En la capital bonaerense, aquella que alguna vez el escritor dominicano Pedro Henriques Ureña ponderó como la “Atenas de América”, de la ciencia y el saber, por cuestiones más mundanas como el poder político comarcal, se dirime la pelea chica más atractiva de la Provincia.
Este miércoles empezó el recuento definitivo de sufragios en la Junta Electoral provincial para determinar el ganador de la intendencia del segundo municipio en cantidad de sufragantes, después de La Matanza.
El ministro de Justicia, Julio César Alak, está a las puertas de un quinto mandato en la ciudad de La Plata a expensas del actual alcalde, Julio Garro. El recuento provisorio registró 166.688 para el funcionario de Axel Kicillof, y 165.729 para quien busca reelección. Ambos reclaman el triunfo sobre este virtual empate. Quedan 80 mesas del comicio general para la revisión de papeletas impugnadas, recurridas, etc.
Del conteo surge que el “voto inmigrante” puede determinar la victoria de Alak. En esas 152 mesas Garro obtuvo 5.995 boletas con Juntos por el Cambio (27,89%) y el ministro, 10.495 (50,92%), casi el doble.
En los contornos de la ruta 36, Colonia Suiza, Romero, Abasto, y localidades vecinas semi-rurales está la respuesta del acompañamiento. Allí, en ese detalle, puede quedar el secreto de este resultado expectable. Ese aporte extranjero representó el 5,1% de votos válidos en el comicio platense. Y el 6,1% la participación de esa categoría en las 135 intendencias de toda la Provincia.
Es preponderante esta evaluación. También, en la capital provincial, el voto en blanco fue significativo: de los 434.410 votos válidos, 37.112 (7,82%) quedaron desiertos de nombres. Garro –quien se había impuesto en la PASO–, retrocedió por la catástrofe electoral de Patricia Bullrich (JxC).
El ganador, en una semana
Ahora es sólo estadística. En una semana, después del recuento definitivo, se verá la verdadera consistencia: el regreso después de 16 años del antiguo patriarca o su extrañamiento definitivo del fabuloso Palacio alemán de la calle 12, frente a la Catedral más imponente de la Argentina.
En efecto, Alak fue jefe comunal entre 1991 hasta 2007, recipendiario y seguidor del poder de Carlos Menem, al encolumnamiento fervoroso de Néstor Kirchner. Peronismo. Como ahora verticalizado en Sergio Massa- Axel Kicillof. Sus sucesores no permanecieron incontaminados. Garro fue funcionario en su gestión. Y Pablo Bruera (2007-2015) su presidente en el Concejo Deliberante. En política, ni tan cerca ni tan distante.
No tan rápido ministro. Garro asegura que un alto porcentaje de las 80 mesas que falta revisar corresponden al casco urbano, allí donde Juntos establece mayor ascendencia entre los votantes. Apenas un reservorio de la clase media difumada en La Plata en un mar de necesidades básicas insatisfechas. El casco urbano sólo representa el 30% de habitantes. Todo los demás es circunvalación y periferia. Nunca más la Atenas de Henriquez Ureña. Por lo menos como se la conoció, incluso hasta la década del 60 del siglo pasado.
La capital bonaerense representa, al igual que los 24 municipios que rodean la Ciudad Autónoma, la Conurbanización. Macrocefalia demográfica y pobreza. Se contabilizan más de 150 asentamientos o barrios precarizados. El más grande del país (150 hectáreas) está en Los Hornos, la localidad platense más populosa (75.000 vecinos).
Paradójico. En medio de la controversia entre las gestiones de Garro y Alak sobrevuelan las suspicacias sobre el comportamiento de la administración municipal, que incluye también a Bruera, en relación a los emprendimientos inmobiliarios en la ciudad. Por ejemplo, torres por encima del Código de Planeamiento. Un bosquejo pobretón de lo que ocurre en CABA. Además de habilitación de barrios cerrados flojo de papeles, construcción de complejos en parcelas no zonificadas, entre otras lindezas aflojadas entre el Ejecutivo y el CD.
A Alak se le reconoce un mérito, que pudo haber sido su talón de Aquiles en esta elección. En se momento se opuso tenazmente a ceder escritura a los estadios de Estudiantes y de Gimnasia, erigidos hace un centenar de años en el Paseo público del Bosque. La Plata tiene el estadio (Maradona) más moderno de Argentina para uso múltiple. En aquella oportunidad confrontaron la pasión con una parte del Código Civil. No les fue bien a los preservadores del Bosque, tal como concibió Pedro Benoit. Claro, entonces no existía el fútbol. Finalmente, Bruera y Daniel Scioli entregaron la escrituras. Caso cerrado.
No tanto para el fragor eleccionario. En este proceso, que concluyó el 22 de octubre, a los hinchas de Estudiante y de Gimnasia desde el oficialismo se encargaron de recordarles el apego de Alak al recuerdo de Benoit, por llamarlo de alguna manera. Según ese objetivo, pinchas y triperos debían cubrir de recuerdo cada urna.
Parece que el tiempo con sus brumas tapó de olvido.
Corresponsal en la ciudad de La Plata
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