El primer semestre de la temporada 2022 quedará casi en el olvido para el fútbol cochabambino: tres de los cuatro equipos profesionales quedaron al margen del Torneo Apertura. La selección varones tropezó por sexto año consecutivo en la búsqueda del título nacional y el certamen local iniciará tres meses después de lo previsto.
Excepto por Palmaflor que sigue en competencia, ¿cuáles son las causas? Expertos en el tema identificaron varias: mala planificación, crisis económica e institucional, desavenencias y discrepancias dirigenciales, además de escenarios deportivos que no están actualizados a nuestra realidad.
Desde la base: la AFC
“Las pugnas internas que han habido no han permitido a la Asociación (de Fútbol Cochabamba) establecer sus campeonatos. ¿De dónde sale una selección? De los clubes. Además, tengo la impresión de que en la AFC no se está trabajando bien con los directores técnicos”, dijo Eduardo Arévalo Tineo, director del programa Codebol y presidente del Círculo de Periodistas Deportivos de Cochabamba (CPDC).
Según Arévalo, la división que afrontó la AFC, durante estos más de 10 años y que en 2021 llegó a su fin, pasó factura al momento de tener jugadores elegibles y no elegibles al existir una facción no reconocida. El papel dirigencial de un grupo generó que la Albinegra deje pasar por alto muchos talentos en ambos bandos. En las últimas seis temporadas no ganó un solo título nacional.
Por su parte, el presidente de la División Ascenso de la AFC, Sergio Lara, apuntó a que la causa principal para que Cochabamba pierda protagonismo tiene nombre: dirigencia.
“Está fallando la parte dirigencial y eso lo sabe toda la población cochabambina. Los dirigentes del pasado, y dicen con mucho orgullo que son dirigentes de 40 o 50 años, solo fueron a vegetar, a invernar. No hicieron nada por la asociación, y ahora que se los dije hacen su show político. Por culpa de ellos, actualmente, la AFC no tiene ni un centímetro cuadrado de terreno para su trabajo (infraestructura)”, arremetió Lara.
Es desde el génesis del fútbol donde todo arranca bien, o mal. En la AFC, los últimos tres años también dejaron torneos incompletos o suspendidos a causa de la Covid-19.
Pero pese a que todas las actividades son normales, manteniendo los cuidados y protocolos de bioseguridad, este 2022 la pugna dirigencial frenó el inicio de la División Primera “A” de la AFC, a casi seis meses de transcurrido el año.
“La sangre nueva dirigencial está siendo bloqueada por los dirigentes de antes. Están dando sus últimos aleteos porque van perdiendo sus beneficios”, dijo Lara.
División Profesional: 1 de 4
En el fútbol profesional, el club Palmaflor es el único, entre cuatro representantes vallunos, que sigue en competencia.
Ganó su grupo con 28 unidades y ahora juega fases decisivas en busca de su primera corona nacional. Punto alto para su dirigencia y el cuerpo técnico de Humberto Viviani, que reforzó el equipo y el cuerpo técnico con gente idónea y comprometida.
No pasó lo mismo con Wilstermann, Aurora y Universitario de Vinto, todos a razón de diferentes factores.
“Últimamente mejoró Aurora, pero algunos resultados son inesperados al caer como locales. Sobre Palmaflor, es un equipo que tiene unos líderes importantes, sobre todo en zona de defensa. En Wilstermann, ha tenido dificultades por el caso de jugadores lesionados, pero las contrataciones que son de nivel no respondieron a las expectativas”, dijo Arévalo.
A todo ello, parte del fracaso está en los problemas institucionales: deudas de salarios de pasados meses y gestiones, haberes que la mayor parte de los clubes bolivianos aún no honró.
Al margen de la recesión económica y el impacto generado por la pandemia, una mala administración dirigencial y la poca visión al momento de reforzar pasan factura.
“En el caso de nuestros equipos cochabambinos, todos deben trabajar para progresar. En el caso de Palmaflor, el trabajo se ve, está ahí. En Wilstermann, la pelea está por dentro y deseamos que vuelva a reorganizarse para traer más éxitos.
Aurora y Universitario de Vinto puede que sean protagonistas y que este año logren buenos resultados. Con eso, podemos reclamar más a nuestras autoridades para que hagan más campos deportivos”, indicó Lara.
La unión de los protagonistas permitirá que el fútbol valluno regrese a los primeros sitiales.
UNA CICATRIZ QUE CIERRA TRAS 11 AÑOS
El mes de marzo de 2010 marcó el inicio de una separación en la dirigencia del fútbol cochabambino, diferencia de criterios y posturas que quebraron lo poco que quedaba de la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC) que tambaleaba.
En septiembre de 2021 se firmó un pacto de reunificación entre ambas facciones (reconocida y disidente), dejando atrás poco más de una década de conflictos, acusaciones y juicios. Aún hay algunas voces de disconformidad, pero la herida cerró.
ESCENARIOS DEPORTIVOS, OTRO DOLOR DE CABEZA
Gabriel Caero Rodríguez
La población cochabambina crece cada día, semana, mes, año y el Censo Nacional de Vivienda lo grafica con sus datos cada decenio.
Al aumentar la población, las necesidades suman en las ciudades, principalmente en las que integran Cochabamba.
Ahora más que nunca quedó en evidencia que un solo estadio como el Félix Capriles ya no es suficiente.
“El complejo Félix Capriles es de años. Fue diseñado para la población de esos años, cuando Cochabamba tenía otra población. Nuestras autoridades lo tomaron como herencia, nunca vieron a futuro”, indicó el dirigente Sergio Lara.
En 2022, con cuatro clubes profesionales, dos que jugarán Copa Bolivia y otros cuatro en Copa Simón Bolívar, la falta de escenarios es más notoria.