Enfocado como suele estar en la narrativa, presentando su versión de las cosas, aunque diste de la realidad, el régimen de Nicolás Maduro apuesta por minimizar la emigración venezolana al ofrecer una cifra dos veces menor a la que ha documentado la ONU, al tiempo que negó responsabilidad y achacó a las sanciones de EEUU la culpa por la salida masiva de venezolanos.
Los señalamientos de Maduro, ofrecidos este domingo en México, en el marco de una cumbre regional sobre migración organizada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, causó estupor entre activistas venezolanos. El gobernante sostuvo que 2,5 millones de venezolanos han salido del país entre 2015 y 2023, es decir mientras ha transcurrido su gestión, pero la cifra manejada por las agencias especializadas de la ONU es mucho más elevada.
La plataforma R4V, creada precisamente para atender la salida masiva de venezolanos y su impacto en los países de la región, está conformada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Hasta el 5 de agosto pasado, según R4V, un total de 7,7 millones de venezolanos habían abandonado su país durante los años de gobierno de Maduro.
Maduro enfatizó durante la Cumbre Migratoria de México que la migración venezolana solamente ha alcanzado los 2,55 millones de personas entre los años 2015 y 2023. Según R4V, solamente en Colombia, país fronterizo con Venezuela, estaban 2,8 millones de venezolanos al 5 de agosto último.
El gobernante vinculó directamente esta migración a las sanciones económicas impuestas a Venezuela, a partir de 2019 durante la administración de Donald Trump, y expresó su creencia de que, si se levantaran todas las de EEUU y otros países, la mayoría de los migrantes regresarían al país.
"Levántense todas las sanciones de manera permanente, total y completa, sin extorsión, sin chantaje, sin condicionamiento, y Venezuela, así me comprometo, en menos de un año está revirtiendo todas las causas y toda esta situación", aseveró Maduro.
Iniciativas de fact-checking como la unidad del portal independiente Efecto Cocuyo, no solamente ratificaron que eran falsas las cifras ofrecidas por Maduro, sino que su pronunciamiento desnudaba también otra falsedad: las sanciones de Washington se decretaron en 2019 y la salida masiva de venezolanos ocurrió a partir de 2015, es decir ya un volumen cuantioso de ciudadanos huía de la crisis generalizada en el país sudamericano antes de que se impusieran restricciones a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
En diversos puntos fronterizos, las autoridades están registrando un aumento significativo de venezolanos en este 2023. Señal de que se ha recrudecido el éxodo principalmente por razones humanitarias, aunque también salen del país personas por razones políticas o tras haber sufrido directamente violaciones a los derechos humanos. Hasta el 30 de septiembre, según migración de Panamá, un cuarto de millón de venezolanos había cruzado la selva del Darién en este 2023.
Es el caso de una mujer de 40 años, otrora simpatizante del chavismo, que fue acusada injustamente de corrupción por parte de colaboradores cercanos de Tarek El Aissami, cuando este era un hombre fuerte del régimen. Pasó dos años en prisión, usada como chivo expiatorio, y solo cuando El Aissami y su entorno cayó en desgracia, incluido el juez que la había condenado, esta mujer fue excarcelada.
Sin embargo, como contó a DIARIO DE CUBA a condición de que no se divulgue su identidad, estaba fuera de prisión, pero con restricciones para viajar al exterior y amenazas veladas de que podría volver a prisión, un método usado contra ex presos políticos en Venezuela para chantajearles a cambio de dinero por parte de efectivos policiales.
Finalmente salió del país de forma clandestina hacia Colombia y allí logró tomar un avión a Buenos Aires, dado que en ninguno de estos países exigen visa a los venezolanos. Casos de este tipo se van conociendo de forma aislada; mientras que la gran mayoría de quienes se van del país lo hacen por razones económicas y sociales.
Para Tomás Páez, sociólogo y coordinador del Observatorio Venezolano de la Diáspora, el perfil de la migración ahora ha variado en la medida que las condiciones del país se han ido agravando. La crisis que ha empobrecido a la nación ha provocado que la migración ahora sea también de una sociedad empobrecida.
"En 2014 Venezuela entró en un decrecimiento acelerado. Desde entonces la economía se ha contraído en un 80% y esto ha causado el empobrecimiento generalizado de la sociedad. Los que están saliendo ahora forman parte de esta sociedad empobrecida", comentó Páez a DIARIO DE CUBA.
Páez agregó que problemas como que por año y siete meses no se haya aumentado el salario mínimo, además de la destrucción de los servicios públicos, siguen expulsando a muchos venezolanos a otros países en busca de condiciones mínimas de vida digna. "No hay la escasez de alimentos y medicinas de los años 2014 o 2016, pero ahora la gente no tiene plata para comprar los productos", recalca el sociólogo.
En opinión de Páez, que el Gobierno de Nicolás Maduro no hable de la diáspora o minimice las cifras de emigración es en sí un acto de xenofobia.