La persecución por parte de la Fuerza Pública de una auto marca Toyota Corolla, placa 301937, en Los Yoses, terminó con la muerte de un joven de 23 años identificado con el nombre de Helberth Daniel Coto Martínez, indicaron en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Todo se dio porque a Coto unos oficiales le habían hecho la seña de parar, la cual evadió y escapó a gran velocidad por lo que se inició un operativo con el fin de detenerlo.
El incidente se presentó en el sentido Montes de Oca-San José, no obstante, la persecución al automóvil habría iniciado desde María Reina, en la 25 de julio, luego habría tomado la carretera de circunvalación.
Durante el trayecto, el conductor del vehículo liviano se saltó varios semáforos rojos hasta que una de las patrullas que venía de frente para colaborar lo hizo desviarse hasta colisionar con un poste en los Yoses, informó el Ministerio de Seguridad Pública.
Su padre, don Alexis Coto, conversó con DIARIO EXTRA y nos comentó que, al parecer, lo que le mencionaron los agentes judiciales en primera instancia es que iba el joven “125 kilómetros por hora”.
Luego del impacto del vehículo a gran velocidad contra la infraestructura pública, se solicitó la ayuda de Cruz Roja, esta se hizo presentes para atender al joven, que no contaba ya con signos vitales.
El OIJ se presentó para realizar el levantamiento del cuerpo y remitirlo a la morgue judicial, en donde inició la investigación del caso.
NO LE ENTENDÍ Y LE CORTÉ
Don Alexis llegó a la escena del choque luego de enterarse por medio de su esposa. Él se encontraba cerrando su programa radial cuando se percató de que su esposa había salido.
“Terminó el programa, encendí la tele para ver a la Sele, y como a los 25 minutos me llama mi doña, se habían ido en el carro y yo no escuché, estaba con la puerta entrecerrada.
Me llamaron dando gritos, entonces yo le corté y al ratito la llamé y le pregunté que pasaba y me dijo: se murió el gordo, se estrelló, yo inmediatamente me fui”, dijo el señor Coto.
VACÍO DE POR VIDA
Su padre le dijo al Periódico de Más Venta en Costa Rica que el vació que deja Daniel es muy grande pues su personalidad la van a extrañar y que el momento más difícil es cuando lo tengan que enterrar.
“Amable, amigable, colaborador 100%, desde chiquitito yo le enseñé a ser solidario, a ayudarle al que necesita, incluso ayudaba en la iglesia, era monaguillo”, comentó el papá del occiso.
El Periódico del Pueblo supo que el fallecido, quién residía en Ipís era amante de las bandas, tanto así que pertenecía a la Banda de Coronado en la que tocaba instrumentos como el güiro.
NUNCA TUVO PROBLEMAS
El auto en el que viajaba el fallecido era propio, lo había adquirido hace poco con una amistad de la familia, pero todavía no se realizaba el traspaso, sin embargo, siempre anduvo en regla.
Su padre dijo a este medio que nunca había tenido problemas con ninguna autoridad, que desde pequeño ellos le habían enseñado a si le solicitaban algo dárselo con mucho respeto.
El auto quedó completamente partido, pero aparentemente, a lo que le comentó el padre al Periódico del Pueblo, el joven habría tenido miedo y por eso huyó.
“Aparentemente, porque yo me metí al carro a revisar si encontraba el teléfono, pero no lo encontré porqué el carro quedó hecho un puño en el piso, los asientos, no había manera de meter la mano por ningún lado, y así en el piso había una botellilla de guaro, probablemente él, al ver donde le van a hacer la parada, se da la fuga por miedo de que le quitaran toda la cuestión de los puntos y la licencia”, relató su padre.
Daniel trabajaba como chófer de una carnicería en el cantón de Coronado, incluso estaba próximo a sacar la licencia B3 en el mes siguiente.
Posterior al análisis forense, su cuerpo fue entregado a los familiares por parte de la morgue para que puedan realizarle las honras fúnebres y despedirlo con la gente que lo quería.
SIN DAÑOS
DIARIO EXTRA consultó con la Compañía de Fuerza y Luz si el siniestro provocó daños en la infraestructura, ante lo cual respondieron que no, pero de haberlo ocasionado, la reposición del poste tendría un valor aproximado de entre ¢1,2 millones y ¢1,5 millones.