo en días alternos o por recurrir a ella en determinadas épocas del año". Lo que sí tiene claro Matas es que en el contexto actual, "con una evidente falta de médicos de primaria, es bienvenida, pero no sería vista con tan buenos ojos si hay médicos jóvenes en paro".

El coordinador del Centro de Estudios del Simeg quita importancia al hecho de que solo 155 médicos del sector público se hayan acogido a la jubilación activa (total o parcial) durante la pandemia, un periodo en el que excepcionalmente ha estado en vigor (esa excepcionalidad expira el 31 de diciembre), porque "las circunstancias eran muy especiales: hablamos de un contexto de muchos contagios y especialmente peligroso para un colectivo que, por edad, era población de riesgo".

Matas no pierde ocasión de recordarle a Escrivá que esta medida debería ser compatible con el establecimiento de incentivos "verdaderamente atractivos" para que el médico prolongue su edad de jubilación más allá de los 65 años. Según él, el 4% de bonificación por cada año completo que se cotice después de cumplir la edad ordinaria "es un premio muy escaso para una actividad tan exigente como la Medicina de Familia. Al menos debería elevarse al 8%, de forma que dos años de trabajo adicional se traduzcan en una bonificación del 16%".

¿Sólo aplicable a médicos de AP?

A falta de "mayor concreción" y de que el Ministerio de Sanidad "defina con claridad" los pormenores de esta iniciativa en el Ámbito de Negociación, Fernando Hontangas, presidente del Sector de Sanidad de CSIF afirma que "de entrada, la medida nos parece bien, pero se queda corta". A su juicio, la posibilidad de prolongar la vida activa debería hacerse extensiva a otras especialidades médicas y otras categorías profesionales, porque "el déficit que padece actualmente el SNS no se limita a los médicos de Familia y pediatras del primer nivel, sino que también afecta a especialidades hospitalarias o al personal de Enfermería, sin ir más lejos".

Hontangas se muestra prudente hasta ver "como se concreta, negro sobre blanco, la norma que regule esta medida transitoria", pero recuerda que "la iniciativa no es nueva, porque ya está en vigor desde hace mucho tiempo en otros países" y, sobre todo, enfatiza que "debe ir acompañada, sí o sí, de otras medidas estructurales y de largo recorrido para paliar un déficit de personal que, en el caso de primaria, es ya especialmente crónico".

Muy molesta con la medida, Rosa Cuadrado, responsable de Acción Sindical Pública de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO), la califica directamente de "chapuza" y de "una de esas ocurrencias que, de vez en cuando, tiene el señor Escrivá".

Cuadrado argumenta que esta medida "entra en contradicción directa con el acuerdo para la Administración del Siglo XXI que en noviembre firmamos los sindicatos con el ministerio de María Jesús Montero y que, entre otras cosas, plantea recuperar la jubilación parcial para el personal estatutario y funcionario, que se derogó con un real decreto de 2012".

Según la representante de CCOO, "con una mano se firma este acuerdo y con otra se plantea ahora la jubilación activa, parcial o a jornada completa, solo para un colectivo, el de los médicos de primaria, que, casualmente, por el sistemático maltrato laboral a que han sido sometidos en los últimos años, son los más proclives a jubilarse anticipadamente".

Cuadrado recuerda, además, que en el acuerdo de noviembre se incluyen también medidas para favorecer el relevo generacional en la Administración pública, "y precisamente una de esas medidas es la jubilación parcial vinculada a un contrato de relevo, de forma que ambos, quien se va a jubilar y su relevo, se repartan el tiempo de jornada hasta que el primero se jubile definitivamente y sea sustituido, al cien por cien de la jornada, por su relevo".

Lo otro, lo que proponen ahora Escrivá y Darias, es muy diferente, según la representante de CCOO. "Aquí no hablamos de compartir la jornada con un relevo, sino de que un médico de más de 65 años se mantenga en activo a media jornada. En definitiva, en lugar de contratar a nuevos médicos a jornada completa, que es lo que necesita la primaria, ponemos parches con facultativos trabajando solo un porcentaje de esa jornada".

Cuadrado argumenta, además, que la medida no tiene sentido en el ámbito sanitario "cuando el Estatuto Marco ya permite que los médicos puedan prolongar su vida activa, sin jubilarse, hasta los 70 años, siempre que estén en condiciones de hacerlo".

Limitación de agendas

"Es otro parche más que pone a la mala gestión de recursos humanos que llevan haciendo en primaria en los últimos 20 años", valora Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap). La sociedad científica recuerda que las causas están claras: el aumento de las jubilaciones, "que la Administración conocía", y las malas condiciones, que hacen que los profesionales busquen otras salidas profesionales más atractivas como la medicina privada, la pediatría hospitalaria o irse al extranjero. La Aepap insta a las comunidades y Ministerio de Sanidad a que "enfrenten el problema de cara haciendo las mejoras laborales y de prestigio profesional que la pediatría de atención primaria necesita".

Para Sánchez Pina, la idea de reducir la jornada es más bien una encerrona. "La Administración sabe que la población se va a poner en la puerta del médico y que el médico no va a poder estar solo media jornada". La Administración "juega con la profesionalidad y responsabilidad de los médicos" y controla las agendas, que en la práctica no limita: "Te citan a cinco pacientes de urgencia en los primeros cinco minutos", explica, de modo que al final los profesionales con jornada reducida ven los mismos pacientes en menos tiempo.

Cree que, en las condiciones actuales, muy poca gente se sumará a la iniciativa. "Hay que animar a los estudiantes a hacer atención primaria, no solo prorrogar la vida laboral a cuatro que quieran". La limitación de agendas real, con garantías de tiempo de atención, podría ser un incentivo. "La gente está muy cansada. No quieren jubilarse más tarde, ¡quieren jubilarse antes! Las condiciones hacen que no queramos ir a la consulta. Ya no es por el dinero, es por el estrés".

Desde el ámbito rural, donde él ejerce, Hermenegildo Marcos, vocal nacional de Médicos de Atención Primaria Rural de la Organización Médica Colegial (OMC), califica el anuncio de "interesante". Según él, "más allá de la edad obligatoria de jubilación, hay médicos que están en plenitud de sus capacidades físicas y cognitivas y que, además, están dispuestos a seguir trabajando. Desaprovechar ese capital humano es algo que el sistema público sanitario no se puede permitir, máxime cuando hay zonas en las que, ahora mismo, es muy difícil encontrar médicos de primaria".

El vocal de la OMC puntualiza, no obstante, que hay que "definir muy bien" las condiciones de trabajo de quienes voluntariamente se acojan a la medida: "Esos facultativos están, claro, perfectamente capacitados para pasar una consulta, pero es evidente que no para hacer guardias o para soportar determinadas cargas de trabajo".

En cualquier caso, Marcos coincide con sus colegas en que la iniciativa que ayer hicieron pública Darias y Escrivá "no deja de ser algo transitorio y parcial. Lo que hay que hacer, y cuanto antes mejor, es afrontar el problema del déficit desde la raíz, empezando por que la Medicina de Familia cale en la universidad y se convierta en una disciplina atractiva para los futuros residentes".

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