Jeffrey Epstein nació en Nueva York en 1953. A los 22 años empezó a trabajar como asistente financiero en un banco. Rápidamente mostró tener talento para asesorar a los clientes más ricos y poderosos. Cuatro años después, ya había sido nombrado socio comanditario. Cuando llegó la década del 90, Epstein había acumulado una riqueza incalculable y tenía propiedades en Manhattan, Palm Beach, Nuevo México y hasta en París.
Durante dos décadas, lo más turbio de la vida de Jeffrey Epstein parecía ser su capacidad para ganar dinero de una manera difícil de explicar. Pero se abrió un aspecto de la vida de Epstein que lo definiría hasta su muerte: las acusaciones de abuso sexual a menores de edad. No fue una denuncia. No fueron dos. Fueron muchas.
En el año 2018, el diario Miami Herald publicó una investigación en la que más de 60 mujeres aseguraban que Epstein había abusado de ellas cuando eran menores. En julio de 2019 Jeffrey Epstein fue detenido por ser presunto responsable de una red de tráfico de menores. Un mes después, mientras esperaba un nuevo juicio, el magnate se quitó la vida en su celda en una cárcel de Manhattan.
Apenas apareció muerto Epstein, se extendieron las dudas sobre su muerte. ¿Se había suicidado realmente? ¿O su muerte había sido porque había demasiada gente poderosa involucrada en su red de tráfico de menores? Las preguntas no tenían respuesta.
Fue tan grande el impacto de la muerte de Epstein, y tan aberrantes sus crímenes, que su figura dejó de ser la de un millonario experto en finanzas para pasar a ser una especie de personaje de Hollywood. Una vez muerto Epstein, los juicios por sus actos criminales no terminaron.
Unos meses después fue acusada Ghislaine Maxwell, expareja y mano derecha del millonario. Aunque Epstein no pudo ser juzgado por la totalidad de sus delitos sexuales, el juicio Maxwell puede dar luz sobre el alcance de sus aberrantes prácticas.
En los últimos años, una gran cantidad de personajes de Hollywood fueron denunciados por abuso sexual. Muchos de ellos llegaron o llegarán próximamente a juicio. En el caso de Epstein, sus crímenes atemorizan a cierto sector de la farándula y del poder mundial.
Se cumplen tres años del suicidio de Jeffrey Epstein, uno de los hombres más poderosos y siniestros del mundo. Su muerte, sin embargo, no clausuró un tema que sigue vigente y con muchas víctimas pidiendo justicia.