En un remedo de los debates previos a la Constitución de 1978 o a los que se reprodujeron con el Estatuto catalán de 2006, el concepto de nación y sus variantes terminológicas, como «minoría nacional», han retornado con fuerza en los últimos días a la política española. Hoy ha sido el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha tomado la palabra para oponerse a la exigencia de Junts, en sus negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, de que Cataluña sea reconocida oficialmente como nación.
"Cataluña es una nacionalidad histórica, que es lo que se acordó en 1978 y, además, la Constitución tuvo en esta comunidad uno de sus mayores apoyos", ha expresado el dirigente popular en una conferencia en Barcelona en el Fórum Europa Tribuna Catalunya. "A los nacionalistas les parecerá insuficiente y a quienes tienen una concepción más centralista les resultará un exceso, pero es el pacto que nos dimos y no creo que haya una denominación que suscite más consenso", ha apuntado en referencia a un estatus que varias regiones han adoptado en sus Estatutos autonómicos, aunque no aparezca textualmente en la Carta Magna, que en su Título preliminar se limita a señalar que España está integrada por "nacionalidades y regiones" y sin especificar a cuáles corresponde cada categoría.
En una conferencia en Barcelona, en el Fórum Europa Tribuna Catalunya, Feijóo también se ha referido a la amnistía para los encausados del procés que formaría parte del pacto que permitiría la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno: "No es una reconciliación, es una transacción política. El amnistiado ha dicho que lo va a volver a hacer y además no tiene cabida en el ordenamiento jurídico". Y ha precisado: "Perdonar a alguien que ha sido condenado por un tribunal es legal, pero que el Estado pida perdón a quien ha cometido un delito es inmoral y un despropósito".
El dirigente del PP ha señalado que "las líneas rojas" de su partido antes de las elecciones "han sido las mismas" que después de la votación del 23-J. De este modo, ha asegurado que Junts quiso contactar con su formación tras los comicios y que, antes de la composición de la Mesa del Congreso de los Diputados, las peticiones que los posconvergentes le trasladaron fueron el uso del catalán en la Cámara Baja y en las instituciones europeas y un proyecto de ley de amnistía.
Feijóo ha indicado que les dejó claro que no podía aceptar esas tres demandas, aunque ha vuelto a apuntar que "hay muchas más coincidencias en materias económica, fiscal y social entre Junts y el PP que entre Junts y el PSOE y Sumar".
En cambio, ha señalado en referencia a los socialistas, "sus líneas rojas antes de los comicios después son del color que digan los separatistas". "Eso es un abono para la desafección política", ha añadido usando una expresión que empleó hace más de una década el ex presidente de la Generalitat José Montilla (PSC), presente en el acto y a quien Feijóo ha agradecido su asistencia.
El líder popular ha abundado en aquel diagnóstico del ex jefe del Govern en los últimos años previos al proceso independentista que inició Artur Mas. Y, para ello, ha retrocedido al Pacto del Tinell con el que el tripartito (PSC, ERC e ICV) creó en 2003 un cordón sanitario contra el PP: "Fue un error histórico y lamentable y uno de los orígenes de la desafección que ha llevado a la actual situación".
Retornando a la investidura, Feijóo ha tildado de "mascarada para tapar la verdad" el acuerdo para reeditar un Gobierno de coalición presentado ayer por Sánchez y la líder de Sumar y actual vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz. Y esa realidad, a su juicio, es que el actual jefe del Ejecutivo es "un mero actor de reparto" y "los únicos protagonistas son los partidos independentistas". "No hay ética, sino aritmética, y tampoco hay defensa del interés general, sino del personal", ha sentenciado.
"Puigdemont no miente"
En el turno abierto a las preguntas, Feijóo ha hablado sobre Carles Puigdemont, a quien conoció en algún breve encuentro durante su etapa como presidente de la Xunta de Galicia cuando el líder de Junts ocupaba el mismo cargo en la Generalitat. "Mientras hay políticos que mienten mucho, él tiene claro lo que opina y todos sabemos lo que pide", ha afirmado. "En los contactos indirectos que ha habido no nos ha mentido y eso es un valor en la política que a mí me interesa", ha agregado el dirigente popular.
Eso sí, Feijóo ha dicho no está de acuerdo con sus planteamientos porque cree que "no son buenos para Cataluña y no coinciden con el pensamiento de la mayoría de los catalanes". Por último, ha señalado también que sería conveniente que el eurodiputado posconvergente "saldase los asuntos que tiene pendientes con la Justicia".
El líder del PP ha puntualizado que Cataluña "es una prioridad política" para su partido y que intensificará sus visitas a esta comunidad, tanto a Barcelona como "al interior". Aunque sin entrar en detalle, ha dicho que la solución al conflicto institucional que la región arrastra desde hace más de una década pasa por "una revolución de la verdad y de la política de la verdad", o como también ha expresado, la preeminencia de los asuntos "tangibles" frente a los "abstractos".
"Cataluña necesita que todos hablemos más de cómo gestionar bien el dinero público que de los problemas de algunos políticos con la Justicia", ha asegurado Feijóo, para quien "en una democracia normal, ni los condenados redactan el Código Penal ni los abogados de los acusados las amnistías".
No obstante, el jefe de filas de los populares ha abogado por "normalizar las relaciones, desde la discrepancia, con el nacionalismo catalán" como única vía para "mejorar el bienestar de los ciudadanos". Y, como síntoma de "normalidad política", ha puesto como ejemplo que el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, le felicitó por su discurso en la sesión de investidura a la que se sometió hace un mes sin éxito.
La intervención de Feijóo en Barcelona ha evidenciado nuevamente el distanciamiento entre Génova y la cúpula catalana del PP. El presidente regional, Alejandro Fernández, ha publicado, horas después, un irónico mensaje en redes sociales que acompañaba una imagen en la que aparecían ambos dirigentes conservadores junto a Montilla: "Supongo que algo hay de cierto en aquello de que la cara es el espejo del alma".
Vox: "Sánchez asume el programa golpista"
VICENTE COLL
En Vox también consideran que el presidente del Gobierno en funciones ha cedido a los postulados del independentismo en un momento crucial para atar los apoyos necesarios para ser investido de nuevo. La exigencia de Junts para el reconocimiento de una "nación catalana" en una negociación al margen de la de la amnistía no sorprende, por tanto, a los de Santiago Abascal: "Lo asumirá si eso le permite seguir en la poltrona unos meses más", ha expresado la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán.
A ojos de Millán, la información revelada este miércoles por este diario corrobora que Sánchez ya no es que sea "una marioneta" del independentismo, sino que ha ido más allá y "ha asumido como propio el programa que traen los golpistas".
"Es la única manera que tiene de perpetuarse en el poder y continuar en La Moncloa unos meses más", ha remarcado la portavoz de Vox, partido que este domingo sale a la calle y se moviliza en Madrid precisamente contra la amnistía. A pesar de que el convocante, la Fundación Denaes -de donde nació Vox- ha invitado también a Feijóo, está previsto que sólo Vox haga un importante despliegue en esta manifestación, a la que llaman a participar en masa.