A esa lista se suman la última morada de Ernesto Bernardo “Tito” Cucchiaroni, la Familia Fernícola, el panteón de Gerardo Dei Castelli, Alcibíades Alarcón y la artista plástica Teresa Warenycia, entre otros.
Edificaciones antiguas, panteones y tumbas que resguardan los restos de personas que fueron clave en la historia de Posadas, ya sea en su fundación como en años posteriores.
Las historias del Cementerio La Piedad de Posadas son múltiples y diversas. En esta nota recopilamos parte de ellas y su legado.
Desde el ámbito político, educativo, como social y deportivo parte de ese acervo se puede conocer mediante el recorrido guiado que se ofrece desde la Municipalidad de Posadas por la Chacra 60. Arte, música, personalidades amadas y odiadas, en un fragmento de la historia que debe ser contada.
Camino a la Cruz Mayor la propuesta que refleja parte de las historias del Cementerio La Piedad de Posadas
Personalidades de la salud, la educación, la sociedad y la política tienen un común denominador y es que sus restos descansan en la chacra 60 de la Capital misionera.
En esta primera entrega del ciclo de notas sobre las historias del Cementerio La Piedad de Posadas, se detallan las paradas que forman parte de Camino a la Cruz Mayor, propuesta del recorrido que hacen desde el área de Turismo municipal.
El cementerio La Piedad de Posadas se estableció como tal en la chacra 60 de la ciudad, en el año 1879. Es el único público de la Capital misionera en las 16 hectáreas, donde se calcula hay sepultados cerca de 35 mil difuntos. Por sus calles internas se pueden observar panteones, mausoleos, tumbas, nichos, fosas comunitarias y osarios.
La parte más antigua del predio está sobre el lado que se establece en paralelo a la avenida Tomas Guido y Almirante Brown. Hasta la fecha se observan vestigios de finales del siglo XX. Años más tarde el cementerio se organizó en torno a un nuevo eje por la construcción de la actual entrada, edificación declarada como Patrimonio Histórico en el año 1992.
Virginia Jacobacci, directora de Gestión de Destino del área de Turismo de Posadas junto a Leo Duarte, escritor posadeño fundador del espacio Posadas del Ayer relataron parte de las historias del Cementerio La Piedad.
En algunas tumbas y mausoleos la tecnología aporta para quienes quieran conocer más a través de videos y realidad aumentada, en otros casos, las paradas tienen información sobre el sitio en cuestión. En muchos casos aún se está desarrollando el minucioso trabajo de cotejar datos, buscar en los libros de historia local e incluso refutar información con la obtención de algún testimonio que se conoce.
Hay varios recorridos que se realizan, y otros que se proyectan para más adelante como el Camino a la Cruz Mayor, que es la propuesta que titula al paseo guiado que hoy se ofrece de la Comuna para los que quieran conocer más sobre quienes descansan en la chacra 60. Para ello, de la mano de guías, se desarrolla un recorrido accesible que cuenta una parte de las personalidades de la sociedad, la política, la educación y la cultura que cuyas tumbas y mausoleos pueden apreciarse en la actualidad.
La primera parada del recorrido que se propone desde la Municipalidad de Posadas es el Pórtico de Entrada. Proyectado por el arquitecto Alejandro Bustillo en 1934 y construido por el ingeniero Luis Coll entre 1943 y 1947, luce gigantescas columnas toscanas que le da a la fachada del cementerio una estética similar a la del frente del Museo de Bellas Artes de Buenos Aires y la razón de eso es que se trataba de las construcciones realizadas en esa época en coincidencia con la provincialización del territorio de Misiones.
En la segunda posta la vista se concentra en los panteones con estilos neogóticos. Rosetones, aberturas ojivales y pináculos, que se estima se construyeron entre 1915 y 1930. Allí se depositan los restos de Miguel García de Álamo, el arquitecto que diseñó el Hotel Savoy, Pablo Walter Grobli, quien fue presidente del Concejo Municipal entre 1916 y 1919, cuyo mandato se recuerda en Posadas por haber propiciado un avance en lo referente al transporte y las comunicaciones.
También descansan los restos de Gerardo Dei Castelli, presidente del Concejo Municipal entre 1905 y 1906, momento en que la peste bubónica llegó a Posadas. También Atanasio Redes, piloto del barco a vapor “El Cometa”, que al mando del Capitán Hummel inauguran el primer camino desde la ciudad de Eldorado hasta las Cataratas del Iguazú, con el primer contingente de turistas.
