La historia de amor de Shakira y Pique nació en Madrid, antes de que se celebrase el mundial de Sudáfrica. Según han contado ambos se conocieron en el festival Rock in Rio que se celebró en la capital. Allí hablaron, se tomaron varios chupitos y el jugador le prometió que la vería en la final, donde ella iba a cantar el famoso 'Waka Waka'. En 2011, ella presentaba en una red social a su “sol”, Gerard Piqué. Se oficializaba así su relación. En principio se instalaron en el piso de soltero del jugador del Barcelona, mientras se construían una mansión en Esplugues de Llobregat de tres pisos y dos alturas de sótano. Allí comenzaron a vivir juntos en 2012. En enero de 2013, en la clínica Teknon de la capital condal, nació su primogénito Milán Piqué.
La historia de amor de Shakira y Pique nació en Madrid, antes de que se celebrase el mundial de Sudáfrica. Según han contado ambos se conocieron en el festival Rock in Rio que se celebró en la capital. Allí hablaron, se tomaron varios chupitos y el jugador le prometió que la vería en la final, donde ella iba a cantar el famoso 'Waka Waka'. En 2011, ella presentaba en una red social a su “sol”, Gerard Piqué. Se oficializaba así su relación. En principio se instalaron en el piso de soltero del jugador del Barcelona, mientras se construían una mansión en Esplugues de Llobregat de tres pisos y dos alturas de sótano. Allí comenzaron a vivir juntos en 2012. En enero de 2013, en la clínica Teknon de la capital condal, nació su primogénito Milán Piqué.
Son precisamente estos años los que están en debate: 2012, 2013 y 2014. Hacienda y el Ministerio Público defienden que durante esos años la cantante colombiana dejó de ingresar a las arcas públicas 14,5 millones de euros. Shakira asegura que no se instaló en nuestro país hasta el 2015. Sin embargo, los acusadores sostienen que en 2012 pasó en España 242 días, 212 en 2013 y 243 en 2014.
Hay obligación de tributar cuando se vive en territorio español más de 183 al año, lo que significaría que Shakira, según la acusación, sobrepasó de largo el periodo mínimo y debería haber pagados sus impuestos en nuestro país. Para acreditarlo Hacienda y Fiscalía parece que han comprado imágenes a paparazis, han buceado en sus redes sociales para tratar de geolocalizarla con sus fotos, han acumulado testimonios de centros de belleza, peluquerías e incluso de la clínica Teknon para situarla en territorio español.
La defensa sostiene por su parte que Shakira pasó menos de 183 días en nuestro país durante los años conflictivos: 2012, 2013 y 2014. Aun así le recomendaron que pagará sus impuestos y los intereses. La cantante colombiana ingresó en las arcas del estado algo más de 17 millones de euros: 14 que le reclamaba Hacienda y 3 de intereses. Sin embargo, le reclaman 7 más de multa. Ella se niega a pagarlos. Por esa razón, Fiscalía solicita 8 años de prisión por 6 delitos fiscales.
¿Qué implica esto? Pues que cada delito es de un año y cuatro meses. Es la suma de esos seis delitos los que alcanzan la cifra de ocho años de prisión. Sin embargo, en nuestro país se considera cada pena de forma individual y ninguna de ellas supera los dos años, que sería lo que obligaría a Shakira a entrar en prisión. La abogada Bárbara Royo apunta: “Ninguno de los delitos supera los dos años, por tanto las condenas de los seis delitos se suspenderían y no entraría en prisión. Además, no tiene antecedentes ni es reo habitual y ya ha pagado 17 millones de euros.
Todo eso hace casi imposible que ningún juez la mande a prisión, aunque la última decisión estará en sus manos”. El hecho de que haya consignado 17 millones de euros ya no implica un reconocimiento de los hechos.
Según explica la letrada, los ha depositado porque los tiene y para que funcionen como atenuante en la condena, pero si luego resulta absuelta en el juicio se los devolverán: si la condenan, tendría que pagar los 7 millones que le faltan. “Entiendo que esa es la razón por la que los abogados de Shakira se están negando a pactar. No hay riesgo de que entre en prisión y pueden luchar su inocencia”, concluye Bárbara Royo.