Un total de 190.000 personas, lo que representa el 85% del empleo privado en Extremadura, trabaja en empresas familiares, lo que representa un 85% del PIB regional. Algunas de las compañías más destacadas de la región, como CL Grupo Industrial, Líder Aliment, Inquiba, López Morenas, Eléctricas Pitarch, Bigmat Tevisa, Exclusivas Dyexo, Jacoliva, Grupo Atianmar o Corchos Oliva participan en el XXV Congreso de la Empresa Familiar que se celebra este lunes y martes en Cáceres. Son en total 35.000 empresas, según la cifra que ofrece Ángel Martín, el director de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar de Extremadura.
¿Hay diferencias notables entre las empresas familiares extremeñas y las nacionales? Para Martín la única diferencia es la adaptación que tiene que hacer a las condiciones de la región. «Las empresas familiares tienen la misma problemática y afrontan los mismos retos». Uno de ellos es el del relevo generacional, la sucesión y la profesionalización de las empresas. «El trasfondo de todas las empresas familiares es la vocación de continuidad que tienen todas ellas, el paso de una generación a otra suele ser un momento complicado, es una búsqueda a largo plazo del mejor sucesor, y si no está en la empresa hay que buscarlo fuera». En el XXV Congreso de la Empresa familiar se ha llevado a cabo hoy entre los participantes una encuesta con varias preguntas. En una de ellas se han consultado sobre cuál es el desafío principal que afecta de forma específica a las empresas familiares, y el 38%, la mayoría de los que han respondido han indicado que el relevo generacional.
Sí que es una característica específica de la empresa familiar extremeña es el pequeño tamaño de las mismas. 190.000 empleados para 35.000 empresas da una media de menos de cinco trabajadores por cada una de esas compañías. «Suele ser una empresa relativamente joven, de segunda generación y pequeñas», asegura Martín. «Hay que ganar en dimensión y volumen para ser competitivos».
En una región con un peso enorme del sector público y del funcionariado este tipo de empresas, reconoce Martín, han tenido que pelear contra los elementos para tirar para adelante. «Pero es cierto que hay un tejido empresarial que acumula ya cierta historia y cierta tradición, como ha dicho el presidente Vara esta mañana se puede proyectar Extremadura como tierra de empresarios y tierra de oportunidades».
