El Tribunal Penal Uno integrado por los Magistrados Viviana Kukla, Ángel Dejesús Cardozo y César Antonio Yaya – como subrogante -, dieron inicio a la segunda jornada de debate pasados algunos minutos de las 8:30 horas, en el edificio ubicado por La Rioja casi Rivadavia del microcentro posadeño.
En la fecha, fueron citados seis testigos en total, pero solamente comparecieron cuatro de ellos. El hijo de la víctima, Esteban Ferreyra Da Rocha informó su ausencia por cuestiones laborales, debido a su oficio como recolector de basura, pero aseguró presentarse en la jornada del jueves. Por su parte, Rosa Amores no fue habida hasta el momento.
La primera en sentarse frente al Tribunal fue Mabel Ferreyra Da Rocha, hermana de Irma, cuyo testimonio erizó la piel a más de uno de los presentes en la sala de debates. Lucas Frutos y Sonia Poterala, fueron las personas que encontraron a la víctima en aquella madrugada y contaron los pormenores del hallazgo.
Por último, en una declaración casi nula, se hizo presente Susana Ayala, la amiga que asistió junto a Ferreyra a aquella fiesta celebrada como despedida del año en el predio de la feria “La Economía”, ubicado cerca de la ex Garita del Kilómetro 10, en Garupá.
“Como la vi a mi hermana, no me lo voy a olvidar nunca”
Con esas palabras, luego de haber prestado juramento de ley, inició su relato Mabel Ferreyra Da Rocha, hermana de Irma. “No lo voy a olvidar nunca, la víctima era mi hermana. Aquella noche la vi arreglarse, pasó por mi casa para pedirme un delineador, se la veía bonita y feliz”.
Irma tenía 47 años y era madre soltera de doce hijos. Una mujer trabajadora y siempre pendiente de los mismos. Era una persona reservada, si hubiera tenido o no una relación con otra persona antes de su muerte, no lo había dicho.
Irma, en compañía de Susana Ayala, fueron juntas a la fiesta de despida de año, algo muy particular, porque la mujer no era de salir de noche. “Se fue con una amiga a la fiesta, yo no lo sabía, recién lo supe cuando me avisaron los policías”, expresó la hermana.
La víctima fue hallada en un terreno baldío en inmediaciones al puente aéreo ubicado entre la ruta nacional 12 y la avenida Alberto Roth, en el barrio Villa Bonita de Garupá. La mujer había sido abusada sexualmente con una rama vegetal, extraída de un árbol propio del lugar, lo que le provocó la perforación del óvulo superior izquierdo del pulmón izquierdo.
“Al otro día me acerque al hospital y la vi a mi hermana de una manera que no se lo deseo a nadie, ni a un animal se le hace eso. Nadie tiene el derecho de sacarle la vida a alguien que nace de una mujer. Fue lo peor que pude haber visto en mi vida, siempre voy a tener ese trauma. Dejaron a sus hijos a la deriva”.
Los médicos de guardia le practicaron a Ferreyra una laparotomía, consistente en una cirugía que se hace con el propósito de abrir, explorar y examinar para tratar los problemas que se presenten en el abdomen, la cual fue insuficiente. “Mi hermana estaba en una sala común, desde afuera ella pegaba gemidos de dolor. Le agarro las manos y no tenía los dedos, se arrancó las uñas tratando de escapar”, expuso.
Como se mencionó anteriormente, la mujer era madre de doce hijos, por esa razón, se turnaban para pasar a verla cuando aún estaba internada en el Hospital Ramón Madariaga. “Al otro día cuando me tocaba de nuevo a mí, mi hermana falleció. Esto nos cambió a todos, tanto a hombres como mujeres. Las veo crecer a mis nietas y son tan bonitas esas nenas, hay que tener cuidado con esas personas como este señor que está acá”, señaló en cuanto a Esteche.
La testigo reflexionó y dijo, “Si alguien no me simpatiza a mí no tengo derecho de hacerle daño a un ser humano, no podemos decir cuando terminar con la vida de alguien. La vida de ella terminó de la peor manera, nuestra vida nunca va a volver a ser igual. Ella era una gran persona, no tenía maldad ni palabras para ofender a nadie”.
Con la voz entrecortada y con lágrimas en los ojos, continuó recordando la manera en la que vio a su hermana por última vez. “Me queda el trauma de verle a ella sin la mitad de sus dedos y sin uñas por tratar de huir de ese lugar. Juro que fue lo más aberrante que vi en toda mi vida, no quiero volverlo a ver”.
Aclaró que trato de dialogar con su hermana para lograr entender quien le había hecho semejante monstruosidad, pero la mirada de la víctima estaba perdida, solo mencionaba el nombre de su hijo Esteban, quien era el que más la ayudaba con la crianza de los niños. “Creo que sentía vergüenza e impotencia, era una mirada muy triste. Solo se le caían lágrimas de los ojos”.
La defensa del imputado buscó atribuir responsabilidad a la atención médica para tratarlo como un posible caso de mala praxis. “En forma médica no le puedo hablar, ella estaba en un lugar digno, tenía un lugar digno y la cama limpia, ella estaba muy lastimada, usted lo sabe mejor que yo”, le respondió. “Le tuve que pedir a la enfermera por favor que le ponga otro calmante para que ella se pueda dormir”.
