Principalmente el objetivo de la oralidad es el acortamiento de los tiempos del proceso, tener juicios más cortos, con un resultado más inmediato que además, permitiría aumentar la calidad de las decisiones judiciales, atento a que el juez dirige las audiencias, permitiendo tener un mayor conocimiento de los hechos, en contacto directo con las partes, donde el justiciable se siente escuchado, y lo que conduce a profundizar en cualquier aspecto en que se susciten dudas. Asimismo posibilita otra mirada sobre el sistema judicial, en el que generalmente en un proceso tradicional escrito, pocas veces hay contacto con los magistrados.
La oralidad en el Proceso Civil y Comercial, se desarrolla en dos audiencias que permiten dotar de mayor celeridad al acto, esto se realiza en una sala debidamente acondicionada y cuenta con el equipamiento necesario para poder videograbar las audiencias, que respaldan todo lo actuado y queda disponible para las partes y para el magistrado.
Es importante aclarar, que no todas las causas civiles se llevarán a cabo bajo esta modalidad y que se protegen las garantías constitucionales, ya que las partes son oídas con la asistencia letrada de un profesional, llevándose adelante todo el procedimiento dentro de las normativas del código procesal de la provincia, destacando así que la oralidad se complementa armónicamente con la escritura, tomando las ventajas que cada sistema posee, distribuyendo el proceso entre actos orales – acogiendo los principios de inmediación, concentración- y actos escritos – demanda, contestación, informes periciales- para una eficaz aplicación de la justicia.
En cuanto al desarrollo, las audiencias se dividen en dos, en una audiencia preliminar, en la que se escucha a las partes y se trata de que lleguen a un acuerdo conciliando las posiciones, si esto se logra, se homologa lo actuado y se da fin al proceso, en caso de no ser posible, se abre la causa a prueba y en ese mismo acto se da tratamiento a las pruebas ofrecidas por las partes admitiendo las conducentes. En una segunda audiencia, el magistrado analiza las pruebas producidas por las partes y toma presencialmente las declaraciones de los testigos y las explicaciones de los peritos – si lo considera necesario o si las partes lo solicitan- con la presencia de los letrados profesionales intervinientes.
Concluidas las dos audiencias, el juez da por concluido el periodo probatorio y pone los autos a disposición para alegar, para luego pasar a resolver dictando sentencia.
Es dable destacar que esta modalidad acorta considerablemente los tiempos, en relación a un juicio escrito, prueba de ello, son los tiempos de ejecución de los procesos desarrollados en las provincias que lo aplican.
La Oralidad Efectiva comenzó a implementarse en el año 2017 en la ciudad de La Plata con muy buenos resultados, luego continuó su implementación, en el mismo año, en las provincias de: Formosa, San Luis y Mendoza, a las que se fueron agregando otras, habiendo en la actualidad más de veinte provincias que la aplican.
Tan grande fue el cambio de paradigma que produjo este sistema, que muchas provincias lo están aplicando en los fueros laboral y penal, lo que demuestra que es un proceso efectivo que da respuesta más inmediata a los justiciables.
El Poder Judicial de la Provincia de Misiones cuenta con los equipos necesarios para iniciar con la Oralidad Efectiva, en esta primera etapa, en la Primera Circunscripción Judicial, para lo que se acondicionó una sala en el Palacio de Justicia, donde se encuentra la mayor cantidad de juzgados civiles, y se adecuó una similar en la ciudad de Apóstoles.
Actualmente, se está trabajando para concretar el equipamiento en las demás circunscripciones judiciales aplicando paulatinamente la implementación de este nuevo sistema de procedimiento.