Alberto Fernández se pone a pruebas este jueves como anfitrión del encuentro que en el CCK mantendrán los miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la que es presidente pro témpore.
El encuentro antecede a la cumbre de cancilleres de la Celac que el ministro Santiago Cafiero está organizando para el 26 de octubre. Planea además un encuentro Celac-Unión Europea para el día siguiente y uno de presidentes de dicha Comunidad para fines de año, que implicaría una invitación a Buenos Aires -no necesariamente una visita- para Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Días Canel, tal como anticipó Clarín en su momento.
En este foro que no participan ni Canadá, ni Estados Unidos, ni el Brasil de Jair Bolsonaro -retiró a su país al asumir- y y a la vez están incluidos Venezuela, Nicaragua, Cuba.
En ello imperan fuertes diferencias entre sí -Uruguay y Chile son críticos de las dictaduras- y también respecto a Washington por el sucesivo agravamiento de los abusos a los derechos humanos allí, que el kircherismo decidió encapsular en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Y en el caso nicaragüense también en la OEA.
Para el caso, Alberto se convirtió en la voz de los líderes de dichos regímenes cuando le reprochó a Joe Biden en la última Cumbre de las Américas, de los Angeles, que dichos tres fueran excluídos. "El futuro de la integración: Unidad en la Diversidad" titularon en el Gobierno al seminario de este jueves donde el oficialismo a optado por marcar en la región "diferencias ideológicas".
El encuentro tiene por novedad la llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia, con una propuesta de centroizquierda, y en el subyace la ansiedad electoral sobre Brasil, ante la posible victoria en octubre de Luis Inacio Lula da Silva.
Sin embargo también imperan conflictos inesperados como el del avión de Emtrasur retenido en Ezeiza con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes. El caso provocó duras críticas de Maduro y Ortega hacia el presidente Fernández a quién acusan de "títere" y "pelele" de los Estados Unidos.
Este jueves al menos serán los embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua en la Argentina los que representarán en Buenos Aires a los tres regímenes.
Al encuentro, a su vez, están invitadas figuras de la izquierda y la centroizquierda regional e iberoamericana como los exmandatarios José "Pepe" Mujica (Uruguay), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Ernesto Samper (Colombia) y Vinicio Cerezo (Guatemala). También el excanciller brasileño de Lula da Silva, Celso Amorim; el excandidato presidencial chileno y amigo de Alberto Fernández a través del Grupo de Puebla, Marco Antonio Enríquez-Ominami; la exsecretaria ejecutiva de la Cepal Alicia Bárcena; el exsecretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza y el presidente de CAF, Sergio Díaz-Granados, entre otros. Reciben apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), donde juega en su favor su vicepresidente Argentino, Christian Asinelli.
El Presidente Fernández tiene con la CELAC un protagonismo internacional que lo ha llevado incluso hasta la reunión del G7 en Alemania y también a la misma Cumbre de las Américas. Otros funcionarios participarán por la mañana del Council of Americas, un espacio de sintonía con Estados Unidos. Del gobierno estarán el Ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro; el embajador ante Washington, Jorge Argüello, más los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales; de Mendoza, Rodolfo Suárez, y de Salta, Gustavo Saenz.
Fernández y Cafiero buscan darle institucionalidad a la CELAC poniéndole sede y hasta un secretario general. Un modelo semejante a la fallecida Unasur, que comandó Néstor Kirchner.
Avanzar en el "fortalecimiento institucional" de la Celac será una de los objetivos dijo Cafiero, quien lo propondrá en la apertura de la XXXV Reunión de Coordinadores Regionales de ese espacio, que se realizará el mismo jueves primero, a puertas cerradas en el Palacio San Martín, entre las 10 y las 14, previo al seminario del CCK.
"Esta es la gran discusión que quiere dejar abierta la Argentina" como legado de su gestión al frente de la Presidencia Pro Témpore del bloque regional, enfatizó por su parte Gustavo Martínez Pandiani, coordinador del encuentro y quien el sábado buscó cerrar la polémica que desataron sus dichos de que todos los países de la Celac son democráticos.
"Días atrás expresé mi convicción de que la Celac constituye un foro diverso y democrático muy valioso porque alberga la pluralidad de voces que caracteriza a América latina y el Caribe. En mi afán por resaltar la necesidad de unir a la región, deponiendo banderías ideológicas, algunas de mis palabras causaron confusión", dijo. Y agregó: "Deseo aclarar que, como diplomático, no corresponde que caracterice y, mucho menos catalogue, a ningún país con el que la República Argentina tiene relaciones diplomáticas e históricos lazos de amistad y cooperación".
Y señaló que en sus "30 años de carrera" diplomática, "siempre defendí y defenderé los valores de la democracia y los derechos humanos, pilares esenciales de la política exterior argentina."
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