Por último, pidió justicia y condena a prisión perpetua para el principal y único acusado del crimen de Irma Ferreyra Da Rocha. “Este señor tiene que pagar la condena, hay muchos rumores de la ley y la política, pero la Justicia hizo rápido lo que tuvo que hacer. Hay veces que se tarda mucho en descubrir la verdad, pero gracias a los Jueces, policías y periodistas pudimos saber quién le hizo eso a mi hermana”.
“Tenía experiencias con occisos, pero nunca algo me impactó tanto así”
El segundo en ingresar a la sala de debates fue Lucas Gastón Frutos, hoy funcionario judicial, pero miembro de la Prefectura Naval Argentina al momento de los hechos. Este hombre, es el testigo principal que tiene la causa.
Recordó que era un viernes, se dirigía junto con su pareja y una prima hacía la vivienda de la primera de ellas en el barrio Villa Bonita de la localidad de Garupá, entre las 0:00 y las 0:30 horas. “En ese tiempo Villa Bonita era una zona complicada. A esas horas era precavido y andaba con cautela porque era de la Prefectura y andábamos con miedo por los robos que sufrimos en esa zona”.
Explicó que diariamente al llegar a la cuadra donde se encuentra ubicada la vivienda de su pareja, bajaba los vidrios del auto, apagaba la música y encendía la luz alta. “Al llegar entre la colectora y el túnel, doblo a una velocidad lenta e ingreso a la cuadra, hice 5 metros y veo a un hombre en el terreno baldío con una actitud sospechosa porque estaba con la cabeza baja”.
Contó que en ese momento tenía con él su arma reglamentaria, debido a que su jerarquía dentro de la fuerza le permitía su portación. “Agarro el arma y bajo, nos miramos frente a frente con el hombre”.
Su primera impresión es que ese hombre sospechoso estaba actuando de campana y accedió a la inspección del terreno baldío lindante al domicilio de su pareja, pero no notó nada extraño. “Empiezo a escuchar un sonido de un maullido, primero gradual, luego más fuerte, pensé que alguien había trepado el muro, se cayó y se lastimó”.
Procedió a inspeccionar un poco más en cercanías a la esquina de la cuadra y, el gemido era cada vez más fuerte. En ese momento, ve el cuerpo de la mujer tirado boca abajo. “Me dejó anonadado, tenía un objeto incrustado en sus genitales. Lo que no me olvidó más es que la rama era de un árbol, todo astillado. Esas ramas dentro de la persona estaban marrones y pisadas, que fue lo que más me impacto. Tenía experiencia con occisos pero nunca me había impactado tanto algo. Una rama dentro de una persona y pisada”, resaltó.
Ante la pregunta del Fiscal Martín Rau, el testigo reconoció dentro de la sala de debate a aquella persona que tenía una actitud sospechosa durante esa madrugada. “El señor de mi derecha es la persona que reconocí en la rueda de reconocimiento”, aseguró y apuntó hacía Guillermo Esteche, sentado en ese lado del salón.
“Tenía una mirada fría, era consciente de lo que había hecho”
Con el acusado ya fuera de la sala de debates, por pedido expresó de la siguiente testigo que se sentó frente a los Magistrados, Sonia Itatí Poterala, pareja de Lucas Frutos, recordó aquella trágica madrugada. “Era cerca de la medianoche, habíamos ido al cine. Mi barrio era bastante peligroso, entrabamos con precaución porque muchas veces ingresaron a robar”.
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Relató que iba como acompañante de su pareja y que, el automóvil dobló en dirección a su vivienda. “Llegando, giramos a la izquierda y vemos a un señor saliendo rápido, parecía que salía de mi propiedad. Activo el botón de pánico de seguridad misiones porque pensé que nos entraron a robar. El sospechoso paso por al lado nuestro, de una manera fría y consciente de lo que había hecho”.
Explicó que escucharon ruidos extraños que les generó una horrible sensación, “más fea que cuando agoniza un animal”. Su pareja le recomendó que vayan para adentro de la vivienda debido a que aparentemente, había una mujer violada en la esquina, entre su terreno y el baldío.
“Yo pensé que otra vez nos habían entrado a robar. Luego de la sensación en la que camino el imputado, algo me decía en su mirada, yo no me puedo sacar su mirada de la cabeza, salió como si nada. Si hubiese entrado en razón de lo que había hecho quizás hubiera salido corriendo”.
Al cerrar su declaración, luego de las preguntas efectuadas por las partes en la sala de debates, dijo que “Yo pensé que podía haber sido yo, hasta el día de hoy lo pienso. Tengo miedo de esta persona, siempre le dije al Juez de la causa que ponga seguridad, cómo un tipo así puede seguir dando vuelta. Si ese día yo volvía sola anda a saber si no me pasaba eso a mí”.
Luego fue el turno de Susana Ayala, cuyas palabras fueron breves debido al trauma que le generó el haber sido citada a declarar en el juicio que investiga la muerte de su amiga y, ante la presencia del presunto autor, quien aún se encontraba fuera del salón.
La mujer acompañó a Irma Ferreyra a aquella fiesta de despedida de año, pero en un determinado momento de la noche no supo más de ella hasta que en horas de la mañana la Policía de Misiones le informó lo que le había pasado a la mujer.
El debate continuará este jueves a partir de las 8:30 horas con la comparecencia de más testigos. Se prevén al menos ocho jornadas más.
Crimen de Irma Ferreyra | El acusado no negó haber salido con la mujer de la fiesta pero se desligó del abuso sexual y posterior muerte de la víctima https://t.co/k60tbhcjlU
— misionesonline.net (@misionesonline) August 17, 2022