Tue, 21 Mar 23 00:44:25 +0000
A sus 58 años vive un momento dulce en su carrera y estrena 'El grito de las mariposas' en Disney+
Tratar de explicar a Belén Rueda (Madrid, 1965) y su carrera es una tarea compleja porque casi todo le sucedió cuando no debía: la fama, el Goya, el pico de trabajo... Porque ahora, 58 años recién cumplidos, edad aún considerada provecta para muchas actrices, los proyectos se le van acumulando. El último se llama El grito de las mariposas, un repaso por la vida de las Hermanas Mirabal, asesinadas por la dictadura de Trujillo en República Dominicana y la ha llevado a la aventura transoceánica de la mano de Disney+.
¿Qué siente cuando descubre la historia de estas mujeres?
Mi primera impresión fue de incredulidad porque algo así haya pasado y no lo sepamos. Y luego rabia porque no hace tanto tiempo que terminó esa dictadura, en 1961, y muchos aún no han salido de ese infierno. No sólo mujeres, el pueblo en general fue sometido durante 30 años por el régimen. Pero me interesa no colocar a estas mujeres en la posición de heroínas, porque parece que no son humanas, que la admiración te aleja de ellas. Y eran humanas, tenían miedo al régimen de Trujillo y dicotomías como si podían tener familias en mitad de su lucha. Es importante bajar a las heroínas del pedestal, convertirlas en humanas para que, si en algún momento tienes algo por lo que luchar, no lo veas imposible.Su historia es poco conocida, ¿cree que porque eran mujeres?Conocemos la historia de muchos represaliados por regímenes que son hombres. Las las de las mujeres nos cuesta más verlas. Y es una pena porque el Día Internacional de la No Violencia está reconocido desde el año 1999 por ellas. Nos falta curiosidad, que es la base de la cultura.¿Los problemas de muchas mujeres en el mundo aún son similares?Ha cambiado mucho, pero no lo suficiente. La igualdad todavía está por conseguir, no somos iguales aún. Cuando hay una crisis o una guerra, los derechos de las mujeres son los más atacados y los últimos en la lista de prioridades.En la actual crisis, ¿se ataca más a las mujeres?Mira el caso de Irán, cierta parte de la sociedad siempre ve los cambios con mucho temor y la manera de dominarnos es la desinformación, atacar a quienes exigen ciertos derechos. La novela gráfica Persépolis explica muy fácil cómo se pierden derechos de un día para otro en una sociedad avanzada. Nosotras no pedimos algo que haga que la sociedad no funcione, pedimos que funcione mejor, un bien común.¿No ha notado el cambio de que ahora se cuenta más a las mujeres?Yo tardé años en hacer una serie con una directora de fotografía. ¿Las mujeres no querían serlo? No, no se les había dado la credibilidad ni la oportunidad para ese puesto. Es un momento de transición, que se alargará bastante, en el que hay que dar prioridad a mujeres. Hay muchos ataques contra la paridad, pero hay que dar un empujón para que haya más. Es como los jóvenes que buscan trabajo y les piden experiencia, es el mismo problema. Se apoya mucho a mujeres en determinadas posiciones y está bien para que haya referentes.Entiendo que está a favor del sistema de cuotas en ese caso. Sí, estoy a favor aunque se manipule. Habrá que dar prioridad a las mujeres para que haya una normalidad porque si no la das no vamos a llegar nunca a la igualdad y tendremos carencias.Con la entrada mujeres, ¿ha cambiado también el ambiente de trabajo en su sector? Yo he visto comportamientos hacia mujeres que jamás hubiera visto con un hombre, por torpe que fuera. He visto con mis propios ojos a una directora de fotografía, con el poder que tienen, decir que quería un plano y que el director hiciera otro porque le parecía más interesante, sin consultar. ¿Desde cuándo se hace algo sin haberlo consultado antes? Y