La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante la sesión de control al Gobiern de este jueves. / EFE
El comentario se produce en plena campaña de la Presidencia de la Cámara baja por moderar el debate parlamentario y un día después de que una diputada de Vox llamara «filoetarras» a Bildu
Nuevo lío en el Congreso. La presidenta de la Cámara baja, Meritxell Batet, ha llamado la atención este jueves a la ministra de Igualdad, Irene Monteo, después de que esta acusase al Partido Popular de «promover la cultura de la violación» tras una pregunta sobre la ley del 'solo sí es sí' en la sesión de control al Gobierno. El hecho se produce cuando desde la dirección del órgano se trata de moderar el debate parlamentario, crispado durante toda la legislatura, y un día después de que le fuera retirado el turno de palabra a la diputada de Vox Patricia Rueda por llamar «filoetarras» a EH Bildu.
La situación se ha tornado tensa y ha provocado que la bancada del PP y de Vox pidieran la expulsión de la ministra del hemiciclo y, posteriormente, su dimisión, al considerar que la Presidencia no estaba usando el mismo rasero con los suyos que con la dirigente de Podemos. Sin embargo, Batet, una vez que ha terminado la intervención de Montero, interrumpida por la indignación de los populares, le ha recriminado sus palabras. «Esta expresión no es adecuada para dirigirse a un grupo parlamentario. Le pido por favor respeto en esta Cámara», le ha dicho.
La portavoz del grupo popular, Cuca Gamarra, ha pedido intervenir por alusiones y ha afirmado que «es altamente ofensivo que una dirigente política este vertiendo estas afirmaciones en relación a un partido que ha luchado y va a seguir luchando es la violencia de género».
Los ecos de la polémica han llegado al Senado. Allí, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha recomentado a la ministra de Igualdad que «no se ponga nerviosa, que asuma su responsabilidad. Y por favor, que no siga embarrando la política española. Es gravísimo lo que está haciendo el Gobierno de España y es gravísimo que el Gobierno de España sea el primer hooligan de la política de Estado. Y lo lamento profundamente. Comprendo que está viviendo un momento muy desesperado desde el punto de vista político, pero nosotros siempre vamos a respetar las instituciones y vamos a respetar el Congreso y el Senado, las Cortes Generales».
Reacciones
Montero, por su parte, ha hecho referencia a una campaña de la Comunidad de Madrid titulada «vigila tu copa» para justificar su comentario. «¿Cómo llamamos a eso si no? Entonces ustedes como llaman a decirle a una mujer que vigile su copa en lugar de poner el foco en el agresor», ha dicho. Posteriormente en el pasillo del Congreso ha insistido en ese argumento: «Hay que pedirles que pongan el foco en los agresores, así no tenemos que hacerlo nosotras».
Las reacciones no se han dejado de suceder. La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha incidido en la acusación de su compañera de formación. «Sí, cuando culpas a la víctima de la agresión sexual porque llevaba mallas e iba a correr por la noche estás promoviendo la cultura de la violación. Lo hace el PP y bien claro se lo ha dicho la ministra de igualdad. Muy bien Irene Montero», ha afirmado.
El debate parlamentario, sin embargo, ha quedado empañado. Ambas partes se acusan mutuamente de enfangar el Congreso y mantienen posturas irreconciliables. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha afirmado que «el PSOE ha convertido el Congreso en un lugar del que te expulsan si llamas filoterrorista a Bildu y donde se permite que una ministra acuse a la oposición de promover la cultura de la violación.Es una vergüenza lo que están haciendo con las instituciones de todos». Posteriormente, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha proferido una acusación similar hacia el PP.
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