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El primer y “terrorífico” vuelo de un avión en Bogotá: creían que era el fin

William Knox Martin (derecha) junto a Julio Mario Santo Domingo, 1919. FOTO: Archivo particular publicado en el Blog de GHNB.El piloto sobrevoló la ciudad mientras esta estaba en medio de protestas contra el Gobierno.

La capital colombiana está llena de historias, así como está llena de habitantes, carros, parques, trancones, huecos en las vías, semáforos, buses, puentes peatonales, museos, iglesias, plazas, barrios, estaciones de TransMilenio, paraderos del SITP, caños y muchas otras cosas de las que muchos no se acuerdan como se llaman.

Por eltiempo.com

No aprender o recordar esas historias puede ser una de las razones por las cuales, a veces, varios olvidan que viven en una ciudad que parece más un ser vivo que una urbe, y también puede ser la razón por la cual a veces muchos se sienten en la nada misma, mientras millones de personas recorren las venas y las arterias de la metrópoli que está 2.600 metros más cerca de las estrellas.

Sin embargo, la Bogotá que existe actualmente dista mucho de lo que fue un siglo atrás, cuando la gigantesca urbe que vemos desde Monserrate fue una pequeña población que estaba arrancando a pasos cortos su crecimiento demográfico.

Pero eso no impidió que el nuevo mundo llegase a la ciudad, tal cual como lo hizo en el año 1919, cuando por primera vez hubo un sobrevuelo en la ciudad.

Volando sobre lo alto

De acuerdo con el portal del Distrito ‘Archivo Bogotá’, el presidente de aquel entonces, Marco Fidel Suarez, expidió la resolución 34 del 27 de febrero de 1919, invitando a los empresarios colombianos a que se animaran a entrar en licitaciones para la adquisición de aviones. Sin embargo, sus deseos no dieron los frutos que esperó, puesto a que pocos realmente se aventuraron a comprar aeronaves.

Suarez hizo esto con la intención de agilizar el transporte de correo en el país, pues en esa época el centro y las periferias del país estaban muy incomunicadas, por lo que un viaje de Bogotá a Cartagena se tenía que hacer por río, lo que podía tardar hasta 40 días.

Atlántico Alerta amarilla

El rio Magdalena fue durante siglos la principal vía de comunicación entre la costa atlántica y el interior del país. Foto:  Prensa Gobernación del Atlántico

Pese a esto, tres pequeños grupos de empresarios estuvieron dispuestos a continuar con los avances de la adquisición de aviones, como asegura el portal del Distrito ‘Archivo Bogotá’.

El primer grupo estuvo conformado por los empresarios antioqueños Gonzalo Mejía y Alejandro Echavarría, quienes ya habían viajado a París para conseguir aviones de vanguardia para la época.

El segundo fue integrado por los alemanes Peter von Bauer, duque multimillonario; y Fritz Klein, geólogo. El interés por el lado de los europeos fue que necesitaban infraestructura adecuada para viajar con las esmeraldas que compraban en Boyacá rumbo a su país natal.

Por último, estaban los cachacos Carlos Obregón y Mario Clopatovski, quienes en 1909 habían fundado un club de aviación en la ciudad, pero con la curiosidad de que no tenían un solo avión.

La noticia llegó hasta los Estados Unidos, país de donde eran oriundos William Knox Martin y Gus Thor, quienes eran dueños de una empresa de entretenimiento con aviones.

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