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Sánchez, empujado por sus barones a deflactar el IRPF a las clases medias: otros imitarán a Ximo Puig

La presión electoral con encuestas adversas y, especialmente, y la presión de los barones del PSOE, que temen por el resultado de las autonómicas y municipales del 2023, están llevando en el último mes al Gobierno a una carrera de medidas fiscales improvisadas y rectificaciones constantes sobre impuestos.

Fuentes del Gobierno admiten que no estaban contempladas muchas de las medidas que han improvisado, anunciado y puesto en marcha en las últimas semanas, y aún queda el anuncio en los próximos días de una reforma de impuestos que han tenido que improvisar ante el debate abierto sobre los tributos.

Casi día a día, se anuncian nuevas medidas fiscales en una especie de partida de ajedrez tacticista que, además, contiene contradicciones entre los anuncios del propio Gobierno. La mayoría de las veces son respuesta a propuestas del PP

Esa improvisación se ha visto perturbada, además, por la presión de sus barones, concretada con la iniciativa de Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, de deflactar el tramo autonómico de la tarifa del IRPF con nuevos tramos adaptados a la inflación. Pero otros barones del PSOE preparan para los próximos días medidas similares de espaldas al Gobierno.

El lunes, pocas horas antes de anunciarlo, Pedro Sánchez mantuvo una dura discusión con el presidente de la Generalitat valenciana sobre la bajada de impuestos. Puig informó al presidente del Gobierno y éste le expresó su rechazo en términos muy duros, a pesar de lo cual el barón socialista siguió adelante.

La medida de Ximo Puig rompe el discurso del Gobierno sobre la necesidad de mantener la presión y la recaudación fiscales para hacer frente a las consecuencias de la crisis.

También quiebra el argumento reiterado por varios ministros sobre el rechazo a un puja fiscal entre gobiernos autonómicos abierta por el PP. Sorprendentemente, Puig defendió hace sólo cuatro días que se penalice a las comunidades que reducen impuestos, es decir, lo que ha anunciado él este martes.

Además, otros barones como el presidente de Aragón, Javier Lambán, están estudiando esta medida, como él mismo ha admitido públicamente. Por eso Hacienda estudia cambios fiscales que afectarán al IRPF, previsiblemente con un reajuste de tipos para subir el de las rentas más altas y reducir el de las más bajas, para poder mantener el argumento del "Gobierno de los trabajadores y la clase media". Aún no está cerrado definitivamente.

El canario, Ángel Víctor Torres, también lo está valorando y está siendo presionado por su socios de Nueva Canarias.

[El Gobierno pone distancia con la rebaja fiscal de Ximo Puig pero ya no descarta deflactar el IRPF]

De hecho, sólo le queda a Pedro Sánchez el argumento de que sus reformas fiscales buscan presionar a quien más gana, mientras que el PP los libera con la supresión del impuesto de patrimonio. Pero el Gobierno se había negado hasta ahora a deflactar e incluso pidió armonizar los impuestos en las Comunidades Autónomas.

El primer episodio de esta carrera fiscal fue el anuncio del Gobierno de la reducción del IVA del gas y de la luz, después de que el PP lo pidiera reiteradamente y varios ministros lo rechazaran.

Luego anunció una especie de impuesto a las grandes fortunas que el PSOE había descartado en el Congreso cuando lo propuso Unidas Podemos en junio. Era una respuesta al anuncio de Juama Moreno para eliminar el impuesto de patrimonio en Andalucía.

Entretanto, el Gobierno impulsó con una proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos (no a través de proyecto de ley, más lento porque exige informes previos) imponer impuestos a empresas energéticas y bancos. Lo presentó con rapidez para adelantarse a la decisión de Bruselas de implantar un tributo similar, aunque con notables diferencias.

Más recientemente, desde el Gobierno se lanzó la idea de armonizar los impuestos para evitar que las comunidades los bajen. En realidad, eso lo pactó en 2020 con ERC en el acuerdo de Presupuestos, pero nunca lo hizo apelando a una reforma del sistema de financiación autonómica que no prevé aprobar en esta legislatura.

Ximo Puig propuso en esos días que se penalizase a las comunidades que bajasen impuestos y afeó que haya autonomías que reducen tributos y luego piden dinero al Estado. Pero pocos días después el presidente valenciano anuncia la reducción del IRPF para acompasarlo a la inflación.

También en estos días, la ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, ha anunciado un “paquete fiscal” que tampoco estaba previsto hace unas semanas. De hecho, compareció en la sede del PSOE el lunes para anunciar estas medidas, sin decir qué medidas serán, porque aún no se ha decidido qué medidas serán.

El Gobierno siempre dijo que no trasladaría la inflación a las tarifas del IRPF, aunque eso favorece a las rentas más altas, pero fuentes de Moncloa ya no descartan que pueda incluirse esta medida en la citada reforma que deberá entrar en vigor antes del 1 de enero de 2023.

La deflactación es realmente eficaz si lo hacen el Estado y el tramo autonómico.

Además, han anunciado medidas fiscales pactadas con Unidas Podemos que se conocerán en breve.

Por parte del PP, los movimientos estratégicos que, a su vez, hacen mover pieza al adversario, se completa por el momento con la propuesta de Alberto Núñez Feijóo de bajar el IVA de los productos de primera necesidad. En principio, y de momento, el Gobierno lo rechaza.