La abstención del RUA permitió que BNG y PSOE exigieran dos informes
La gestión de las piscinas municipales de A Rúa siguen centrando la actividad política en el Concello de A Rúa meses antes de las Municipales de mayo. La última sesión plenaria fue convocada por la oposición del BNG y PSdeG-PSOE con tres puntos sobre la mesa y su debate se alargó aproximadamente dos horas. Durante la misma, la abstención de los dos concejales de Rueses Unidos Adiante (RUA), fuerza política que encabeza José Vicente Solarat y que comparte el gobierno con los cuatro ediles del PP, posibilitó que los cinco de la oposición socialista y nacionalista sacasen adelante dos de los tres puntos. El tercero ya sería aprobado por unanimidad. La sesión plenaria fue solicitada para analizar los problemas surgidos en la gestión de la piscina municipal durante el verano, servicio que permaneció abierto menos tiempo que en años anteriores, según el alcalde popular, a causa de unas condiciones meteorológicas poco favorables.
En esta ocasión, los concejales aprobaron solicitar al alcalde que pidiese dos informes a la asesoría jurídica de la Diputación provincial. El primero acerca de posibles irregularidades descritas en un documento de Secretaría-Intervención, referido a la contratación del servicio y que el alcalde popular, Álvaro Fernández López, descartó. Ya en referencia al segundo, este busca que los técnicos del organismo provincial analicen la aplicación del procedimiento de adjudicación directa a otros servicios municipales.
El tercer acuerdo, tomado por unanimidad, planteó elaborar las bases conducentes a la contratación abierta del contrato de concesión de servicios de la piscina para el año 2023, consensuándolas con la Corporación municipal.
