Las áreas de A Coruña y Santiago ganarán población, en tanto que la comarca viguesa se mantendrá en las mismas cifras que en la actualidad, según las proyecciones
Las proyecciones a medio plazo para Galicia auguran un invierno demográfico que se extenderá por el interior y la costa sin remedio, salvo que haya un cambio social y una llegada masiva de migración. Un panorama letal que se atisba con absoluta claridad a través de los indicadores de población en el período 2021-2037, que acaba de ajustar a Galicia y sus áreas en Instituto Galego de Estatística (IGE), a través de los números realizados por el INE. En este período, la comunidad gallega perderá otros 35.000 habitantes, la mayoría en las áreas periurbanas o rurales. En las áreas urbanas, A Coruña, Santiago y Pontevedra ganarán población (17.000 y 6.000 y 1.000, respectivamente), mientras Ourense, Ferrol y Lugo perderán (entre 3.000 y 4.000 vecinos). Vigo será en quince años una ciudad envejecida, que no crece y donde es probable que la suma de pensionistas y estudiantes sea mayor que la de trabajadores. Según las cifras oficiales, habría ahora en el área de Vigo (conformado por la ciudad y los ayuntamientos de las comarcas de Redondela, Val Miñor y Louriña, un total de once) 415.510 habitantes. Dentro de quince años serían mil menos, tras alcanzar el máximo en 2028, con 3.000 censados más que en la actualidad. A partir de ahí, hacia abajo, con un saldo vegetativo muy negativo al haber cada año más fallecimientos que nacimientos. En 2022 se va a batir el récord, y el IGE estima que las cosas no van a cambiar sustancialmente en los siguientes ejercicios, manteniéndose el área de Vigo en torno a 2.450 partos. Pero lo más llamativo es la estructura de la pirámide de población, que dejará de serlo para convertirse en algo cada vez más parecido a un triángulo invertido. A día de hoy hay unos 71.500 chicos menores de 20 años y algo más de 50.000 censados en edad de jubilación, a partir de 65. Un equilibrio que va a saltar en pedazos. Si el IGE y el INE aciertan, en 2037 en Vigo habrá unos 54.500 menores de 20 años mientras que 71.000 tendrían entonces más de 65, al menos 15.000 más.
La media de edad subirá a 50 años de promedio
La montaña de datos sobre el futuro a corto y medio plazo, la mayoría de ellos señalando el declive de la ciudad, están aderezados con saldos vegetativos cada vez más negativos, en torno a -2.000 en 2037 (ahora se encuentra en -1.300), que apenas pueden compensarse por los saldos migratorios, que continuarán siendo positivos, aunque hay mucha incertidumbre. El IGE estima que en quince años todavía serán de 1.300 a favor. El resultado final a todas estas previsiones es una ciudad donde la edad media se situará en los 50 años, lo que supone cinco más que en la actualidad, en torno a 45. Galicia también se hará mayor: pasará de los 47,5 de promedio actuales a 51,7. Vigo se convertirá finalmente en una ciudad muy madura, con su futuro comprometido por perder su base demográfica, cada vez más reducida. Todo ello es una expectativa, pero está razonada sobre bases consolidadas. Es el caso del índice de envejecimiento, que mide la relación entre población de 17 a 64 con el resto: en estos 15 años se duplicará, desde 131 a 228. Es decir, menos personas trabajando activamente.