Los establecimientos apuran sus agendas con salas prácticamente llenas en las fiestas
La restauración ourensana recupera las reservas para la campaña de Navidad. El golpe que la pandemia propinó a sus cifras de clientela remite, con un buen mes por delante. El retorno de las cenas de empresa, ya completamente libres de restricciones, pero también de familias y grupos de amigos, alivian a uno de los sectores que más sufrió debido a las limitaciones impuestas para evitar contagios en los dos últimos años.
“Este ano parece que por fin xa se pode dicir que estamos coma antes da pandemia”, dice Carlos Parra, gerente del restaurante del Castelo de Maceda, con menús de alrededor de 40 euros. La agenda del establecimiento monumental cada vez ofrece menos mesas disponibles, y tal y como afirma Parra, “estamos cerca do completo”. Una gran afluencia que está nutrida por comensales de todo tipo, según detalla: “Hai comidas de amigos, comidas de empresa… Un pouco de todo”.
En el restaurante Sanmiguel de la ciudad, cuyos menús parten de los 40 euros en la opción más económica, notan que “la gente está respondiendo bastante bien”. Algo que se puede deducir del “todo completo” en los fines de semana. “No tenemos dónde meter más gente. Y de cara a Reyes también estamos haciendo reservas”, comentan. También destacan la importante presencia de familias y foráneos como portugueses o madrileños que “cogen un hotel aquí en Ourense y celebran el Fin de Año”.
“Por agora ten moi boa pinta”, dice Esteban Gómez, gerente de la pulpería-asador A Feira, que ofrece sus menús alrededor de los 32 euros. “Estamos contentos porque a xente está reservando, volve a haber grupos grandes… A verdade, alégrame, anima despois de dous anos un pouco complicados”, expresa. Piden sitio, sobre todo, las cenas de empresa, que representan un 70% del total.
Los establecimientos hosteleros de la provincia también enfilan las fiestas para celebrar la llegada del 2023. Muchos de ellos preparan sus propias ofertas para disfrutar la Nochevieja, organizando cotillones que normalmente incluyen baile y barra libre; otros incluyen, a mayores, la posibilidad de cenar en el mismo sitio.
Es el caso, por ejemplo, del restaurante Sanmiguel, que vende las plazas de su cotillón a 130 euros. “Aparte de las copas y del baile disfrutas de una buena cena, todos recogidos en un sitio sin tener que andar desplazándose… Es un valor añadido”, defienden.
Regreso a la normalidad tras las solitarias cenas de la pandemia
La pandemia parece ya muy lejana, pero lo cierto es que esta será la primera Navidad “normal” tras el covid. En 2020 las tradicionales cenas multitudinarias dejaron paso a los reducidos “núcleos de convivientes”, que rebajaban drásticamente el número de asistentes a los que residían juntos de forma habitual. Además, tanto restaurantes como ocio nocturno apenas lograron acercarse a las cajas habituales de anteriores fechas navideñas.
Pero estas restricciones no fueron solamente cosa de 2020, sino que en 2021, en plena explosión de contagios, desde Sanidade recomendaban reducir las reuniones familiares a 8 o 10 personas. En el caso del ocio nocturno, se les ofrecieron compensaciones económicas a los hosteleros para que mantuvieran sus locales cerrados e incentivar así que la gente no saliese tras las cenas de Nochebuena o Fin de Año.
De esta forma, las cenas en restaurantes son el primer síntoma de recuperación de la normalidad en unas fiestas que llevaban dos años con medidas nunca antes vistas.