La fibrosis quística es una enfermedad crónica, de origen genético que afecta a diferentes órganos y en especial, a los pulmones. Es una patología compleja que además, altera la función del páncreas, dando lugar a diabetes mellitus asociada y a síntomas digestivos como dolor abdominal, descomposición, etc.
En las personas con fibrosis quística es frecuente un estado de malnutrición, a lo que contribuyen:
- La pérdida del apetito: provocada sobre todo por los síntomas digestivos y la infección pulmonar crónica.
- La malabsorción e indigestión de alimentos: causada por la insuficiencia pancreática.
- El aumento del gasto energético basal (la necesidad calórica está aumentada con respecto a la población sana.
Entre las recomendaciones nutricionales más importantes en esta enfermedad, resalta la ingesta adecuada y reforzada de energía. Por esta razón, es relevante planificar un reparto adecuado de la dieta diaria que facilite el aumento de calorías. Se aconseja entonces distribuir las comidas en 3 principales y 2 ó 3 meriendas (media mañana, media tarde, y en algunos casos, un tentempié antes de acostarse).
Para aumentar el contenido de calorías de la dieta con alimentos cotidianos conviene subir la frecuencia de alimentos muy calóricos, es decir, aquellos que en poco volumen de comidas aportan muchas calorías.
En este sentido, resulta beneficioso incluir alimentos grasos como aceites (preferentemente de oliva), alimentos fritos, frutos secos, dulces con crema, salsas, quesos grasos, carnes grasas, natas, pescados grasos, mayonesas, patatas fritas, y otros aperitivos (con grasas saludables).
También es necesario introducir en la dieta alimentos con azúcar: dulces, helados, natillas, flan, nata dulce, bebidas con calorías, yogures con azúcar, turrones, etc. En caso de padecer diabetes mellitus estos alimentos no están prohibidos de forma absoluta, porque sigue siendo muy importante mantener un correcto estado de nutrición. Sin embargo, sí deben estar controlados y contabilizados. Por lo general, se requiere ajustar la terapia insulínica.
En cuanto a la toma de las enzimas pancreáticas, la indicación se enfoca en hacerlo antes de todas las comidas, siempre que contengan grasas o proteínas (no son necesarias si el plato contiene solo fruta). En caso de tomar muchos comprimidos, es conveniente tomarlos también durante las comidas (aproximadamente 2/3 antes y 1/3 mientras se está comiendo). Es preferible ingerir los comprimidos con alimentos ácidos (zumos, fruta…) o con agua, en lugar de alimentos lácteos (leche, kéfir, yogurt..) que disminuyen su actividad.
La suplementación vitamínica es necesaria para contrarrestar la menor absorción de vitaminas y minerales que se produce en la Fibrosis quística.
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