Los consumidores buscan en los comercios experiencias más completas, que combinen los mundos online, offline y virtuales, y que permitan transacciones más rápidas y seguras.
El sector de las pequeñas y medianas empresas comerciales han experimentado una evolución en la última década hacia los servicios y venta online, un proceso que se ha acelerado tras la pandemia y en el que la actividad en las redes sociales tienen un papel clave.
En este desarrollo la capacidad de estar presentes en diferentes contextos virtuales y en el uso de una política de marketing omnicanalidad (texto, fotografía y video) se convierten en fundamentales para el crecimiento de las empresas minoristas.
La empresa especializada en análisis digitales The Valley, en su informe “Rethink Retail X.O Metashopping: la compra como un viaje”, destaca que los perfiles digitales especializados en metaverso, tecnología blockchain (trazabilidad digital), inteligencia artificial y realidad virtual serán los más demandados durante los próximos años, ya que las empresas tendrán que contar con profesionales capaces de adaptarse a las nuevas demandas que está experimentando el sector y que continuarán creciendo en los próximos años. Será necesario aplicar herramientas que garanticen la privacidad de los datos de clientes y proveedores, además de proteger la información de las actividades económicas realizadas y la autenticidad de los productos y archivos transferidos en estos espacios digitales.
Las tiendas del futuro van dirigidas hacia el comercio rápido y dinámico gracias al “big data” y al uso de tecnologías como la inteligencia artificial o el reconocimiento facial, que permitirán transacciones más rápidas y seguras. Profesionales con conocimientos en aprendizaje digital, redes sociales y en análisis de datos permitirán la adaptación de los comercios a la actividad en los nuevos canales (Instagram, YouTube, venta personalizada) y ofrecer nuevos servicios a sus consumidores.