no era con mala intención, pero no lo he visto con un hombre.Cuando mira a sus inicios en este mundo, ¿qué siente? Es muy bestia y por darle un punto positivo pienso que nada es imposible porque he superado muchas barreras. Primero fui azafata, vivía en Alicante sin la comunicación de ahora, no conocía a nadie en el sector y pensaba que no iba a salir de ahí. Luego presenté programas y mi sueño era ser actriz y me puse a estudiar teniendo ya hijas. En mi época no se podía hacer cine desde la televisión porque eras una actriz menor. Con 40 años me ofrecen Mar Adentro, cuando a esa edad como mujer no se trabaja y tienes que duplicar esfuerzos.¿Se ha sentido juzgada?Al principio mucho, las barreras te las ponen los demás y tú te las crees. Yo me he ido a mi casa muchas noches con ganas de llorar porque me llamaban intrusa.Siempre se habla de la barrera de edad en las mujeres, pero usted no deja de trabajar. ¿Por qué?A mí no me ha pasado por la razón que sea, pero lo he visto a mi alrededor y he oído comentarios muy desagradables. Y yo me he enfrentado porque no me parecía justo, se era mucho más cruel con las mujeres que con los hombres. Que si es mayor, que si ha engordado, que si no tiene tiempo para sus hijos... Todo eso se tiene en cuenta cuando van a elegir a una actriz para un papel. ¿Han cambiado con la edad los papeles que le ofrecen?Han evolucionado porque la voz de las madres ahora es muy interesante. Son modas, pero ya hay muchas películas y series donde las protagonistas no son jóvenes. Ya no se cuenta ser madre como una cosa aislada, es un tsunami que rodea a todo. Yo soy muy madre, pero no sólo madre, soy mujer, trabajadora, peleona y con mis necesidades. Recuerdo que de niña, y soy del 65, mi hermana decía que ella de mayor quería ser madre como profesión. Imagínate lo que teníamos metido en la cabeza, como si fuera una forma de vida.¿Como si solo las definiera eso?Hay una sentencia reciente de una mujer divorciada que le pide a su marido una cantidad de dinero por los años cuidando de sus hijos y sin opción de independencia económica. Ha salido a favor de ella y me parece bien porque ser madre es un trabajo que no se paga. Y no se tendría que pagar porque tú lo haces porque quieres, pero si no te permite desarrollar otras cosas pues es distinto. Alguna mujer decide ser solo madre, pero yo he educado a mis hijas en que no sea así. Tú decides si quieres renunciar a tu tiempo, pero que no lo decida un señor.¿Le condicionó ser madre?Sí, pero lo decidí yo porque me estaba yendo bien aquí y no quería irme con mis hijas. Hay que ser realista, si lo hubiera necesitado para darles de comer lo habría hecho como tanta gente que está en trabajos que no les gustan, pero lo hacen para sacar adelante a su familia. Lo que pasa es que me preguntan siempre si me he arrepentido y te puedo decir que tengo una relación maravillosa con mis hijas. Ya cuando se hicieron mayores, les dije que me iba a viajar y ellas supieron salir adelante y son dos mujeres independientes.Entiendo que no se arrepienteNo me arrepiento de nada, el tiempo no vuelve atrás y yo tengo una relación diferente con mis hijas. Pero me parece injusto tener que hablar de si me arrepiento porque un hombre ni siquiera se lo plantea. Eso es lo que nos falta.¿Y cómo lleva que su hija siga sus pasos?Como puedo porque cuando eres madre no te viene un libro de instrucciones. Ella está buscando su propia identidad, pero no deja de ser mi hija y la de su padre [el productor Daniel Écija]. Al principio intentaba no hablar mucho para que ella hiciera su propio camino, pero es inevitable. Para ella tiene cosas a favor y otras en contra porque parece que se le exige el nivel de profesionalidad que tengo yo con 58 años.Conforme a los criterios deThe Trust Project