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Evite la congestión nasal

La pérdida de olfato es una de las consecuencias de este trastorno sensorial de la nariz que incide negativamente en la calidad de vida, pero cuyos molestos síntomas pueden aliviarse si se aplican las precauciones básicas

La congestión nasal, cuyas causas más comunes son los resfriados, las alergias, las infecciones sinusales y la gripe, es un estado que provoca que la nariz se tapone, dificulta la respiración, disminuye la capacidad para percibir olores, y condiciona el día a día de las personas que la sufren.

Mucha gente piensa que la nariz se congestiona debido al exceso de mucosidad, pero en realidad se presenta cuando se inflaman las membranas que recubren el aparato nasal, debido a la inflamación de los vasos sanguíneos. “La congestión nasal es uno de los síntomas de los que más se quejan los pacientes, en especial por la pérdida del sentido del olfato y el gusto que provoca, junto con el dolor de cabeza y de garganta que ocasiona”, apunta la farmacéutica Elisa Martín.

UN MUNDO SIN OLORES

El olfato forma parte de nuestro sistema sensorial químico. Las células sensoriales de nuestra nariz, boca o garganta tienen la función de ayudarnos a interpretar los olores así como también los sabores. La congestión nasal también afecta directamente este sentido al disminuir la capacidad olfativa durante los días que sufre alguna afección respiratoria o alérgica.

Las moléculas microscópicas que se liberan a nuestro alrededor por los alimentos, las flores, y otros elementos del ambiente, estimulan estas células sensoriales. Cuando las células detectan las moléculas, envían un mensaje a nuestro cerebro, donde el olor es identificado.

“El sentido del olfato es particularmente poderoso y es capaz de distinguir hasta 10.000 olores. Además, los trastornos del olfato también provocan alteraciones en el sentido del gusto. Sin las células olfativas, sabores tan familiares como el café o las naranjas serían más difíciles de distinguir”, señala Martin.

Durante los episodios de congestión nasal, algunos expertos recomiendan utilizar medicamentos vasoconstrictores de administración intranasal que favorecen la respiración y ayudan a recuperar el olfato. La doctora Martín, especialista en análisis clínicos, explica que “para los pacientes que padecen sinusitis o rinitis, es recomendable la utilización de sprays nasales. Si sufren un resfriado común, se sugiere utilizar inhaladores nasales, ya que son muy efectivos contra la congestión nasal”.

ALIVIAR LOS SÍNTOMAS

• Evite los cambios bruscos de temperatura.

• Incremente la humedad del aire con un vaporizador o humidificador.

• Procure mantener la cabeza ligeramente levantada mientras duermes, ya que esta postura ayudará a respirar mejor.

• Evite los espacios con humo, ya que resecan las fosas nasales, causando malestar e impidiendo una correcta respiración.

• Evite los productos irritantes, como las pinturas, agentes químicos, y el cloro.

• Realice ejercicio físico, puesto que favorece la vasoconstricción.

• Utilizar aerosoles nasales con solución salina suave.

• Consume mucho líquido. El té, el caldo o un consomé de pollo caliente pueden ser de especial ayuda.

• La congestión a menudo es peor cuando la persona está acostada, por lo que se aconseja mantenerse erguido o al menos mantener la cabeza elevada. Esto es especialmente útil para los niños pequeños.

• Usar tiras adhesivas que se colocan en la nariz y que ayudan a expandir las fosas nasales, haciendo más fácil la respiración.

LLAMAR AL MÉDICO

• Cuando note la congestión nasal acompañada de hinchazón de la frente, los ojos, los lados de la nariz o las mejillas.

• Congestión nasal junto con visión borrosa.

• Aumento del dolor de garganta o puntos blancos o amarillos en las amígdalas u otras partes de la garganta.

• Episodios de tos que duran más de 10 días.

• Una tos que produce como de color amarillo verdoso o gris.

• Congestión nasal que dura más de 2 semanas e interfiere considerablemente con la calidad de vida.