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Sánchez cuela la tramitación de su no rebaja del IRPF en los Presupuestos para presionar al PP en la votación de gastos

Pedro Sánchez ha presentado ya su último anuncio de pseudo rebaja fiscal. Mileuristas y rentas medias han quedado fuera de la reforma y, por lo tanto, de sus teóricos incentivos en el IRPF. Pero es un anuncio y como tal está siendo tratada por el Gobierno: como un reclamo electoral con el que intentar responder ante la opinión pública a las rebajas reales de impuestos de las comunidades del PP. Y, como tal reclamo, ha sido diseñado, no para producir una mejora real del poder adquisitivo de la población, sino para situar en una posición incómoda al PP. Por eso, el PSOE tramitará su reforma del IRPF junto con los Presupuestos Generales del Estado, de tal manera, que cuando el PP vote en contra de esas cuentas públicas, tenga que votar también, y de forma conjunta, contra la reforma fiscal de Sánchez y el PSOE pueda acusar a Feijóo de frenar una supuesta rebaja del IRPF.

La pretendida rebaja del IRPF de Pedro Sánchez, literalmente, ni lo es. Pero sí ha sido diseñada como parte del juego político preelectoral.

La última propuesta fiscal del Gobierno no baja los impuestos a prácticamente nadie. Y prácticamente nada a los muy pocos agraciados por este mero anuncio hueco de reforma del IRPF. Sánchez no ha querido recortar los tipos ni los tramos del IRPF. Y tan sólo ha anunciado dos cambios reseñables: el primero, una ampliación de la franja de rentas que pueden aplicarse la reducción por rendimientos del trabajo hasta los 21.000 euros. Y una ampliación de las rentas exentas totales desde los 14.000 euros actuales hasta los 15.000 euros. El resultado es que sólo los contribuyes incluidos entre 14.000 y 15.000 euros y los comprendidos entre 18.000 y 21.000 notarán algún leve cambio fiscal. Y también más en teoría que en la realidad. Ni los de menos de 14.000 euros anuales –los comúnmente denominados como mileuristas– ni los de más de 21.000 euros –en España las rentas medias comienzan entre los 25.000 y los 27.000 euros– tendrán la más mínima rebaja, según el anuncio lanzado por el Gobierno a bombo y platillo. Y, para colmo, los comprendidos entre 14.000 y 15.000 euros ya anulaban la mayor parte del pago fiscal con las propias deducciones y reducciones reguladas en el IRPF. Y, por supuesto, mientras, las rentas altas sí reciben el anuncio –ese plenamente real y con contenido– de un nuevo castigo fiscal.

Pero todo ello es lo de menos para el PSOE, que ha diseñado este anuncio fiscal como un mecanismos para intentar meter en un jaleo al PP: el de votar en contra de una supuesta rebaja del IRPF.

Lo cierto es que la trampa es muy tosca. El mecanismo elegido para hacer esta pseudo rebaja del IRPF ha sido la reducción por obtención de rendimientos del trabajo. Tal y como ha anunciado el Gobierno, ese límite se pretende ampliar desde los 18.000 euros hasta los 21.000 euros. Y eso implica, obviamente, que no hay ninguna rebaja para todos los contribuyentes de menos de esos 18.000 euros brutos. Porque el importe de la reducción, según ese anuncio oficial, no será tocado. Y, por lo tanto, todos los mileuristas siguen con las mismas deducciones y no reciben ni un céntimo de esa supuesta rebaja del IRPF.

El segundo truco es igualmente burdo: se sube el mínimo exento de tributación desde los 14.000 euros hasta los 15.000 euros. Pero el pago en ese colectivo es ínfimo, puesto que la propia reducción por rendimientos del trabajo y otras deducciones anulan el pago efectivo en la inmensa mayoría de los casos simplemente con reclamarlo a Hacienda por medio de la Declaración de la Renta.

Pero serán pocos los contribuyentes que se percaten de estas cuestiones técnicas. Y el efecto real de la supuesta rebaja fake irá quedando en evidencia a medida que pase el tiempo. Y eso puede suponer que el PSOE se presente a las elecciones autonómicas y locales de mayo de 2023 con algunos electores creyendo aún que, efectivamente, se les ha bajado el IRPF. Hay que recordar que la supuesta rebaja no entra en vigor hasta comenzado el año 2023 y que las retenciones se aplican en las nóminas mes a mes, pero la declaración por esos ingresos no se realizará hasta el año 2024, pasadas ya hasta las elecciones generales.

Pero un efecto sí ha sido bien diseñado por Pedro Sánchez y su equipo: la tramitación de esta reforma del IRPF se realizará de forma conjunta con los Presupuestos Generales del Estado. Esos Presupuestos serán rechazados por el PP con casi total seguridad. Y, por lo tanto, al votar contra la totalidad de la norma, lo harán contra la reforma del IRPF de Pedro Sánchez.

Y Sánchez y su partido han diseñado este esquema para acusar al PP de no querer bajar el IRPF, sino de decir que lo hacen ellos.