La tercera posta es la tumba de Ángel Acuña, descendiente de españoles y nacido en Corrientes, fue Gobernador y Vicegobernador en varias oportunidades. Presidió el Colegio Electoral en 1897, luego de ser uno de los jefes políticos en Candelaria desde 1878 a 1880. En Posadas fue presidente de la Junta de Excepciones Militares de la Comisión Municipal y secretario de Gobierno que asumió interinamente la Gobernación en 1894. En su carrera militar llegó al grado de Coronel de Guardias Nacionales.
También allí están los restos de Pedro Núñez, quien en 1906 compró 16 mil hectáreas de campo a Narciso Chapo, situadas a 20 kilómetros de Posadas, dándole el nombre de Estancia Santa Inés, donde formó un establecimiento agrícola ganadero.
El panteón de Los Lutz, la cuarta posta. La construcción tiene una fachada con columnas corintias con fuste liso adosadas a la misma, planos almohadillados en las paredes laterales y dos niveles en la construcción. El primero con techo de chapa abovedada y en el segundo nivel un balcón que contiene un porta flama o pila, cubierto por una cúpula en forma de pizarra coronada por un ángel con las alas cerradas (en señal de duelo). Además, en las puertas de ingreso, en hierro forjado, se observa la inicial del apellido de la familia. Es uno de los panteones más fastuosos dentro del Cementerio La Piedad.
La quinta parada es para Alfonso y Claudio de Arrechea. El primero fue vicepresidente del primer Concejo Municipal del Pueblo de Trincheras de San José del 18 de octubre de 1872 al 9 de junio de 1874. Claudio de Arrechea (1904-1972), médico y último gobernador del Territorio Nacional de Misiones. Convocó a elecciones con el fin de formar una Convención Constituyente para redactar la Carta Magna de 1954. Durante su mandato se ampliaron los caminos, se realizaron numerosas obras, se extendieron las líneas de correos y telégrafos y se sanearon las cuentas públicas.
La sexta estación es el panteón de los Barthe. Construido en 1921 para Juan Barthe, la familia estuvo ligada al frente extractivo maderero y yerbatero del Alto Paraná y otras empresas. El panteón de arquitectura imponente, construido para el hermano de Domingo Barthe- también propietario del Hotel Savoy, cuenta con mármol de Carrara o granito, símbolo del poder económico y social de la familia en ese entonces.
Fidel Maciel Pérez es el protagonista de la séptima posta. Ingeniero agrónomo comisionado a Misiones por el Ministerio de Agricultura de la Nación para promover la producción algodonera en la región, también fue autor del libro sobre la temática publicado en 1904. El panteón se construyó a finales del siglo XX con la técnica de piedra comprimida, que brinda un acabado similar al granito. Lo más notable es la estructura escalonada de cuatro cuerpos, de los cuales los impares presentan vértices ornamentados con pebeteros con flamas. El conjunto se corona con la imagen de una figura femenina sosteniendo un ancla situado sobre una pieza tronco piramidal, siendo la escultura una posible representación de Santa Filomena.
Los marineros Simón Ramírez y Cosme García son la octava parada y gracias a información brindada por Prefectura Naval Argentina se supo que ambos fueron dos marineros que dieron su vida en el marco de la lucha contra el contrabando. La noche del 13 de diciembre de 1935 en la costa argentina se abatieron a balazos con delincuentes que buscaban llegar a este a las orillas posadeñas del Río Paraná. Una bala certera mató a uno y el otro falleció días después.
La novena posta del recorrido es el panteón de la Familia Ayrault, donde yacen los restos del que en vida fuera Gobernador de Misiones entre los años 1960 y 1962 César Napoleón Ayrault. Junto a Juan Manuel Irazábal y en su carácter de vicegobernador, junto a familiares protagonizaron el trágico suceso aéreo el 30 de noviembre de 1973, perdiendo la vida en Puerto Península, a pocos kilómetros de las Cataratas del Iguazú. El panteón es de arquitectura Art Decó y se destaca por los ornamentos con formas de planos superpuestos.
Al final del recorrido se llega a la Cruz Mayor. Símbolo cristiano donde los familiares oran por sus difuntos cuyos restos desconocen su paradero o bien no están en la chacra 60. Antes, en ese sitio, cada 2 de noviembre, Día de los Difuntos, se encendían velas, cuestión que al pasar de los años se trasladó a unos pocos metros, en un nuevo espacio, con las medidas de seguridad necesarias.