La escasez de agua puso contra las cuerdas a gran parte de la provincia ourensana durante los meses estivales, en un año marcado por la sequía. El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, da cuenta de las dificultades de los ayuntamientos para encontrar soluciones, y le pone deberes a la Xunta: “Es la administración autonómica la que debe suplir las carencias económicas de los municipios para tener buenas redes de abastecimiento”.
Este verano, numerosos concellos ourensanos impusieron cortes en el suministro. ¿Esta situación se podría haber evitado?
Nosotros llevamos avisando desde febrero a todas las administraciones locales de las perspectivas que se venían encima de cara a finales de primavera y verano, las previsiones no eran nada halagüeñas. Es cierto que no es posible hacerle frente a esta situación de la noche a la mañana, hay que prever cambios estructurales en los ayuntamientos que tienen dificultades, como mejorar los sistemas de captación o las conducciones de abastecimiento para evitar las roturas o pérdidas que están documentadas y que en algunos casos suponen hasta un 40% del flujo del abastecimiento.
El llenado de piscinas privadas y los huertos son dos de las causas más señaladas de la falta de agua. ¿Falta concienciación?
Obviamente es clave en toda esta problemática, de cara a que el recurso no es infinito. El agua es un elemento muy preciado y valioso y como tal hay que empezar a cuidarlo. Hay que cambiar el chip.
Varios municipios se vieron obligados a cerrar sus piscinas, ¿cree que deberían reducirse este tipo de servicios en situación de sequía?
Lo prioritario es el abastecimiento humano, y en segundo lugar aquellas actividades socioeconómicas que tienen importancia. Cada uno en su ámbito tiene que actuar en consecuencia.
En Ribadavia, la Confederación aprobó que se tome agua del río Avia. ¿Es factible mantener este tipo de soluciones en el tiempo?
Estas medidas de urgencia son soluciones temporales para hacer frente a una emergencia. Lo que sí es cierto es que aquellas administraciones y ayuntamientos que este año han visto peligrar el abastecimiento deben pensar más tranquilamente en modificar ese abastecimiento para poder hacerle frente a circunstancias tan adversas como las que vivimos.
La Hidrográfica llegó a recomendar realizar cortes horarios de agua, ¿hay que acostumbrarse a estas medidas?
Cuando las circunstancias lo aconsejan, medidas extraordinarias como los cortes temporales se hacen necesarias. Para que no se den estas circunstancias, cada administración, en función de sus necesidades, debe pensar en hacer cambios en la infraestructura, la conducción del abastecimiento, las fuentes que suministran ese agua…
¿Hay deberes pendientes?
De este episodio tenemos que sacar lecciones como que cada uno en su casa vaya poniendo el tema del abastecimiento como tema cardinal a solucionar. Estamos hablando de un contexto de cambio climático donde todo apunta a una reducción de las precipitaciones, y por lo tanto, a menos fuentes de aprovisionamiento, hay que empezar a actuar.
¿Falta implicación por parte de las administraciones?
La competencia es municipal, pero hay que decirlo bien claro y alto: estas administraciones, por su tamaño, no tienen una capacidad suficiente para hacerle frente a las obras necesarias. Son básicamente intervenciones bajo tierra, que al vecindario o a los propios administradores no les parecen las obras más lucidas, pero son prioritarias. Además, entendemos que debe ser la administración autonómica la que apoye y se implique en suplir esas carencias económicas.
¿Cuánta lluvia se necesita para salvar la actual situación?
Un año pluviométricamente normal, o un poco más que normal, con más precipitaciones que habitualmente.
