Venezuela
This article was added by the user . TheWorldNews is not responsible for the content of the platform.

EN VIDEO: los 25 mejores sustos del cine de terror (Si gritas, pierdes)

Terrorífica cara apareció en plena resonancia magnética (TikTok).

La película Smile, el primer largo de Parker Finn, además de haber hecho las delicias de entusiastas expertos en el terror como Stephen King ha devuelto a las pantallas de cine el buen uso de una herramienta tan eficaz y cuestionada como los jump scares. Es decir, los sustos de toda la vida.

Por Cinemanía

¿Cuál es la materia prima del género terrorífico? Los sustos, claro. Ya sean dignos de aplauso (una vez que has recuperado el aliento) si son buenos, o abucheables si son malos y de baratillo. Pero algo tienen en común los recogidos en esta lista: todos te harán saltar del asiento si te atreves a verlos en una habitación a oscuras y con el volumen a tope en los auriculares.

La abuela de ‘La mansión de los horrores’ (1959)

Si hablamos de susticos y argucias para generar respingos en el personal, hay que empezar por William Castle. Y su película de casa encantada –estrenada el mismo año de publicación de la novela de Shirley Jackson, con la que no tiene nada que ver– es ejemplar en ese sentido, con sus esqueleto bailongos y esta escena, que a día de hoy sigue dando escalofríos.

La escalera de ‘Psicosis’ (1960)

La escena de la ducha y su montaje a cuchilladas se han llevado toda la (merecida) fama, pero hay que tener en cuenta que, una vez que la sangre de Janet Leigh se va por el desagüe, la sensación de desasosiego que nos deja Alfred Hitchcock para el resto del filme estalla con la visita del pobre Martin Balsam a la residencia Bates. La indefensión del plano cenital y cómo entran los violines de Bernard Herrmann sacan el corazón por la boca.

El espejo de ‘Repulsión’ (1965)

Imitado y requeteimitado hasta convertirse en puro cliché, el clásico susto de aparición repentina en el reflejo de un espejo mantiene su uso pionero por parte de Roman Polanski como uno de los más efectivos.

El salto de ‘Sola en la oscuridad’ (1967)

Audrey Hepburn, interpretando a una mujer invidente, anda a tientas en su casa, intenta escapar, tropieza con un cuerpo sobre el suelo y, de repente, Henry Mancini le lanza encima todos sus violines. Igualito que con Moon River, sí.

Para seguir leyendo, clic AQUÍ.